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Conoce a los galardonados de los Premios Princesa de Asturias

Conoce a los galardonados de los Premios Princesa de Asturias

Los Premios Princesa de Asturias reconocen la excelencia, el talento y el compromiso que definen a los grandes referentes de nuestro tiempo

Domingo, 19 de octubre 2025, 00:15

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En Oviedo, el Teatro Campoamor vuelve a ser el epicentro de una de las citas más destacadas dentro del calendario asturiano con la entrega de los Premios Princesa de Asturias 2025. Las distinciones, otorgadas por la Fundación Princesa de Asturias, reconocen este año a personalidades y organizaciones que han destacado por su compromiso con la innovación, la justicia social, la creación artística y el entendimiento del mundo en la actualidad.

Premio Princesa de Asturias de Comunicación e Humanidades

Byung-Chul Han

El filósofo alemán de origen surcoreano Byung-Chul Han (Seúl, 1959) ha sido distinguido con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación

y Humanidades 2025 por su

«brillantez

para

interpretar

los retos de

la sociedad

tecnológica»

Su obra, de enorme impacto internacional, ha revelado una capacidad singular para comunicar con precisión ideas nuevas que enlazan tradiciones filosóficas de Oriente y Occidente. En ellas ofrece explicaciones lúcidas sobre fenómenos centrales de nuestro tiempo:

la deshumanización, la digitalización y el aislamiento

de las personas. «Su mirada intercultural arroja luz sobre fenómenos complejos del mundo contemporáneo y ha encontrado un amplio eco entre públicos de distintas generaciones», subrayó el jurado de los premios.

EL AUTOR DE

LA SOCIEDAD

DEL CANSANCIO

Es uno de los pensadores contemporáneos más leídos

y debatidos. Su diagnóstico

sobre una humanidad que se autoexplota bajo el imperativo

de la hiperproductividad lo ha convertido en una referencia intelectual global. Para Han, vivimos en una época marcada por los trastornos neuronales —depresión, síndrome de fatiga crónica, déficit de atención— provocados por un exceso de positividad y autoexigencia.

«El ser humano depresivo es un animal laborans

que se explota

a sí mismo, y lo hace

voluntariamente,

sin restricciones externas»

Pero su pensamiento crítico va más allá. En obras como ‘La sociedad

de la transparencia’ (2012), Han denuncia una cultura obsesionada con la exposición permanente, que erosiona la individualidad y fomenta el narcisismo. En ‘Shanzhai’ (2011), introduce un neologismo tomado de la cultura china, con el que muestra cómo la imitación puede ser también una forma de creación y subversión. Títulos posteriores como ‘La expulsión de lo distinto’ (2017), ‘No-cosas’ (2021) o ‘Infocracia’ (2022) continúan su análisis crítico de una sociedad marcada por el consumismo, la digitalización y

la crisis democrática. Sus últimos ensayos, como ‘La crisis de la narración’ (2024) y ‘El espíritu

de la esperanza’ (2024), revelan

una apertura hacia la posibilidad de recuperar el sentido de la contemplación y la esperanza como antídotos frente al miedo

y la ansiedad contemporáneos.

El filósofo alemán de origen surcoreano Byung-Chul Han (Seúl, 1959) ha sido distinguido con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación

y Humanidades 2025 por su

«brillantez

para

interpretar

los retos de

la sociedad

tecnológica»

Su obra, de enorme impacto internacional, ha revelado una capacidad singular para comunicar con precisión ideas nuevas que enlazan tradiciones filosóficas de Oriente y Occidente. En ellas ofrece explicaciones lúcidas sobre fenómenos centrales de nuestro tiempo: la deshumanización, la digitalización y el aislamiento de las personas. «Su mirada intercultural arroja luz sobre fenómenos complejos del mundo contemporáneo y ha encontrado un amplio eco entre públicos de distintas generaciones», subrayó el jurado de los premios.

