Senderismo en Asturias: tres opciones saludables

Durante la semana es común pensar en los diferentes planes que se harán el sábado y el domingo. Ir a comer a algún sitio, visitar algún pueblo del maravilloso entorno de Asturias o, por qué no, practicar un poco de senderismo.

Según su definición el senderismo no es más que una actividad deportiva, fuera de competición, que consiste en caminar siguiendo algún itinerario marcado. Normalmente, se hace recorriendo alguna senda estipulada, aunque también se puede realizar a través de caminos rurales, vías verdes, etc. Esta práctica es, además, una manera de disfrutar de la naturaleza y respirar aire puro a la vez que se hace ejercicio. Lo cierto es que son muchos los beneficios que puede aportar esta práctica deportiva:

El senderismo es uno de los deportes aeróbicos de mayor duración y por lo tanto, de los que más adelgazan. Cuando realizas una ruta, estás en movimiento constante durante mucho tiempo realizando un esfuerzo extra que hará que se quemen calorías. Desde luego que la dificultad de la ruta, si tiene desniveles fuertes o no, así como su duración influirán en que la pérdida de calorías sea mayor o menor, pero simplemente por practicarlo ya se parte de una base importante.

Es una actividad aeróbica de larga duración que activa el corazón fortaleciéndolo y ayudando a prevenir la enfermedad cardíaca o, mejorarla en caso de que ya se padezca.

Practicar el senderismo ayudará a ponerse en forma. Tonificará los músculos de las piernas, gracias al terreno desigual y a las pendientes que habrá en el camino. Además, normalmente se practica portando una mochila con víveres para el recorrido, por lo que también puede ayudar a aumentar la fuerza en espalda y pecho.

Al estar en constante movimiento el corazón debe bombear más sangre a través de las venas, ésto hace que mejore el flujo sanguíneo y que el oxígeno se distribuya de una manera óptima en el cuerpo.

Escapar de la ciudad y respirar aire puro sin contaminación, aunque sólo sea una vez por semana, ayudará a limpiar los pulmones y de esta manera, prevenir enfermedades respiratorias.

Cómo la mayoría de los deportes, al practicarlo se generan endorfinas que ayudan a reducir el estrés. Además, el contacto con la naturaleza es beneficioso para el estado de ánimo. Hay estudios que hablan de los efectos positivos que tiene esta práctica deportiva para las personas que tienen depresión e incluso, pensamientos suicidas llegando incluso a reducirlos considerablemente.

Al realizar una ruta de senderismo es importante saber orientarse, la mayoría están bien indicadas, aun así, hay que ir atento y poco a poco se irá mejorando la capacidad de orientación en el medio rural. Por otro lado, el ejercicio físico hace que el cerebro se mantenga activo beneficiándolo.

Hacer una ruta por la montaña requerirá de un esfuerzo físico que se notará a lo largo del día. Se estará más cansado y por lo tanto, el descanso nocturno será mucho mejor.

La vorágine del día a día hace que en muchas ocasiones se vaya por la vida sin mirar alrededor. Salir de la ciudad, adentrarse en un bosque, disfrutar de la tranquilidad, del sonido de los pájaros... Es la mejor manera de desconectar del trabajo y de las preocupaciones, pero también de reencontrarse con el entorno y pensar en la importancia de cuidarlo y respetarlo.

Esta práctica se suele hacer en grupo, bien sea en familia, con amigos o incluso, a través de un club de senderismo que en Asturias hay unos cuantos. Además, al no requerir demasiado esfuerzo, hace sencillo que se pueda ir hablando mientras se realiza, facilitando el estrechar lazos con la familia o sociabilizar con los amigos.

Tenemos la fortuna de vivir en un auténtico paraíso para los senderistas. En Asturias hay miles de rutas aptas para todo tipo de niveles, para realizar con niños o sin ellos, costeras o de interior y, la gran mayoría de ellas, con mucha historia. Algunos ejemplos:

Una ruta lineal muy cortita, en el concejo de Aller perfecta para realizar con niños. Menos de kilómetro y medio de ida y otro tanto de vuelta para llegar a una preciosa cascada. Tiene alguna cuesta empinada pero muy llevadera.

Con unas vistas espectaculares es un recorrido circular de prácticamente 8 kilómetros. No es muy difícil, aunque en algún momento hay que tener algo más de cuidado si se va con niños por los acantilados. Tiene dos merenderos durante su trayecto y se pasa por el faro de Busto donde se podrá disfrutar del paisaje.

Esta opción es de interior y muy sencilla también, son unos 6,5 kilómetros de distancia. La ruta parte del parking Buferrera y se puede iniciar en cualquiera de los dos sentidos. Durante el recorrido uno de los puntos más llamativos es el mirador de Entrelagos pero también se baja hasta las Minas de Buferrera donde se conserva un túnel, aunque no se puede acceder.

Si sueles salir a disfrutar de esta práctica, sabes lo que es, y si no, estos beneficios son la excusa perfecta para que te pongas en movimiento.

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