Borrar
¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO
Perímetro de Tabacalera lleno de pintadas en la calle Emilio Muñiz 'El Negro'.

Ver fotos

Perímetro de Tabacalera lleno de pintadas en la calle Emilio Muñiz 'El Negro'. DAMIÁN ARIENZA

Las pintadas y el botellón afloran con la desescalada en Gijón

Cimavilla y el Cerro son las zonas más castigadas por este resurgir vandálico que ensucia edificios públicos, pistas deportivas y ventanas y puertas de particulares

MARCOS MORO

Martes, 19 de mayo 2020, 01:22

Comenta

La alcaldesa Ana González se puso realmente seria el pasado sábado en el transcurso de uno de los vídeos en los que comenta a diario las novedades que van sucediéndose en la ciudad durante la desescalada. Después de hablar distendidamente de la concertación social y de la apertura del mercado artesano de la plaza Mayor, endureció su expresión para mostrar a cámara dos fotografías de pintadas frescas con la firma de sus autores en el entorno de Cimavilla y el Cerro de Santa Catalina. Por un lado, la parte trasera de la recientemente estrenada pista deportiva cubierta del Colegio Honesto Batalón y, por otro, una barandilla en la atalaya de la ciudad.

«Esto es de todo el mundo. Cuesta dinero hacerlo y mantenerlo. El dinero es importante y la ciudad también. No se puede estropear un bien común nunca y menos ahora», enfatizó la regidora socialista. Durante su alocución a través de las redes sociales dijo ser consciente de que se trata de «acciones individuales», pero también advirtió de que «hay que actuar tajante y duramente contra ellas» por su gravedad. «Cuidar la ciudad significa cuidarnos», sentenció justo antes de pasar a hablar nuevamente de otras cuestiones.

El presidente de la Asociación de Vecinos Gigia de Cimavilla, Sergio Álvarez, reconoce que las pintadas vienen siendo un problema serio en el barrio desde meses antes de la crisis sanitaria. No obstante, también reconoce que desde que se puso en marcha el desconfinamiento, el vandalismo se ceba con edificios públicos como la Casa Nava y Tabacalera, instalaciones deportivas como el 'tendayu' del Cerro, persianas de comercios y locales e incluso ventanas y puertas de particulares. Por eso pide que «se haga un seguimiento y vigilancia para dar con los responsables, que son reincidentes, actúan en las mismas franjas horarias y suelen dejar su rúbrica de autor». Y respecto a las actuaciones de Emulsa para quitar pintadas y grafitis lamenta que «a veces es peor el remedio que la enfermedad» como se aprecia en algunas fachadas del barrio alto.

Junto a este fenómeno, el vicepresidente de la patronal hostelera Otea, Javier Martínez, asegura que su sector «tiene la sensación de que el botellón está volviendo con fuerza en zonas como el Cerro, el campus universitario y la playa de Poniente».

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Las pintadas y el botellón afloran con la desescalada en Gijón