EL AUTOR DE

LA SOCIEDAD

DEL CANSANCIO

Es uno de los pensadores contemporáneos más leídos

y debatidos. Su diagnóstico

sobre una humanidad que se autoexplota bajo el imperativo

de la hiperproductividad lo ha convertido en una referencia intelectual global. Para Han, vivimos en una época marcada por los trastornos neuronales —depresión, síndrome de fatiga crónica, déficit de atención— provocados por un exceso de positividad y autoexigencia.

«El ser humano depresivo

es un animal laborans que

se explota a sí mismo, y lo

hace voluntariamente, sin restricciones externas»

Pero su pensamiento crítico va más allá. En obras como ‘La sociedad de la transparencia’ (2012), Han denuncia una cultura obsesionada con la exposición permanente, que erosiona la individualidad y fomenta el narcisismo. En ‘Shanzhai’ (2011), introduce un neologismo tomado de la cultura china, con el

que muestra cómo la imitación puede ser también una forma de creación y subversión. Títulos posteriores como ‘La expulsión

de lo distinto’ (2017), ‘No-cosas’ (2021) o ‘Infocracia’ (2022) continúan su análisis crítico de una sociedad marcada por el consumismo, la digitalización y la crisis democrática. Sus últimos ensayos, como ‘La crisis de la narración’ (2024) y ‘El espíritu de la esperanza’ (2024), revelan una apertura hacia la posibilidad de recuperar el sentido de la contemplación y la esperanza

como antídotos frente al miedo y la ansiedad contemporáneos.

El filósofo alemán de origen surcoreano Byung-Chul Han (Seúl, 1959) ha sido distinguido con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2025 por su

«brillantez

para

interpretar

los retos de

la sociedad

tecnológica»

Su obra, de enorme impacto internacional, ha revelado una capacidad singular para comunicar con precisión ideas nuevas que enlazan tradiciones filosóficas de Oriente y Occidente. En ellas ofrece explicaciones lúcidas sobre fenómenos centrales de nuestro tiempo: la deshumanización, la digitalización y el aislamiento de las personas. «Su mirada intercultural arroja luz sobre fenómenos complejos del mundo contemporáneo y ha encontrado un amplio eco entre públicos de distintas generaciones», subrayó el jurado de los premios.

EL AUTOR DE

LA SOCIEDAD

DEL CANSANCIO

Es uno de los pensadores contemporáneos más leídos

y debatidos. Su diagnóstico

sobre una humanidad que se autoexplota bajo el imperativo

de la hiperproductividad lo ha convertido en una referencia intelectual global. Para Han, vivimos en una época marcada por los trastornos neuronales —depresión, síndrome de fatiga crónica, déficit de atención— provocados por un exceso de positividad y autoexigencia.

«El ser humano

depresivo es un animal laborans que se explota

a sí mismo, y lo hace voluntariamente, sin restricciones externas»

Pero su pensamiento crítico va más allá. En obras como La sociedad de la transparencia’ (2012), Han denuncia una cultura obsesionada con la exposición permanente, que erosiona la individualidad y fomenta el narcisismo. En Shanzhai’ (2011), introduce un neologismo tomado de la cultura china, con el que muestra cómo la imitación puede ser también una forma de creación y subversión. Títulos posteriores como La expulsión

de lo distinto’ (2017), ‘No-cosas’ (2021) o ‘Infocracia’ (2022) continúan su análisis crítico de una sociedad marcada por el consumismo, la digitalización y la crisis democrática. Sus últimos ensayos, como La crisis de la narración’ (2024) y ‘El espíritu de la esperanza’ (2024), revelan una apertura hacia la posibilidad

de recuperar el sentido de la contemplación y la esperanza

como antídotos frente al miedo y la ansiedad contemporáneos.

