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El basilisco se descubrió acompañado de trasguinos y trasnos.

Una noche mágica por el Botánico

Seres mitológicos. Llenarán los rincones del jardín hasta el domingo para acercar a vecinos y turistas encandilados algunas leyendas asturianas

LUCÍA LÓPEZ PÉREZ

Miércoles, 24 de agosto 2022, 02:12

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Veinte años lleva llenándose de magia, fantasía y mitología asturiana el Jardín Botánico de Gijón. Durante las noches de agosto -hasta este domingo-, encontrarse con bruxas, trasgos, xanas, el bugosu o la güestia no resulta extraño, pues estos salen de sus escondites para darse a conocer entre los visitantes. Cada año, son muchos los asistentes, tanto locales como turistas, que deciden acudir a esta cita y disfrutar de una nueva forma de descubrir el Botánico, en un recorrido de hora y media donde la magia está servida. Sonia Menéndez y Lalo Muiña, de Avilés, vienen por primera vez con su hija de cuatro años «a vivir la experiencia». «Creo que hacen falta más actividades así, especialmente para los niños», contaba Muiña al inicio del recorrido. Pese a que habían oído hablar de la actividad, nunca habían tenido oportunidad de asistir hasta ahora. Los trasgos y las xanas, que tanto le gustan a la más pequeña, son la razón por la que acabaron en el Botánico.

Algo parecido le ocurrió a la familia López, de Oviedo. «No es nuestra primera vez en el Botánico, pero sí en este espectáculo. Esperamos encontrar cosas nuevas y disfrutar», contaba Javier López, un poco nervioso por lo que fuera a encontrarse, ante lo que su hija Carmen López confesaba que esperaba «no pasar mucho miedo». Y, entre los nervios y las ganas, un equipo de diez guías fue ordenando a los 150 asistentes en pequeños grupos, para evitar despistes. Y, a las 22 horas en punto, dio comienzo al recorrido por el entorno cantábrico del jardín, donde la bruxa hizo su aparición para dar la bienvenida al público. Ana Morán, la actriz que se encuentra debajo de la capa y el voluminoso vestido del personaje, afirmaba que «este tipo de iniciativas deberían hacerse siempre, porque se fomenta la mitología y la cultura asturiana. Siempre se llena de gente tanto de fuera como de aquí y mucha gente de Gijón repite. Desde los primeros días, estaban las entradas agotadas». Pero la bruxa no era lo único con lo que los participantes se encontraron, pues, una vez terminada su charla, tocó enfrentarse al basilisco. «Es un ser medio gallo medio serpiente, que nace de un huevo sin yema o con la yema negra. Su cacareo te ensordece y puede matar con la mirada, pero nosotros lo hacemos cariñoso», contaba Paula Mata, la actriz que se encontraba bajo la máscara. «Siempre tengo que tener cuidado de por dónde piso porque no veo mucho con ella puesta», bromeba. Y, como no hay historia mitológica sin un bosque, con el público ya entrado en materia, llegó el momento de adentrarse en él. Todo para que el busgosu y la güestia hicieran de las suyas, despertando los gritos y risas de los participantes, que, tras el largo recorrido y con la ilusión en los ojos, fueron despedidos por el trasgu. Hasta la próxima.

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