Una mirada nostálgica a la historia de la villa de Trubia

Trubia es un lugar peculiar, un pequeño oasis industrial a pocos kilómetros de Oviedo, un 'barrio' rural de la capital asturiana al que sus habitantes no dudan en llamar pueblo y en el que el tiempo pasa ligeramente más despacio. Pero no lo suficiente como para evitar que en los últimos ciento cuarenta y cinco años haya cambiado más de una cosa en la villa cañonera. 'Trubia desde la nostalgia' es el libro que ha editado Valentín Álvarez para enseñar esos cambios y, de paso, cuenta con cierto grado de melancolía, «mirar a los ojos a todo aquello que ya no está donde estaba antes».

Un libro que reúne 428 fotografías de entre 1885 y el año 2000, apenas sin texto -el poco que hay se limita al prólogo del abogado y vecino Jesús González Vizuete-, y que enseña lo que fue y lo que es en la actualidad la villa cañonera. En ese sentido, hoy cualquiera puede hacer una fotografía desde su teléfono móvil con resultados más que aceptables para el día a día doméstico. Hace casi un siglo medio no era tan fácil, explica Álvarez: «Los primeros fotógrafos llegaron a Trubia a finales del siglo XIX contratados por la fábrica de armas».

La selección del libro es parte de la colección privada del trubieco y parte del Museo del Pueblo de Asturias, que cedió parte del material. «Trato de dejar un documento para la posteridad en el que se pueda ver cómo era Trubia antiguamente y rendir un sencillo homenaje a toda la gente de Trubia que ya no está, y a la gente de Trubia que viva fuera del pueblo», señala.

'Trubia desde la nostalgia' es el tercer libro editado por el trubieco. El primero, 'Recuerdos de Trubia', reunió 170 fotografías en 2009 que hablaban de la historia de la fábrica de armas, ahora sede de Santa Bárbara Sistemas, desde sus orígenes. De su bonanza y un declive generalizado durante las últimas décadas que ha comenzado a disolverse ahora con la proyección de un futuro más claro y prometedor gracias a la llegada del esperado y necesario contrato del VCR 8x8 Dragón, que afianzará la carga de trabajo en la localidad durante una década y traerá consigo más de trescientas nuevas contrataciones en pocos meses.

En la nueva mirada al pasado que ha realizado Álvarez eso vuelve a aparecer. No podría ser de otra manera, advierte. «Trubia es una localidad industrial» y ello merece una de las cinco partes en las que está dividido el libro. Fotos antiguas de la fábrica, Industrias Doy y la Química del Nalón. Eso sí, las «más vistosas», anticipa, las de los aprendices, desfilando por el pueblo con sus uniformes. O la de una visita, matiza, de Alfonso XIII a la villa en 1902.

Por lo demás, fiestas, sociedad y hasta urbanismo. Álvarez recoge en el primer capítulo del libro unas 80 fotografías que «ayudan a entender», expone, los cambios más reconocibles que ha sufrido Trubia a lo largo de los últimos años. Vistas y calles, urbanización y antiguos edificios a los que la piqueta no permitió quedarse para contemplarlos hoy en día.

Como apasionado del deporte -Álvarez hasta editó otro libro en 2010 hablando de la historia del fútbol en Trubia a través del Real Juvencia-, este punto «no podía faltar», asegura. Además del Real Juvencia, las páginas de este apartado muestran fotos de vecinos practicando el voleibol, balonmano, ciclismo, bolos, entre otros deportes.