En sus palabras

La sociedad de la Transparencia

La sociedad de la Transparencia

«La potente exigencia de transparencia indica precisamente que el fundamento moral de la sociedad se ha hecho frágil, que los valores morales, como la honradez y la lealtad, pierden cada vez más su significación»

Shanzhai

Shanzhai

«Hay 'fakes' ('shanzhai') que transforman el original, ubicándolo en un nuevo contexto o dotándolo de un giro sorprendente»

No-cosas

No-cosas

«Las 'fake news' son informaciones que pueden ser más efectivas que los hechos. Lo que cuenta es el efecto a corto plazo. La eficacia sustituye a la verdad»

El espíritu de la esperanza

El espíritu de la esperanza

«El culto a la positividad aísla a las personas, las vuelve egoístas y suprime la empatía, porque a las personas ya no les interesa el sufrimiento ajeno. Cada uno se ocupa solo de sí mismo, de su felicidad, de su propio bienestar»

EL PERFIL

DE UN CRÍTICO

Nacido en Corea del Sur, Han llegó a Alemania a los 22 años con la intención de estudiar metalurgia, aunque pronto se orientó hacia la filosofía. Estudió Literatura Alemana y Teología en la

Universidad de Múnich y

se doctoró en la Universidad de Friburgo en 1994 con

una tesis sobre Martin Heidegger. Fue profesor

en la Universidad de Basilea

y en la Escuela Superior de Diseño de Karlsruhe, junto

al también filósofo Peter Sloterdijk, antes de recalar en la Universidad de las Artes de Berlín, donde ejerce como docente de Filosofía

y Estudios Culturales.

Su obra es una

crítica frontal al

neoliberalismo, la

velocidad y el exceso

de conexión digital

Sus libros

han sido

traducidos

a más de

idiomas y compartidos

en diversos ámbitos

internacionales

«El mundo no es

hoy ningún teatro

en el que se

representen y

lean acciones y

sentimientos sino

un mercado en el

que se exponen,

venden y consumen intimidades»

Su estilo, breve, directo y aforístico, ha convertido a sus libros en auténticos best-sellers internacionales, traducidos a más de una decena de idiomas y leídos tanto en el ámbito académico como por un público más universal. Esa accesibilidad le

ha llevado a ser comparado con autores como Roland Barthes, Giorgio Agamben o el propio Sloterdijk, de quien se le considera discípulo aventajado. Pero su influencia trasciende el ámbito filosófico: en 2015 protagonizó

el documental La sociedad del cansancio: Byung-Chul Han en

Seúl y Berlín, y en 2016 recibió

los premios Bristol des Lumières (Francia) y Salzburg State Prize

for Future Research (Austria).

 

Coherente con su crítica al presente digital, Han lleva una vida alejada de las pantallas: rehúye el smartphone, toca música en instrumentos analógicos y cultiva un jardín secreto en Berlín. Un estilo de vida contemplativo que encarna su apuesta por la lentitud y la pausa en un mundo marcado por la velocidad y la hiperconexión.

EL PERFIL

DE UN CRÍTICO

Nacido en Corea del Sur, Han llegó

a Alemania a los 22 años con la intención de estudiar metalurgia, aunque pronto se orientó hacia

la filosofía. Estudió Literatura Alemana y Teología en la

Universidad de Múnich y se doctoró en la Universidad de Friburgo en 1994 con una tesis sobre Martin Heidegger. Fue profesor en la Universidad de Basilea y en la Escuela Superior de Diseño de Karlsruhe, junto al también filósofo Peter Sloterdijk, antes de recalar

en la Universidad de las Artes de Berlín, donde ejerce como docente de Filosofía y Estudios Culturales.

Sus libros

han sido

traducidos

a más de

Su obra es

una crítica

frontal al

neoliberalismo,

la velocidad y

el exceso de

conexión digital

idiomas y compartidos

en diversos ámbitos

internacionales

«El mundo no es

hoy ningún teatro en

el que se representen

y lean acciones y sentimientos sino

un mercado en el que

se exponen, venden y consumen intimidades»

EL PERFIL

DE UN CRÍTICO

Nacido en Corea del Sur, Han llegó a Alemania

a los 22 años con la intención de estudiar metalurgia, aunque pronto se orientó hacia

la filosofía. Estudió Literatura Alemana y Teología en la Universidad de Múnich y se doctoró en la Universidad de Friburgo en 1994 con una tesis sobre Martin Heidegger. Fue profesor en la Universidad de Basilea

y en la Escuela Superior de Diseño de Karlsruhe, junto al también filósofo Peter Sloterdijk, antes de recalar en la Universidad de las Artes de Berlín, donde ejerce como docente de Filosofía y Estudios Culturales.

