El CD Montevil impulsa su cara más social y solidaria

Primer objetivo conseguido. El Club Deportivo Montevil, entidad que aglutina a más de 300 familias en torno a la práctica del fútbol, acaba de constituir formalmente su fundación social, el paraguas bajo el que seguirán desarrollando iniciativas solidarias, de inclusión social o de promoción de hábitos de vida saludable como las que ya vienen organizando desde hace tiempo y otras –relacionadas con acoso escolar, la inserción laboral de colectivos desfavorecidos o el fomento del voluntariado– que ya tienen en mente poner en marcha. La recientemente creada Fundación Deportiva Montevil es la primera de estas características en el fútbol modesto asturiano, razón por la que están abiertos a colaborar con otros equipos del fútbol base de la región.

Los fines fundacionales de la entidad están claros: «La promoción y el fomento de valores cívicos y solidarios en el deporte en general, y en el fútbol en particular, para lograr la inclusión social y la atención a las personas vulnerables o en riesgo de exclusión», recuerda el responsable del área social del club gijonés, José Vallín.

En este sentido, son varias las acciones que ya han llevado a cabo. En junio del año pasado, una veintena de niños y niñas que habían llegado a Gijón huyendo de la guerra en Ucrania participaron en el programa 'Deporte Sin Fronteras', con el que el club pretendía facilitar su integración y la de sus familias en la ciudad. Meses después ponían en marcha también la Escuela de Deporte Inclusivo para facilitar la práctica deportiva, desde una perspectiva de ocio, a menores en riesgo de exclusión social, principalmente por motivos socioeconómicos, de multiculturalidad o discapacidad intelectual o física. 14 personas, con edades entre los ocho y los 45 años, participaron en esta primera temporada.

Y el próximo mes de septiembre, por las mañanas, empezarán los entrenamientos en el campo de La Llosa –entre Contrueces y Montevil– del 'Walbol', una modalidad deportiva dirigida a mayores de 50 años –tanto hombres como mujeres– en la que se juega al fútbol pero sin correr, sino andando, sin tener contacto físico con otros jugadores y sin poder jugar balones por alto. Tal y como lo ven desde el club, tiene los beneficios para la salud inherentes a la práctica deportiva, pero también beneficios sociales, por cuanto contribuye a entablar nuevas amistades y ampliar el círculo social de quienes se animen a practicarlo.

La idea de crear la fundación surgió a la vista de lo difícil que era gestionar los proyectos «tanto por ser poco habitual que un club de fútbol tenga fines sociales como por la falta de financiación, pública y privada, lo que limita las opciones de avanzar», añade. Hace casi un año lanzaron una campaña de micromecenazgo con la que consiguieron pequeñas aportaciones particulares que, unidas a «otras aportaciones importantes de donantes», facilitaron alcanzar el objetivo de la constitución de la fundación social.

El patronato rector de la Fundación Deportiva Montevil lo preside José Vallín, con Pablo Gallego –presidente del club– como vicepresidente y Juan Carlos Cortina –director deportivo del CDMontevil– como secretario. Ahora toca constituir dos nuevos órganos: un comité ejecutivo que trabaje en los proyectos y un consejo asesor que los evalúe y haga aportaciones al respecto.