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«Es un día de intercambio de culturas, folclores y tradiciones»
Público. La comunidad latinoamericana en Asturias disfruta especialmente del desfile: «Es una manera de celebrar aquí las fiestas de allá»
COVADONGA DEL NERO
Martes, 20 de septiembre 2022, 01:43
Oviedo, y Asturias en general, es tierra amiga de la comunidad latinoamericana. Quedó demostrado durante el desfile del Día de América en Asturias, celebrado ayer por las calles de la capital y donde los protagonistas de la jornada no fueron tanto los ovetenses de nacimiento, sino los que lo son porque encontraron aquí un hogar, lejos de su tierra. «Es una manera de celebrar las fiestas nacionales de allá», agradeció Johana Monroy, que ya había pasado por la calle Uría, en su esquina con Independencia, a las nueve de la mañana de ayer «para tantear la zona». Al final, junto a sus familiares y amigos Carlos Torres, María Eugenia Díaz, David Bermúdez, Silena Peña, Julián Jiménez y Luis Frade, se instaló en la vía para ver el desfile «sin perderme nada» a las dos de la tarde.
Este grupo de amigos, colombianos y venezolanos, portaron banderas y camisetas de fútbol de sus países en su primer año, ya que «llevamos cuatro viviendo en Asturias pero la pandemia no nos permitió disfrutarlo al 100%». Para Torres, esta fiesta es «un día de intercambio de culturas, folclores y tradiciones de diferentes pueblos porque solo somos uno, sin odios». Porque para ellos «intercambiar cultura es intercambiar lo más importante».
También en su primer desfile, invitada por su pareja, la chilena Fernanda Cadima estaba «emocionada» por conocer «este día del que tanto me hablan». Concretamente Patricio Ortiz, de Ecuador, lleva quince años «viniendo todos a ver a mis compatriotas» y este lo hizo acompañado por Cadima. «Tenía muchas ganas de verlo porque ya vi banderas chilenas y un par de amigos bailan en el desfile; estoy nerviosa», reconoció la joven. Una fecha para «disfrutar sin preocupaciones, al menos mientras pasan las carrozas».
Compatriotas de Ortiz, los ecuatorianos Dayana Guanopatin, Melanie Maria Arias, María Luisa Llasag, Diego Arias y Daña Arias llevan viviendo en Oviedo «unos diez años. Y ni uno de ellos quisieron perderse el desfile. «Venimos siempre, es una manera de dar visibilidad a la cultura americana dentro de las fiesta de Oviedo», explicó la familia. «Da mucha emoción poder ver a nuestros compatriotas y a los del resto de países de Latinoamérica, y queremos disfrutarlo al máximo». Por ello escogieron la esquina del Viaducto Marquina con Independencia: «Tuvimos mucha suerte de encontrar la primera fila en esta calle, que es el principio del recorrido».
Nacidas ya aquí, pero de raíces bolivianas y peruanas, Daniela y Alexandra Amaya y Dayane Reyes llevan viniendo «desde pequeñas», tal y como ahora ambas amigas hacen con Alexandra, la pequeña. «Nos gusta, nuestra gente es la protagonista de este día», destacaron ambas. «Tenemos muchas ganas de ver las carrozas de Bolivia y Perú, sobre todo, pero nos gusta compararlas todas», añadieron. Esas ganas se vieron reflejadas en que llegaron sobre las cuatro y media -una hora antes del arranque del desfile- para poder ocupar «una primera fila».
«Nos lleva a nuestros países»
La familia colombiana Dovale Cárcamo llevaba «tres años esperando el desfile, porque no lo llegamos a conocer por el coronavirus» y aseguró que es una cita «totalmente diferente a las del resto del año; nos lleva a nuestros países de nacimiento».
Desde El Salvador, y tras cuatro años en la capital asturiana, Edward Barahona también quiso llevar a su pequeño Santiago a la que fue «nuestra segunda vez celebrando el día desde aquí». «Es una manera de que también los más pequeños, que no recuerdan tanto los países a los que pertenecen, vean un poco de todas las culturas de América», indicó Barahona.
Además, «el tiempo respeta y hace un día espectacular» para poder disfrutar de los haigas, primero, custodiando lo más importante del día de ayer, las carrozas de cada uno de los países americanos. Una cita ineludible para la mayoría de latinoamericanos que echan de menos su tierra, pero también para multitud de ovetenses que llenaron las calles durante todo el recorrido.