Sus libros

han sido

traducidos

a más de

Su obra es una

crítica frontal al

neoliberalismo, la

velocidad y el exceso

de conexión digital

idiomas y compartidos

en diversos ámbitos

internacionales

«El mundo no es

hoy ningún teatro en

el que se representen

y lean acciones y sentimientos sino

un mercado en el que

se exponen, venden y consumen intimidades»

Su estilo, breve, directo y aforístico, ha convertido a sus libros en auténticos

best-sellers internacionales, traducidos a más de una decena de idiomas y leídos tanto en el ámbito académico como por un público más universal. Esa accesibilidad le ha llevado a ser comparado con autores como Roland Barthes, Giorgio Agamben o el propio Sloterdijk, de quien se le considera discípulo aventajado. Pero su influencia trasciende el ámbito filosófico: en 2015 protagonizó el documental La sociedad del cansancio: Byung-Chul Han en Seúl y Berlín, y en 2016 recibió los premios Bristol des Lumières (Francia) y Salzburg State Prize for Future Research (Austria).

 

Coherente con su crítica al presente digital, Han lleva una vida alejada de las pantallas: rehúye el smartphone, toca música en instrumentos analógicos y cultiva un jardín secreto en Berlín. Un estilo de vida contemplativo que encarna su apuesta por la lentitud y la pausa en un mundo marcado por la velocidad y la hiperconexión.

 

La concesión del Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades supone un reconocimiento internacional a un pensador que ha sabido traducir las angustias y contradicciones de nuestro tiempo en un lenguaje claro y universal. Con

su obra, Byung-Chul Han ha puesto palabras a la fatiga de una sociedad digitalizada

y ha abierto una vía para repensar, desde la filosofía, la posibilidad de una buena vida en el siglo XXI.

Premio Princesa de Asturias de las Artes

Graciela Iturbide

La fotógrafa mexicana Graciela Iturbide (Ciudad de México, 1942) ha sido distinguida con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2025, en reconocimiento a

una trayectoria que ha sabido transformar la realidad en

un lenguaje visual cargado

de simbolismos, sentimientos

y emociones.

El jurado destacó su:

«Mirada innovadora, profunda y cargada de simbolismo»

con la que ha retratado la naturaleza humana en toda su amplitud, desde lo primitivo

hasta lo contemporáneo, desde

la crudeza de la realidad social hasta la magia espontánea

de un instante.

Curación na catedral, (1992).

Una de las diez imágenes

que captó la fotógrafa

dentro del marco del

proyecto Vigovisións

Formada inicialmente en cine en la UNAM, Iturbide descubrió su verdadera vocación cuando conoció al maestro Manuel Álvarez Bravo, con quien trabajó como asistente a principios de los años setenta.

Esa cercanía le abrió un horizonte estético que pronto hizo suyo:

el blanco y negro como lenguaje esencial, el detalle cotidiano elevado a símbolo y la búsqueda de lo humano a través de lo ritual y

lo íntimo. Desde entonces, su obra

ha crecido hasta convertirse en

uno de los pilares de la fotografía internacional y latinoamericana.

‘Mujer Ángel’ es una de sus fotos más

conocidas y puede que la que mejor

resume el México de Graciela Iturbide (1979)

Zobeida Díaz, de

Juchitán, Oaxaca,

fue inmortalizada

en el retrato 'Nuestra

señora de las iguanas' (1979)

MESÍAS EN SU

PROPIA TIERRA

Su cámara ha recorrido el

mundo con una mirada siempre atenta y respetuosa. En México, documentó las comunidades indígenas seri y zapotecas de Juchitán, series que dieron lugar

a algunos de sus trabajos más icónicos, como el volumen ‘Juchitán de las mujeres’ (1989). Allí retrató la fuerza, la independencia y la centralidad femenina en la vida comunitaria, creando imágenes que, más que documentos, son mitologías contemporáneas.

