Borrar
Una modelo desfila con un traje de novia de Lucila Gulías.

Ver 29 fotos

Una modelo desfila con un traje de novia de Lucila Gulías. Mario Rojas

La moda se siente en Oviedo

Filarmónica. La Fashion Week escenifica una pasarela crítica con la sociedad actual: «Hay que parar a ver el arte»

Jueves, 22 de mayo 2025, 00:00

El Filarmónica se vistió de gala para celebrar la XXXV edición de la Fashion Week, un evento que pone en el epicentro la moda asturiana y nacional. Con Óscar Gijón al frente como presentador, el teatro se silenció cuando las luces se atenuaron cediendo el protagonismo a un escenario fiel reflejo de un lienzo de tendencias. Con «los nervios siempre a flor de piel», la organizadora, Lourdes Iglesias, explicó que la edición de 2025 buscaba algo más que exhibir prendas; ser un espejo de la realidad: «Queremos representar con este desfile el caos de las ciudades, donde todos nos vemos, pasamos al lado, pero no nos sentimos; hay que humanizar». «Párate a ver el arte, a oler las flores de la vida», fue el mensaje lanzado. Una metáfora urbana que se tradujo en una amalgama de estilos y propuestas.

Las modelos –en total, 22– lucieron los diseños de marcas destinadas a todos los públicos. La primera en conquistar la pasarela fue Marian Vaquero, llegada desde Cangas de Narcea. Sus creaciones, con una paleta de colores que evocaba los paisajes de su tierra y texturas que susurraban historias ancestrales, demostraron una elegancia rústica y sofisticada.

Un suspiro colectivo de ternura recorrió el patio de butacas cuando llegó el turno de Angelitos de Yema, de Villaviciosa. Pequeños gigantes de la moda infantil desfilaron con una gracia y desparpajo que arrancaron sonrisas y los aplausos más cálidos. Sus diseños, una explosión de color y alegría, reflejaron la inocencia y la fantasía de la niñez, con tejidos cómodos y patrones lúdicos que invitaban a soñar.

La sofisticación tomó el relevo con La Marquesa, firma con sede en Parque Principado. Sus modelos, una elegancia contemporánea, con cortes impecables y una cuidada selección de tejidos que realzaban la figura femenina.

Desde Bilbao, Eder Costume irrumpió con una propuesta audaz y vanguardista: diseños, conceptuales y llenos de carácter desafiaron las convenciones, jugando con volúmenes, asimetrías y una paleta cromática impactante.

La frescura infantil regresó con la ovetense 7 Colores, que volvió a llenar la pasarela de vitalidad y encanto. Sus propuestas para los más pequeños: estampados originales y colores optimistas recibidos con otra oleada de aplausos.

Le siguió la delicadeza de 7 Rosas, también de Oviedo, cuyas creaciones parecían susurrar historias románticas. Encajes sutiles, tonos empolvados y siluetas etéreas definieron una colección que evocaba una feminidad atemporal y elegante.

La moda masculina tuvo su momento estelar con Gales Moda Hombre, de Langreo. La firma demostró que la elegancia y la comodidad pueden ir de la mano, presentando una colección con cortes precisos, tejidos de calidad y un estilo que combinaba lo clásico con toques modernos, perfecta para el hombre contemporáneo que valora la distinción.

El broche de oro llegó con un merecido reconocimiento a la alta costura gallega: Lucila Gulías. La pasarela se rindió ante la maestría de la diseñadora, cuya brillante trayectoria profesional fue ovacionada. Sus modelos destilaban una sofisticación sublime, con acabados impecables, tejidos nobles y un diseño que hablaba el lenguaje universal de la excelencia.

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio La moda se siente en Oviedo