De excursión en familia en plena naturaleza, en los Oscos

Esta reserva se distribuye en torno a catorce municipios de Asturias y Lugo. Hablamos de casi 160.000 hectáreas y de unos 30.000 habitantes repartidos por toda la zona.

Una zona muy amplia y muy atractiva para el visitante porque está llena de opciones de ocio y cultura, desde pueblos marineros a pequeñas y encantadoras aldeas de interior. Paisajes espectaculares y por supuesto, numerosas opciones de turismo activo para los visitantes más intrépidos y aventureros.

Más o menos nuestra ruta se va a mover en torno al Río Eo, un importante río salmonero que además sirve de hogar a numerosos peces de otras especies y a una gran cantidad de aves acuáticas migradoras.

Este entorno natural fue declarado Reserva de la Biosfera en el año 2007 y cuenta con tres zonas de especial protección para las aves, nueve lugares considerados de importancia comunitaria y un humedal de importancia internacional. Estamos hablando de un entorno natural protegido y privilegiado.

Por concretar sólo con ejemplo, en este entorno vamos a encontrarnos con más de 15.000 kilómetros cuadrados de monte y más de 200.000 árboles en el entorno del Monte Peloño, el hayedo mejor conservado de toda la Península Ibérica.

Las posibilidades de sorprendernos en alguno de los enclaves de este entorno son muchísimas y todas merecen la pena aunque lo más práctico es seleccionar aquellas que más se adaptan a las características y a los gustos de los viajeros.

Para los más pequeños de la familia, los restos medievales que se van a encontrar en algunos municipios, son casi como un viaje en el tiempo a poquito que les contemos de dónde son y por qué están ahí ahora, tantos años después.

Además, las opciones hosteleras y hoteleras que ofrece toda la zona son numerosas y se ajustan a todos los presupuestos y necesidades. Son un claro ejemplo de cómo el turismo rural bien enfocado es un importante motor económico para recuperar y mantener la arquitectura y las costumbres tradicionales de una zona como es esta.

Es una de esas paradas sin duda porque es el vivo ejemplo de cómo una zona deprimida puede transformarse en referente de turismo rural en España.

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Se propusieron conservar y recuperar la artesanía y las costumbres tradicionales y consiguieron no solo eso sino además convertirlas en un gran atractivo para el turismo.

Podemos hacer una parada en el Museo de la Cuchillería para descubrir que el origen de este oficio en este municipio se remonta al siglo XIX como una derivación de las actividades que se realizaban en las ferrerías más tradicionales.

Quizás los más valientes se atrevan con alguna excursión a caballo de las que se organizan en el municipio por distintas empresas o quizás sea el momento de parar y reponer fuerzas en cualquiera de los establecimientos que existen en el pueblo.

En Os Teixois, una antigua aldea del siglo XVIII, fue declarada Bien Cultural y hoy funciona como museo etnográfico.

Hay visitas guiadas que nos acercan a los viejos ingenios hidráulicos, podemos descubrir el molino del antiguo mazo, el del batán y el de la forja.

En torno a Taramundi, Os Teixois y As Veigas entre otros, se extiende la Ruta del Agua. Un recorrido senderista por el que podemos pasear y que nos va llevando por lo más seductor del municipio.

As Veigas conserva intacta su arquitectura tradicional y original de piedra y pizarra. Que no nos asuste el puente de madera de la entrada al municipio que parece más débil de lo que realmente es.

Una de las paradas imperdibles tendremos que hacerla en la que se conoce como «la perla del Eo», el municipio de San Tirso de Abres, situado en el valle fluvial y poseedor de uno de los paseos más extensos y tranquilos en torno al río.

Por aquí pasa el Camino Primitivo de Santiago y además encontramos también la Ruta del Ferrocarril que transcurre por las antiguas vías del tren minero que cerró en 1964.

En Villanueva de los Oscos nos encontramos con el Ecomuseo del Pan donde podemos aprender cómo era el proceso de elaboración del pan desde sus orígenes en la siembra del cereal hasta llegar al amasado y la cocción. Además podremos reconocer los hórreos tradicionales en los que se guardaba el cereal.

No podemos dejar de reconocer la belleza del Conjunto Monástico de Santa María que también encontramos en este municipio. Se trata de un monasterio del siglo XII fundado por el rey Alfonso VII y su esposa Berenguela de Barcelona. Es una de las joyas más reconocidas y apreciadas por todos los turistas que llegan a Villanueva de los Oscos.

Otro de los lugares que merecen una visita son algunas de las numerosas minas que se encuentran abandonadas por todo el entorno y que datan del Imperio Romano, cuando el municipio era una importante reserva de oro.

En Santa Eulalia de Oscos encontramos otro de los centros turísticos de la comarca además del conjunto de molinos más grande de España. Un municipio en el que se trabajaba sobre todo el hierro y la herrería para lo que la fuerza del agua era un elemento fundamental.

Llegamos a San Martín y vamos a encontrar distintos monumentos que merecen nuestra atención y nuestro tiempo, como el Palacio de Mon de estilo barroco asturiano o la iglesia parroquial y la Casa de los Guzmanes.

El camino continúa y nos lleva hasta la villa histórica de Castropol con su magnífico casco histórico, sus casas palaciegas y su arquitectura indiana. En Figueras nos pararemos a pasear por la playa de Peñarredonda, considerada como una de las mejores del oriente asturiano y declarada Monumento Natural.

Y si aún nos quedan fuerzas y tiempo podemos acercarnos a recorrer la senda de los Doce Puentes en Vegadeo, concejo limítrofe con Galicia que es parada de los miles de peregrinos que cada año hacen el Camino de Santiago por la Costa.