En memoria de Max
Nuestro leal compañero, nuestro amigo incondicional
Ángeles Bustio
Viernes, 9 de mayo 2025
El 7 de mayo de 2025, con el corazón lleno de amor y los ojos empañados por la tristeza, nos despedimos de Max, nuestro querido perro, quien durante 16 años caminó junto a nosotros con una fidelidad inquebrantable. Max no era solo un perro; era parte fundamental de nuestra familia, un alma noble que nos enseñó a amar sin reservas y a disfrutar las cosas más simples de la vida.
Desde el primer día que llegó a casa, con su energía desbordante y ojos llenos de curiosidad, supimos que sería especial. Con su cola siempre en movimiento, Max celebraba cada regreso, cada caricia, cada paseo como si fuera el mejor momento del mundo. No necesitaba palabras para expresar lo que sentía; bastaba una mirada suya para llenar de paz el corazón más cansado.
Le encantaban las caminatas largas por el parque, correr tras pelotas que pocas veces devolvía y quedarse dormido bajo el sol, como si entendiera que la vida era mejor cuando se vivía con calma y gratitud. Cuando llegaban días difíciles, él siempre estaba ahí, silencioso pero presente, ofreciendo consuelo con una simple cercanía, con un hocico tibio apoyado sobre nuestras rodillas.
Max fue testigo de nuestros triunfos y de nuestras pérdidas. Creció con nosotros. Vio crecer a nuestros hijos. Escuchó nuestras risas y nuestras lágrimas. En todos esos momentos, su presencia fue constante, firme y amorosa.
Con los años, su andar se volvió más lento, sus ojos más sabios, pero su espíritu nunca perdió esa luz que nos enamoró desde el primer día. Hasta el final, siguió siendo ese compañero que no pedía nada y lo daba todo.
Hoy, su cuerpo descansa, pero su espíritu nos acompañará siempre. Vivirá en las historias que contaremos una y otra vez, en los lugares donde solía dormir, en el sonido de sus patas que aún creemos escuchar por la casa.
Gracias, Max, por tu amor incondicional, por tu compañía silenciosa, por tu alegría contagiosa y por haber sido, sin duda, uno de los mayores regalos que la vida nos dio.
Te extrañaremos siempre.
Descansa en paz, buen chico. Has sido más que suficiente.
