Tere Alonso de la Torre
Es notorio el gran número de exposiciones de pintura que disfrutamos en este Gijón del alma. Algo que sorprende a quienes llegan a esta ciudad, ya sea de paso o una vez que han decidido instalarse en ella definitivamente. No es menos cierto que en las últimas décadas, así a simple vista, da la impresión que el numero «de pintoras» supera a los «pintores», nada de extrañar si tenemos en cuenta la eclosión del mundo femenino en todos los ámbitos, a lo que tenemos que añadir que estamos seguros de que muchas de estas artistas quedarán para la historia, aunque es difícil pronosticarlo «a priori»; pero dentro de este interesante mundo del arte, hay ocasiones en que uno se encuentra con alguna que otra muestra que llama la atención, por que rompe con lo figurativo y no se puede evitar la tentación de detenerse delante de cada uno de los cuadros que se tiene ante los ojos, para acto seguido interesarse por ¿quién el o la artista capaz de plasmar en un lienzo lo que sin duda alguna le sale del alma?
Y por esa sensación llegamos a conocer a nuestro personaje de hoy. María Teresa Alonso de la Torre García, nacida en el Hospital de Jove, el 30 de octubre de 1967, cuando sus padres Ángel Alonso de la Torre García y Elena García García, que ya tenían cinco hijos vivían en la calle San Francisco de Asís. Tere sería la última de cuatro varones y dos mujeres que aprendieron las primeras letras en el Colegio de las Ursulinas, para luego terminar la EGB en Luanco donde tenía una familiar de profesora. La jovencísima Tere Alonso no sabía si el arte lo llevaba dentro al nacer o lo asimiló de ver a su progenitor que siempre fue un gran aficionado a la pintura; lo que si tiene muy claro es que no dudaba en pintar todo lo que tenía delante, y siempre sintió la necesidad de dibujar y coger los pinceles, siendo la acuarela su primera forma de expresión.
Su primer escuela dentro del arte fue el 'ICADE' (Arte y Decoración) en la calle Covadonga donde obtuvo la titulación de Decoración de Interiores, y llegó un momento que su inquietud artística la llevo a la Academia Iván de peluquería y esteticien para luego trabajar dos años en la Peluquería Sorribas en la calle del Carmen. Contrae matrimonie en 1992 a los 25 años, pero ello no es óbice para que se matricule en la Universidad a Distancia «UNED», donde cursa Historia durante cinco años para especializarse en Historia del Arte, y aunque nunca dejo de pintar, tuvo un breve paréntesis en que se dedica especialmente al cuidado de sus padres, quizá por aquello de ser la menor de todos los hermanos.
Una vez libre de la imperante necesidad de cumplir con la familia, se vuelca de lleno en la pintura, trabajando y aprendiendo en el taller y academia de Isabel Gil, donde se da cuenta de que lo que le pide su ansia de expresión no es la copia, si no pintar libremente y plasmar en sus cuadros la interacción personal entre ella y lo que desea pintar. Dando rienda suelta a su interior surgen temas espirituales, símbolos de le naturaleza, del alma en suma, sin por ello dejar de observar a pintores como Hilma Aklini la atraen la abstracción y lo onírico de Aurelio Suárez y Willian Blake, el pintor árabe Djamel, y especialmente los catalanes David Mateu y Salvador Dalí.
Dominio del color
Si de exposiciones hablamos o mejor dicho escribimos, se estrenó hace más de una década en el Centro Cultural de La Carriona en Avilés, y no ha cesado hasta el momento, con exitosas muestras no exentas de ventas y elogios de críticos especializados en revistas y medios audiovisuales, entre ellos este diario EL COMERCIO, ya que además de llenar las salas de Gijón como la de la Caja Rural, el Centro Municipal de La Arena la Fundación Alvargonzález, sin olvidar clubes y el 'Green Zone', la Scarletta, todo ello en ésta ciudad, también han gozado de su obra en el Centro Asturiano de Oviedo, en la Casa de Cultura de Infiesto, en la Sala Caleya Indi de Colunga, en el Taller de Artes Plásticas ARNY de Valdés, el Salón del Hotel Nudos de Avilés y en Círculo Liceo, en la Villa Blanca de Luarca, entre otros.
Cuadros de gran formato,
Aunque también hay que resaltar que actualmente está preparando su próxima muestra fuera de Asturias, en varias ciudades aun sin un compromiso firme, dado que aun dedicándose exclusivamente a la pintura, la demanda supera con creces la capacidad de producción, a lo que no es ajeno su decisión de dar el paso a los cuadros de gran formato, propio de los pintores ya consagrados, como sin duda alguna es el caso de la artista que hoy hemos traído a estas páginas, conscientes de que siempre es una osadía aventurar el futuro de un pintor o pintora, pero sin ser expertos, y mucho menos críticos de arte, al observar detenidamente la obra de Tere Alonso de la Torre raro es no sentir la sensación de estar ante una gran artista. El tiempo será testigo.
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