Las hermanas Polledo, una vida tras el mostrador
Liquidación. María Jesús y Ángeles «no paran» de recibir clientela tras anunciar el cierre de la emblemática librería
L a librería Polledo, abierta en 1952 en la calle del Peso, se convirtió en el punto de lectura más querido del casco Antiguo entorno a la poesía, las humanidades, las normativas y los ensayos; con una especial apuesta por los autores asturianos. Ahora, tras 72 años, cerrará el próximo 20 de abril.
Fundada por Amado Polledo, sus hijas, María Jesús y Ángeles, serán las encargadas de poner fin a este negocio familiar, jubilación mediante. Precisamente, por ser tan querido para la familia ◘–sin una tercera generación a la vista–, «traspasarlo, para nosotras, no era una opción».
La librería es, ha sido, su vida, «desde que llegábamos al mostrador». María Jesús fue la primera en coger el testigo y Ángeles se unió a ella después, «hará 38 años». Acompañadas en los primeros tiempos por su padre, se recuerdan «catalogando o anotando libros, porque antes no había ordenadores».
Una mañana entera no les bastaría para hablar de la historia de la librería, que «ha ido evolucionando» con el paso del tiempo. «Por ejemplo, hace 36 años, aproximadamente, se tiró la casa; se respetó la fachada original por formar parte del casco histórico, pero por dentro se renovó entero. Así que se han ido teniendo actualizaciones y cambios con los años», rememora María Jesús.
Ambas recuerdan momentos como la época de la censura y la 'lista de los libros prohibidos' durante el franquismo, que les costó una visita policial por tenerlos «expuestos en una estantería porque mi padre no se había enterado»: «un buen susto» que, afortunadamente, quedó en nada.
Otro gran paso fue la llegada de los libros de bolsillo de Alianza Editorial, algo de lo que se declaran orgullosas de «haber sido testigo de una evolución tan importante». Sin embargo, lo que conservan en su memoria con gran cariño como librería asturiana y ovetense fue la publicación de 'La Regenta' tras salir de la censura franquista, un momento icónico. «En tiempos de Franco, para la compra de libros y la lectura, las cosas eran muy diferentes a como las conocemos hoy en día», aseguraron.
Desde que se anunció de forma pública su adiós –en el Día Mundial de la Poesía con el poeta Javier Almuzara– ha sido un «no parar» de clientela, hambrientos por llevarse un recuerdo de los últimos ejemplares de la librería, tanto las novedades como los más antiguos.
Con la fecha del cierre prevista para el 20 de abril, las ventas en estos días de liquidación son constantes. Aunque algunos ejemplares ya han sido devueltos a las editoriales, mantienen en el mostrador las apuestas particulares de las dos hermanas; como la guía 'Oviedo: cuaderno ilustrado', de Pilar Gutiérrez, y el poemario 'Quizá yo', del ovetense Rodrigo Olay.
«Paisaje urbano»
Han sido, precisamente, sus elecciones de obras para el público lo que, en opinión de la mayor de las Polledo, les ha hecho «después de tantísimos años» ganarse una clientela de confianza. «También ha tenido repercusión el hecho de que cerremos, porque la gente piensa que perder una librería es muy importante. Formamos parte del paisaje urbano de Oviedo y una librería da información tanto a los aficionados como a los que no lo son», destaca.
De ahí que ambas agradezcan las visitas de sus clientes más queridos, quienes acuden a despedirse y, de paso, engrosar sus estanterías. Es el caso, por ejemplo, de Concepción González y Guillermo Estrada; fieles a la librería Polledo «desde que mis hijos empezaron el colegio», «siento muchísimo que cierre». «Con el tiempo ya no era una compra normal, porque ya había amistad, entonces te tratan mejor que en otros sitios».
Con todo, para las hermanas Polledo el llegar al final del este camino «es un sentimiento por un lado necesario pero que por el otro da mucha pena». Irse supone decir adiós a «estar al día de todos los libros, porque nosotros, los libreros, somos unos amantes de la lectura».
Lo llevan en sus genes.
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