Hallan lleno de escombros el acceso al pasadizo del refugio de Begoña

Planta -2 del parking de Begoña. Plaza 315. Un rejilla de 90 centímetros de ancho por 1,70 metros de largo da entrada a un espacio de un metro cuadrado. De frente, una pared construida con caliza que se asocia al pasillo del refugio; a derecha e izquierda, otras de ladrillo. A las once de la mañana comenzaron ayer los bomberos a perforar la pared derecha. Consigo llevaban un medidor de gas para evitar inhalaciones tóxicas.

La expedición formada por las concejalas de Cultura y Seguridad Ciudadana, Montserrat López y Nuria Bravo; la directora de Museos, Raquel Huergo, y varios técnicos municipales esperaba con ansia poder encontrarse con un pasadizo que diera acceso, además de al refugio de Begoña, a un nuevo búnker no registrado ubicado entre la cuesta de Correos y la plaza del Seis de Agosto. Las trabajadoras de Cultura llevaban más de tres años buscando con ahínco el acceso. Catas a ciegas a pie de calle, búsquedas infructuosas con un georadar por el paseo y la cuesta de Correos... Nada. Fue una publicación de EL COMERCIO lo que dio pie a que uno de los trabajadores en la construcción del parking de Begoña se pusiera en contacto con el Ayuntamiento. Planta -2 del parking de Begoña. Plaza 315.

A las 11.45, los bomberos dejaron de perforar la pared derecha. Tras varios sondeos en la pared, el resultado siempre fue el mismo: escombros. Hubo incluso leves desprendimientos. El volumen de tierra y piedras que salía por la abertura obligaba a parar la perforación. Con los primeros hallazgos, el equipo dirigido por el jefe del servicio de Bomberos, Pablo Ferrio, y el jefe de grupo, Jesús Blanco, pensó que podía tratarse de un derrumbe parcial del pasadizo, pero el tipo de enruna les llevó a concluir que era material de relleno de la obra del parking. En solo cinco minutos de perforación se descartó continuar en la pared izquierda por el mismo motivo.

No pudo ser. Ahora los trabajadores del proyecto de búsqueda de refugios de la guerra civil, financiado con fondos europeos, buscarán nuevas entradas en el entorno de la cuesta de Correos. Testigos apuntan a un bajo en el edificio de Construcciones Fercavia. Otros, conjeturan, podría estar en el bloque de edificios frente al Casino de Asturias.

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