Cuevas en Asturias para visitar con niños
Ver pinturas rupestres, conocer cómo vivían nuestros ancestros o adentrarse entre misteriosas cavidades. Sin duda, una opción que encantará a los pequeños de la casa
Asturias es un auténtico paraíso natural con el que disfrutar en todas las épocas del año, tanto el que se muestra a la luz del sol como el que se puede descubrir adentrándonos en sus entrañas.
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Cuevas llenas de historia con pinturas rupestres en sus paredes, cavidades enormes llenas de estalactitas y estalagmitas que dejarán a todos sin habla o incluso, galerías misteriosas para recorrer en la que encontrar diferentes recovecos.
Vamos a descubrir algunas cuevas en Asturias que son perfectas para visitar en familia.
Cuevas en Asturias
La Cueva de Tito Bustillo
Una de las más conocidas y visitadas de Asturias es la Cueva de Tito Bustillo, de hecho, fue declarada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 2008. La afluencia de público y el hecho de que sólo pueden visitarla 150 personas al día, hace recomendable adquirir las entradas online con antelación.
En uno de los conjuntos rupestres mundiales del arte Paleolítico. De los doce conjuntos que la forman, el que se puede visitar es el Panel Principal, en el que se pueden observar renos, bisontes, caballos, uros y ciervos pintados hace unos 12.000 o 17.000 años, junto con símbolos de hace más de 20.000 años.
Datos importantes a tener en cuenta para la visita, esta temporada estará abierta hasta el 30 de octubre y la edad mínima para acceder a la cueva es de 7 años.
Cueva Huerta
Situada en el concejo de Teverga y declarada Monumento Natural desde 2002, Cueva Huerta es una de las mayores cavidades que se puede visitar en la región, de aproximadamente 14,5 kilómetros. Se encuentra muy cerca del Parque de la Prehistoria de Teverga por lo que pueden visitarse el mismo día.
La visita es perfecta para hacer con niños ya que se realiza a través de una pasarela de madera y tiene un recorrido aproximado de unos 300 metros. Es recomendable reservar la visita, que tiene unos 50 minutos de duración y, en el horario de invierno, solo se realiza los fines de semana. El precio es de 5 euros adultos y 4 euros niños mayores de 2 años.
A los pequeños les dejará sin habla este espacio de gran interés geomorfológico y espeleológico en el que hay que destacar también la presencia de importantes colonias hibernantes de murciélagos. ¡Toda una aventura!
La cuevona de Avín
Una parada imprescindible para conocer cómo era la Europa de las glaciaciones, cuando las condiciones climatológicas eran de frío extremo y fuertes vientos, es el Centro de Interpretación de la Fauna Glacial de los Picos de Europa que está ubicado en el interior de una cueva, en Avín, conocida como La Cuevona.
Durante la visita se descubrirá cómo era la vida 45.000 años atrás y grandes y pequeños podrán ver réplicas a tamaño real de mamut, ciervo gigante, rinoceronte lanudo, tigre dientes de sable e incluso, restos fósiles de un rinoceronte.
Fuera de temporada alta, de julio a septiembre, siempre se debe acudir con reserva telefónica. La visita tiene unos 45 minutos de duración y el coste es de 3 euros adulto y 2,5 euros menores de 12 años o grupos. También se puede hacer una visita combinada con el Centro de Interpretación del Queso Gamoneu que incluye una degustación del mismo.
Cueva del Pindal
La cueva del Pindal, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2008, ofrece una combinación que dejará sin habla a niños y mayores, entre las pinturas rupestres de alto valor arquitectónico y la impresionante vista hacia el mar cantábrico.
Se localiza en el cabo de San Emeterio y durante la visita guiada, en la que se puede recorrer la primera mitad de los 600 metros de su galería, se podrán admirar representaciones de bisontes, ciervos, caballos y mamuts, entre otros.
La cueva está abierta durante todo el año aunque se recomienda la visita a partir de los 7 años de edad. La entrada general tiene un coste de poco más de 3 euros y la reducida, 1,62 euros.
Las cuevas de Andina
Un bosque de cuevas a cielo abierto. Las cuevas de Andina o As Covas de Andía, en el concejo de El Franco, se encuentran en la localidad de Arancedo en un entorno conocido como Valle Feliz y no tienen nada que ver con el tipo de cuevas que hemos comentado hasta ahora.
En ellas no hay pinturas rupestres ni restos de civilizaciones antiguas, pero sí un lugar lleno de misterio que hará las delicias de los más pequeños al poder descubrir espacios escondidos.
Este conjunto de cuevas no son naturales, en realidad son los restos de una explotación aurífera que hicieron los romanos hace 600 millones de años, sobre un terreno kárstico.
Declaradas Monumento Natural en el año 2002, recorrer estas cuevas será como sumergirse en un universo mágico debido en parte a la gran cantidad de vegetación que ha ido cubriendo el entorno.
La visita guiada, única manera de recorrer las cuevas, transcurre por un sendero circular de unos 2 kilómetros y durante la temporada de invierno (en la que nos encontramos) tienen lugar los fines de semana. El coste es de 3 euros adulto y 2,5 euros la infantil y senior. Menores de 5 años gratis.
Estos son solo algunos ejemplos de cuevas que se pueden visitar. Una actividad que gustará mucho a los pequeños de la casa y uno de los planes interesantes que se pueden hacer en Asturias y que se pueden encontrar en la sección de planes.
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