En paralelo, Iturbide viajó a

Cuba, Alemania Oriental, India, Madagascar, Hungría, Francia y Estados Unidos, siempre con la voluntad de escuchar con la cámara, de integrarse en los diferentes ecosistemas que observaba antes de pulsar el disparador. Esa búsqueda incesante de lo humano la llevó también a espacios más íntimos y simbólicos, como el baño de Frida Kahlo, donde captó la huella del cuerpo ausente

a través de los objetos y prótesis de la pintora. Cada territorio visitado se convirtió en un espejo de sus obsesiones: identidad, memoria, ritual, vida y muerte.

Iturbide concibe la fotografía como un ritual. Ella misma

lo explica con palabras que

son casi un manifiesto poético:

Sus imágenes

crudas, siempre

en blanco y negro,

retratan rostros

que se entrecruzan

con la vida y la muerte

«Salir con la cámara, observar, fotografiar los aspectos más mitológicos de las personas, luego ir

a la oscuridad, revelarse, seleccionar las imágenes más simbólicas»

En este proceso, la realidad nunca es un mero registro: es un espacio de revelación, un tránsito entre lo visible

y lo invisible. Esa dimensión espiritual dota a su obra

de una trascendencia que

va más allá de la anécdota documental y la sitúa en

el terreno de lo universal.

La relevancia de su mirada ha

sido reconocida por los principales centros de arte del mundo. Ha protagonizado exposiciones en el Centro Pompidou de París, el San Francisco Museum of Modern Art, el Philadelphia Museum of Art, el Getty Museum de Los Ángeles, el Fotomuseum Winterthur y la Barbican Art Gallery de Londres, entre otros. Cada exposición ha sido la confirmación de que su obra trasciende lo local para insertarse en un diálogo global sobre la identidad, la cultura y la condición humana.

‘¿Ojos para volar?’,

Coyoacán, México, 1991.

Una de las fotografías

en que Graciela Iturbide

se autorretrata

A lo largo de su carrera ha recibido algunos de los galardones más prestigiosos de la fotografía internacional: el W. Eugene Smith Memorial Fund (1987), la Guggenheim Fellowship (1988), el Grand Prize Mois de la Photo (1988), el Hugo Erfurth (1989), el International Grand Prize de Japón (1990), el Premio Nacional de Ciencias y Artes de México (2008), el Premio PHotoEspaña (2010), el Lucie Award (2010), el Cornell Capa Infinity Award (2015) o el William Klein Award (2023), entre muchos otros. Cada uno de ellos ha servido para consolidar una reputación que trasciende fronteras: la de una artista que no solo retrata la realidad sino que construye, con cada disparo, un universo simbólico que interpela a espectadores de cualquier cultura.

'El baño de Frida',

Coyoacán, México (2006).

Curiosa serie de fotografías

dedicadas a Frida Kahlo,

icono mexicano por excelencia

El Premio Princesa de las

Artes reconoce ahora no solo la potencia estética de su obra, sino también su capacidad para tender puentes entre la historia y la contemporaneidad, entre lo íntimo y lo colectivo, entre México y el mundo. Con Graciela Iturbide, la fotografía deja de ser un simple acto técnico para convertirse en

un acto poético de memoria y revelación.

La fotógrafa mexicana Graciela Iturbide (Ciudad de México, 1942) ha sido distinguida con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2025, en reconocimiento a una trayectoria que ha sabido transformar la realidad en un lenguaje visual cargado de simbolismos, sentimientos y emociones. El jurado destacó su:

«Mirada innovadora, profunda y cargada de simbolismo»

con la que ha retratado

la naturaleza humana en toda su amplitud, desde

lo primitivo hasta lo contemporáneo, desde la crudeza de la realidad social hasta la magia espontánea de un instante.

