«Santa María del Naranco es la estampa de Asturias»

No habría verano en Oviedo sin Santa María del Naranco a pleno rendimiento. La joya por antonomasia del arte prerrománico de Oviedo junto a San Miguel de Lillo y San Julián de los Prados abrió ayer sus puertas al público después de varios meses de reforma para mejorar los accesos, las escaleras y el entorno. Todo ello enmarcado en una inversión regional de 209.000 euros. Durante toda la mañana el tránsito de turistas fue grande por el monumento, aunque sin aglomeraciones y siempre en pequeños grupos que se juntaban (un máximo de diecinueve personas) para entrar.

Una entrada regulada en la que, como gran novedad, se podía admirar la enorme losa de más de mil años hallada durante las obras de reforma y que ha levantado la curiosidad de asturianos y visitantes. Más curiosidad entre los asturianos que entre los visitantes, sencillamente por la falta de información allende las fronteras del Principado, pero un elemento importante para demostrar la función primigenia del edificio. Unos investigadores sostienen que se trata de la base del sepulcro de Ramiro I y otros, de un pequeño punto elevado desde el que el monarca asturiano podía arengar a los suyos.

Las salmantinas Nieves Sánchez, Lola Borrego y la joven Eva Delgado se acercaron ayer a Santa María para empaparse de la historia de la región. «Venimos mucho a Asturias, en concreto a San Juan de la Arena, pero queríamos conocer los monumentos prerrománicos; es la típica estampa de Asturias, una región y una zona que está muy bien conservada».

Los tinerfeños Cristina Dorta, Gustavo Perdomo y su hija Valentina no podían disimular «la preciosidad que estamos viendo. Es todo muy verde y muy bonito, qué más podemos decir».

Otros salmantinos, María Concepción Ruiz y Luis Garrote, lo tenían claro: «Esto es una maravilla. Muy bien cuidado. Los edificios en Oviedo son preciosos, de hecho la diversidad de estilos nos llama mucho la atención». Una diversidad de estilos que contrasta con Salamanca, con un conjunto monumental que es la envidia del mundo, pero que adolece de la diversidad ovetense: «Es preciosa esa fusión de estilos que no vemos en casa».

A pie de la renovada escalinata, Gorka Izquierdo, su mujer Verónica Serrano y sus hijas Ainise y Alicia, aterrizaron ayer mismo desde Mallorca: «Se ve muy bonita la iglesia y nos llama la atención que esté abierta al público porque, normalmente, los monumentos que visitamos suelen estar cerrados».

Santa María del Naranco ha vuelto a su esplendor para el disfrute del público.