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Uno de los llenazos en el recinto, con capacidad para 9.000 personas. J. C. R.

Diez años del «cambio de modelo» con la carpa de La Ería

Música. Iglesias Caunedo apostó en 2013 por el recinto cerrado de San Mateo «para recuperar los grandes conciertos»

SUSANA NEIRA

Miércoles, 13 de septiembre 2023, 00:54

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Queen Bitch, Celtas Cortos y Loquillo estrenaron el nuevo recinto festivo de La Ería la noche del 13 de septiembre de 2013. La capital asturiana pasó así de los conciertos gratuitos de la Catedral en San Mateo a los de pago, y bajo cubierta, en la explanada del Tartiere. «Fue un cambio físico, pero sobre todo de modelo: teníamos la visión de recuperar los grandes conciertos en Oviedo», recuerda diez años después el alcalde que lo impulsó, Agustín Iglesias Caunedo. El tiempo dejó de afectar a la programación: «Trajimos la mejor carpa que había en España; y es evidente que La Ería funcionó y permitió que Oviedo volviera a los circuitos de bandas de rock, por ejemplo», añade el popular.

Un cambio de modelo para una transición hacia una asignatura que Oviedo aún tiene pendiente, aunque en vías de solucionarse con la reforma integral del Palacio de los Deportes -que alcanzará un aforo de 5.000 personas- y la iniciativa de los gestores del Wizink Center de Madrid, la empresa Provenue, que proyectan un espacio con capacidad para 15.000 personas en la nave M1 de La Vega para conciertos, eventos y ferias. Una tarea pendiente aún porque el gobierno de Caunedo ya asumía la necesidad de construir un espacio cerrado. Miraba entonces a Ciudad Naranco, pero «necesitábamos una solución a corto plazo y se demostró que La Ería funcionó y cumple con creces».

Aquella primera noche de conciertos de 2013 dio paso en los días siguientes a Fangoria y Nancys Rubias, Rosendo y los Suaves y Melendi, que este año regresa. Y en los dos años sucesivos, en 2014 y 2015, se repitió: la programación de pago volvió a La Ería, por donde han pasado Víctor Manuel, Raphael o Miguel Bosé. El tripartito mantuvo a su llegada el sistema -había contratos ya firmados- en 2015, pero las actuaciones regresaron a la Catedral -pese a las críticas de la Iglesia por los daños que las vibraciones causaban en el monumento-, de nuevo gratuitas, en el 2016, 2017 y 2018. Y en 2019, cuando el PP tomó de nuevo las riendas del Ayuntamiento, con Alfredo Canteli a la cabeza, se probó la Losa, pero las quejas vecinales acabaron plasmadas en una sentencia que impidió las celebraciones en este tipo de espacio. Con la pandemia por medio -en 2020 y 2021 las restricciones mandaban y se apostó por conciertos de poco aforo en el Auditorio-, no fue hasta el año pasado cuando los grandes conciertos, con capacidad para 9.000 personas, regresaron a La Ería. Con la carpa ya montada, pasado mañana se inaugurará en esta edición con Molan los 90's y ya tiene llenos garantizados con Melendi o Quevedo.

Cada San Mateo, para los populares se consolida más si cabe este modelo, avalado por la venta de entradas y algunos llenazos. Sin embargo, desde la oposición se mantienen las críticas. Desde el Grupo Municipal Socialista, apuestan por «unas fiestas para todos». «No compartimos el modelo de conciertos exclusivamente de pago que ha impuesto el PP, independientemente del recinto donde se hagan», explica la concejala Sonia Fidalgo, para quien este modelo lo que hace es beneficiar a «negocios privados». Al recinto en el aparcamiento del campo del Oviedo le añade otros inconvenientes: «Puede afectar a la seguridad de coincidir, como casi sucede este año, con partidos importantes; supone mayores costes al tener que cerrarse y vallarse, y está lejos de lo que ha sido el núcleo tradicional de las fiestas». Reprocha, además, que el Ayuntamiento no facilita opciones de estacionamiento para quien asista desde fuera de Oviedo.

Más dura aún, la portavoz de Vox, Sonsoles Peralta, lamenta la falta de alternativas en la ubicación de los recitales pese a que, según calificó, el año pasado, el regreso a La Ería fue «un fracaso, un pinchazo e incluso se llegó a pedir la dimisión de la concejala de Festejos, Covadonga Díaz». Por tanto, critica que «se vuelve a tropezar con la misma piedra» y cuestiona los precios de las entradas, «que no están al alcance de muchos ovetenses».

Al margen de todo esto, la carpa de La Ería ya está preparada de nuevo, diez años después, para un nuevo San Mateo. Ayer, además, Festejos anunció que la empresa Azurasa 21 S. L., encargada del Aquasella, gestionará las barras hosteleras en el recinto y abonará por ello al Ayuntamiento 40.250 euros.

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