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Bar Las Dos Esquinas, en la calle Salustio Regueral, visto desde Los Cuatro Cantones (actual Plaza de Italia) en los años treinta.
De Somió a Cimadevilla

La plaza de Italia

Janel Cuesta

Gijón

Lunes, 1 de septiembre 2025, 06:10

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El Ayuntamiento de Gijón, presidido por el alcalde Paulino Vigón Cortés, el 9 de junio de 1939 acordó dar el nombre de plaza de Italia a un espacio que había quedado libre al comienzo de la calle Corrida, a consecuencia del derribo de un edificio con bajo, tres pisos y buhardilla, construido en 1897 con vistas a la citada calle principal de Gijón, y en cuya parte trasera desembocaban las de Horno, Salustio Begueral, Linares Rivas y la actual Ruperto de Velasco.

Esa zona era conocida como 'Los Cuatro Cantones' en base a las esquinas de los singulares edificios colindantes. El citado edificio fue derruido consecuente del Plan de Reformas Urbanas llevado a cabo durante el mandato de Avelino González Mallada al frente de la Gestora Municipal entre 1936 y 1937 que supuso un antes y un después en el ámbito urbano de la Villa y Puerto de Gijón, bajo el lema 'Hacia el Gijón soñado', que no llego a buen fin por los avatares de la guerra civil. Pero mucho antes de dicho derribo no podemos obviar que los famosos 'Cuatro Cantones' daban mucho que hablar porque su aspecto urbano más bien de un extrarradio de la Villa, chocaba con la emblemática calle Corrida.

Sin ahondar mucho en este tema, ya en enero de 1878 el alcalde en funciones Oscar Olavarría tuvo que atender las constantes demandas de los vecinos de la zona para adoquinar los Cuatro Cantones. En marzo de 1891 se desmoronaron los muros de una casa de esta zona esquina con la calle San Antonio y poco después otra sufre un aparatoso incendio. No obstante, también hay referencias de la actividad de los 'Cuatro Cantones'; el 11 de noviembre de 1893 se aprueba instalar un kiosco de venta de periódicos a Wenceslao Fernández Alonso, y muy próximo a este, había otro en el que durante los veranos Claudio Muñiz vendía refrescos y cervezas, mientras en el edificio que abarcaba la manzana entre Los Cuatro Cantones, Trinidad, Corrida y Jardines de la Reina, hacía historia el Gran Bazar de Benigno Piquero, de proyección nacional con representación de las principales fábricas de losa, cristal, muebles, lamparas... y parte del edificio lo ocupaba el Hotel Ibera, no menos famoso, donde el escritor Armando Palacio Valdés centra el desarrollo de su novela 'La alegría del Capitán Ribot'.

Hotel América

EI edificio conocido como Los Cuatro Cantones en la actual Plaza de Italia.

Con la en entrada del siglo XX la zona de Los Cuatro Cantones experimentaría un gran cambio con la construcción de nuevos edilicios. En 1904, con proyecto del arquitecto Mariano Marín Magallón, se construye el edificio de tres pisos para el Hotel América en cuyos bajos se establece Laureano Junquera Rodríguez con el Café Oriental frente a los Cuatro Cantones. A su lado abre la Cervecería Alhambra con decoración interior arábiga que, pasado un tiempo, recordando las visitas del Príncipe de Asturias Alfonso de Borbón, pasó a llamarse Café El Príncipe.

La Plaza de Italia, recién urbanizada y con la parada de taxis en 1939.

Edificio Siemens

En la esquina de enfrente, entre la actual calle de San Antonio y Trinidad (ahora Corrida) con proyecto del arquitecto Miguel García de la Cruz, se construye para Antonio Sarri en 1911 un edificio modernista de tres pisos, que se conocía como Edificio Siemens por acoger las dependencias de esta empresa en una de sus plantas con un vistoso letrero en el exterior. Y enfrente, entre Los Cuatro Cantones y Trinidad, el Bazar Piquero se amplía con el espacio que deja el cierre del Café Suizo, dando paso desde 1924 a los nuevos dueños 'Muebles y Decoración García & Escobedo' justo al lado del Hotel Malet (antes Iberia), que pasó a ser el hotel de más categoría de la Villa. Mientras que esta zona incrustada en el comienzo de la calle Corrida seguía prácticamente sin urbanizar, en sus proximidades se iban levantando notables edificios y abriendo establecimientos comerciales. En su parte trasera se mantenía la más pura tradición con la fonda y bar El Pasaje en la calle La Casilla desde 1913 próxima al Bar Pachín en la travesía del mismo nombre. Entre las calles Horno y Salustio Regueral, desembocando a Los Cuatro Cantones, hizo historia el bar Casa Luis conocido como Las Dos Esquinas, mientras que en los bajos del popular edificio central de Los Cuatro Cantones, en su parte trasera estaba el bar Los Cantones, que también se conocía a nivel popular como 'bar Los Cantores', dado que eran frecuentes los cánticos casi a diario de los clientes que formando 'sus corinos' trasmitían la alegría que les proporcionaba la sidra y el buen vino.

El bar cervecería La Alhambra, en 1924 que luego sería El Príncipe, en la esquina a San Antonio.

Ya en 1930 el Hotel Malet pasa a ser el Saboy Hotel. A su lado, en 1931 abre la primera oficina en Gijón del Banco de Bilbao, y una vez derribado el edificio de Los Cuatro Cantones en 1937, recién acabada la guerra civil, con Paulino Vigón Cortés de alcalde, se alinea y urbaniza el espacio liberado con una farola en el centro, y son los taxistas los primeros en ubicarse en la nueva plaza que, ya con la denominación de Italia recordaba a las fuerzas aliadas de Franco durante la guerra civil, a petición del cónsul italiano Conrado Pineda Barbachano.

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