La plazoleta de Florencio Rodríguez
Siempre vinculada a las calles Munuza y los Moros
Es notorio y de máxima actualidad la remodelación que se quiere hacer en la calle Munuza que, como sabemos, nace en la de San Bernardo y llega hasta la calle Corrida, tras cruzar por la de Moros, dando lugar a la actual plazoleta de Florencio Rodríguez en un tramo que expresándonos llanamente se le ha quitado a esta última, y no hace mucho, dado que fue el día 31 de octubre de 2000 cuando la Corporación municipal acordó oficialmente dar el nombre del banquero y empresario poleso a este primer tramo cuyos edificios aún conservan la numeración que corresponde a la calle de los Moros.
El día primero de junio del año 2001 la alcaldesa Paz Fernández Felgueroso inauguraba la plazoleta de Florencio Rodríguez descubriendo una placa que lo indica, acompañada por personas vinculadas al ya desaparecido Banco de Gijón, donde sobresalía la emotiva presencia de numerosos antiguos empleados para los que, tanto él que fue su lugar de trabajo como el entorno de calle y plaza, son algo estrechamente vinculado a sus vidas.
Y partiendo de la base de que la historia muchas veces no se sabe dónde comienza y dónde termina, en el caso que nos ocupa por los cronistas de la época sabemos que en un principio la actual calle Munuza constaba de dos tramos. Uno que partiendo de la calle San Bernardo terminaba en lo que ahora es la calle León, conocido como Travesía del Instituto, y el segundo tramo iba desde los Moros a Corrida. Fue el .6 de diciembre de 1879 cuando el Ayuntamiento presidido por Anselmo Palacio y García-Pumariño acuerda nombrar una comisión para estudiar el proyecto de derribo de los edificios que obstaculizaban el empalme entre San Bernardo y Corrida. El acuerdo y las obras debieron llevarse a cabo de forma inmediata, porque un año más tarde ya se cita la 'plazuela' de la calle de los Moros como 'punto' de parada de carruajes y berlinas de dos asientos, y se coloca una farola en el centro . En 1890, mes de abril, Antonio Rivera Campa pide licencia para instalar en dicha 'plazuela' un kiosco destinado a la venta de periódicos y localidades para los espectáculos. Dicho kiosco dos años más tarde pasa a propiedad de Dámaso Cifuentes Díaz y solicita licencia para que en su kiosco de la plazuela de la calle de los Moros poder reemplazarlo por otro de venta de libros, periódicos y ejercer como 'memorialista' e informador de la Villa y su historia. Se le autoriza la solicitud con la condición de que conserve la farola, por lo que en el nuevo kiosco se observa que luce una farola en el centro del tejado.
El 31 de octubre de 2000 la Corporación municipal acordó darle el nombre del banquero y empresario poleso a ese espacio
También en el año 1890 el farmacéutico Casimiro Junquera abre su 'botica' en la esquina con calle Munuza, que aún sigue en el mismo lugar, regentada desde 1988 por Alfredo y Teresa Antolín. Algo que vino a marcar y 'señalizar' con sus raíles, separando en cierta medida la 'plazoleta' de la calle Moros fue la inauguración del tranvía entre Gijón y La Guía el 30 de marzo de 1890, aunque en ese momento era de tracción animal, hasta su electrificación en abril de 1909. Próximo al comienzo del curso escolar del año 1898 el Diario EL COMERCIO informa a los alumnos del Instituto Jovellanos que el encargado del kiosco de la Plazuela de Moros Dámaso Cifuentes se compromete mediante una pequeña gratificación a llenar el papel de pagos del Estado y redactar las solicitudes.
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