La Universidad se rinde ante el último bohemio

Era habitual verlo cruzar las empedradas calles del Antiguo con un lienzo bajo el brazo. Juan Falcón entendía el arte en gerundio y consagró toda su vida a perfeccionar un estilo propio. Su heterodoxia lo hizo único, pero también fue su castigo y, tras su muerte, un manto de silencio se cernió en torno a su obra. Para reparar este «injusto olvido», estudiantes de la Universidad de Oviedo inauguraban ayer una exposición dedicada al pintor y escultor asturiano en el Edificio Histórico. «Hoy es un día muy feliz para la familia, mi tío estaría satisfecho», expresaba, visiblemente emocionada, la sobrina del artista, galerista y concejala del PSOE, Lucía Falcón.

En realidad, la muestra nació como un ejercicio de clase para los estudiantes del máster de Estudios Avanzados en Historia del Arte: Investigación y Gestión. «Quería que los alumnos se implicasen en el proceso de divulgación cultural y fuesen más allá de lo establecido», apuntó Sara Álvarez, coordinadora de los estudios de máster. El reto pronto fue asumido por los estudiantes y, a lo largo del semestre, se encargaron de bucear en los archivos, contactar con las galerías y hablar con la familia. «Nos costó organizarnos, pero hemos construido una muestra sugerente y representativa del arte de Falcón», explicó Celia Posada, alumna del máster.

El resultado de ese trabajo exhaustivo es una muestra de 32 piezas, con pinturas, collage, esculturas y vídeos inéditos del artista ovetense. La exposición cuenta asimismo con una recreación de su taller y un viaje sonoro que recorre las canciones que marcaron al último bohemio, apasionado melómano.

Al acto de presentación también asistieron la vicerrectora de Extensión Universitaria y Proyección Cultural, Pilar García Cuetos; y el rector, Ignacio Villaverde, quien agradeció a los alumnos por «poner el nombre de la Universidad de Oviedo bien alto».

La muestra, que explora los años más creativos de Juan Falcón, se podrá visitar hasta el 16 de julio.