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Trabajadores del taller de carpintería en 1880. E. C.
La fábrica de armas cumple 226 años «a la vanguardia»

La fábrica de armas cumple 226 años «a la vanguardia»

Trubia, un polo industrial. La sede asturiana de Santa Bárbara celebra su aniversario en medio del confinamiento y con la vista puesta en el contrato del 8x8

ALBERTO ARCE

Viernes, 24 de abril 2020, 00:20

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El 24 de abril de 1794 se dispone por real decreto el establecimiento de una factoría de municiones gruesas en las confluencias los ríos Trubia y Nalón, un documento que cambiaría la historia de la villa cañonera y el contexto fabril. Hoy, la vetusta factoría armamentística, la más antigua en funcionamiento de todo el país, cumple 226 años. Tras sus paredes, talleres, pasillos y galerías están escritos los orígenes de la industrialización asturiana en los albores del siglo XIX. «Un hito en la industria general española que nació para posicionarse a la vanguardia de la técnica», explicó ayer el economista y estudioso, Roberto Suárez Menéndez.

En términos historiográficos, la fábrica de armas, hoy regentada por el gigante estadounidense General Dynamics, tiene dos fases fundamentales y dos nombres clave. El primero, el ingeniero militar Casado Torres, al que le habían encomendado por aquel entonces encontrar un lugar donde construir una complejo armamentístico alejado de la guerra con los franceses y que pudiese suministrar de material bélico al Ejército español.

Este, en apenas un mes, desarrolló el proyecto y eligió Trubia por sus elementos naturales disponibles: madera, mineral de hierro, agua y carbón. «El principal objetivo era poner en marcha el primer horno alto de cok, pero no lo consiguió», destacó Suárez Menéndez. Y es que los primeros hornos, 'Volcán' e 'Incendio', para 1797 solo podían fundir carbón vegetal, y no cok. «Un desastre».

Pero no fue hasta 1844 cuando con la llegada del militar liberal Francisco Antonio de Elorza y Aguirre, el general Elorza, su historia comenzase a florecer del todo. «El gran hito de Elorza, además de la creación del taller de artillería, la joya de Trubia», expuso el geógrafo Toño Huerta, fue la puesta en marcha de la Escuela de Aprendices. «La precursora del modelo de Formación Profesional en España y casi en Europa», destacó.

Después, y durante más de medio siglo construyendo un patrimonio invaluable, llegaría el siglo XX y tras él la Primera Guerra Mundial, de la que la fábrica salió con cerca de 4.000 empleados y la villa con un censo de 7.000 habitantes -en la actualidad ronda los 2.000 y la fábrica el medio millar de trabajadores-.

Después de dos siglos, Santa Bárbara sigue con la mira puesta en la vanguardia tecnológica militar, hoy condicionada a uno de los megacontratos más importantes de la historia del Ejército: el del 8x8 Dragón que la empresa perdió en diciembre. Ahora, en asociación específica con Indra y Sapa, vuelve a ser la favorita para adquirir el encargo, y tal como anunció el jefe de Estado Mayor del Ejército, el general Francisco Javier Varela Salas, las Fuerzas Armadas confían en que Defensa formalice el contrato con la empresa «antes del verano». El proyecto es «perfectamente asumible en el escenario post coronavirus para reconstruir el tejido industrial de la nación», aseguró al diario ABC.

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