«Pedimos más negocios abiertos»
Negocios. Fruterías, carnicerías y floristerías conviven en «la calle más comercial de Colloto»
La calle Luis Suárez Ximielga, en el barrio ovetense de Colloto, conserva todavía el pulso de un pequeño comercio que se resiste a desaparecer. Entre fruterías, carnicerías y floristerías, los vecinos y clientes habituales siguen dando vida a una de las vías más comerciales de la zona, aunque muchos de sus comerciantes coinciden en que «hace 30 años estaba llena de tiendas» y que hoy cuesta mantener el ritmo.
Frutería Mari Luz
Silvia Prieto decidió dar el salto tras trabajar durante muchos años en un supermercado. «Llevaba de encargada diez años y vi esta oportunidad porque se jubilaban y dije 'pues ahí voy'», explica mientras atiende a una clienta. Hace poco más de un año abrió la frutería Mariluz, que no solo abastece a los vecinos, sino también a varias empresas y servicios de la zona.
«Estoy muy contenta porque abastezco también a restaurantes», dice. Además, intenta crear sinergia en la calle y en el barrio en general con eventos que unan al pequeño comercio. «En Halloween, por ejemplo, tratamos de hacer cosas para unir más a la calle. Todos los niños vienen y ya tengo clientela fija y el boca a boca funciona», agradece. Su apuesta demuestra que todavía hay espacio para proyectos nuevos, siempre que vayan acompañados de ilusión y esfuerzo, «por parte de todos aunque a veces no se pueda».
Carnicería Carmina
A pocos metros, Eduardo Simón y su primo Eduardo Alba mantienen abierta la carnicería Carmina, fundada por su tía. Eduardo lleva ya 22 años detrás del mostrador y ve cómo la calle ya no es lo que era y cómo ha cambiado. «Esto hace 30 años estaba lleno. Casi no había un local vacío y al mediodía no estaba como ahora, sino lleno de gente que hacía la compra en los pequeños comercios. Ahora sobrevivimos», reconoce. La clientela varía según la temporada: «El verano es malo, en invierno hay más gente obviamente porque aquí en Colloto casi no queda nadie durante las vacaciones ni turistas...pocos vienen por aquí». Su especialidad son los callos, un plato que les ha dado fama y que mantiene fiel a buena parte de sus clientes. «Los preparados los compran mucho los jóvenes y los callos».
Flores Berta
Las flores también tienen su espacio en la calle. Desde hace casi una década, Bárbara Suárez y Susana Blanco gestionan Flores Berta, donde la clientela fija convive con una creciente presencia juvenil. «Los jóvenes compran muchas flores. Incluso vienen por retos de TikTok: un día piden una amarilla, otro una blanca…», explica Bárbara con una sonrisa. También notan la fuerza de fechas señaladas como graduaciones, el Día de la Madre o las modas de las rosas. Eso sí, reclaman más comercios abiertos para revitalizar la calle.
Flores Laura
La decana de la calle es Covadonga Alonso, al frente de Flores Laura, la otra de las dos floristerías que hay en la misma calle, a pocos metros una de otra. Lleva abierta desde 1989 y a sus 70 años sigue sin pensar en jubilarse. «Hay momentos muy duros, como la campaña de difuntos, que va desde finales de septiembre hasta noviembre y no paramos ni para dar un caramelo a los niños que vienen en Halloween», dice entre risas. Aunque reconoce que no hay relevo generacional, se muestra agradecida por el apoyo del Ayuntamiento de Oviedo: «Cada vez que pido algo, responden».