Curación na catedral, (1992).

Una de las diez imágenes

que captó la fotógrafa

dentro del marco del

proyecto Vigovisións

Formada inicialmente en cine en la UNAM, Iturbide descubrió su verdadera vocación cuando conoció al maestro Manuel Álvarez Bravo, con quien trabajó como asistente a principios de los años setenta. Esa cercanía le abrió un horizonte estético que pronto hizo suyo: el blanco y negro como lenguaje esencial, el detalle cotidiano elevado a símbolo y la búsqueda de lo humano a través de lo ritual y lo íntimo. Desde entonces, su obra ha crecido hasta convertirse en uno de los pilares de la fotografía internacional y latinoamericana.

‘Mujer Ángel’

es una de

sus fotos más

conocidas

y puede que

la que mejor

resume el México

de Graciela

Iturbide (1979)

Zobeida Díaz, de

Juchitán, Oaxaca,

fue inmortalizada

en el retrato 'Nuestra

señora de las iguanas' (1979)

MESÍAS EN SU

PROPIA TIERRA

Su cámara ha recorrido el

mundo con una mirada siempre atenta y respetuosa. En México, documentó las comunidades indígenas seri y zapotecas de Juchitán, series que dieron lugar

a algunos de sus trabajos más icónicos, como el volumen ‘Juchitán de las mujeres’ (1989). Allí retrató la fuerza, la independencia y la centralidad femenina en la vida comunitaria, creando imágenes que, más que documentos, son mitologías contemporáneas.

En paralelo, Iturbide viajó a Cuba, Alemania Oriental, India, Madagascar, Hungría, Francia y Estados Unidos, siempre con la voluntad de escuchar con la cámara, de integrarse en los diferentes ecosistemas que observaba antes de pulsar el disparador. Esa búsqueda incesante de lo humano la llevó también a espacios más íntimos y simbólicos, como el baño de Frida Kahlo, donde captó la huella del cuerpo ausente a través de los objetos y prótesis de la pintora. Cada territorio visitado se convirtió en un espejo de sus obsesiones: identidad, memoria, ritual, vida y muerte.

Iturbide concibe la fotografía como un ritual. Ella misma lo explica con palabras que son casi un manifiesto poético:

Sus imágenes

crudas, siempre

en blanco y negro,

retratan rostros

que se entrecruzan

con la vida y la muerte

«Salir con la cámara, observar, fotografiar los aspectos más mitológicos de las personas, luego ir

a la oscuridad, revelarse, seleccionar las imágenes más simbólicas»

En este proceso, la realidad nunca

es un mero registro: es un espacio

de revelación, un tránsito entre lo visible y lo invisible. Esa dimensión espiritual dota a su obra de una trascendencia que va más allá de la anécdota documental y la sitúa

en el terreno de lo universal.

La relevancia de su mirada ha sido reconocida por los principales centros de arte del mundo. Ha protagonizado exposiciones en el

Centro Pompidou de París, el San Francisco Museum of Modern Art,

el Philadelphia Museum of Art, el Getty Museum de Los Ángeles, el Fotomuseum Winterthur y la Barbican Art Gallery de Londres, entre otros. Cada exposición ha sido la confirmación de que su obra trasciende lo local para insertarse en un diálogo global sobre la identidad, la cultura y la condición humana.

‘¿Ojos para volar?’,

Coyoacán, México, 1991.

Una de las fotografías

en que Graciela Iturbide

se autorretrata

A lo largo de su carrera ha recibido algunos de los galardones más prestigiosos de la fotografía internacional: el W. Eugene

Smith Memorial Fund (1987), la Guggenheim Fellowship (1988), el Grand Prize Mois de la Photo

(1988), el Hugo Erfurth (1989), el International Grand Prize de Japón (1990), el Premio Nacional de Ciencias y Artes de México (2008), el Premio PHotoEspaña (2010), el Lucie Award (2010), el Cornell Capa Infinity Award (2015) o el William Klein Award (2023), entre muchos otros. Cada uno de ellos ha servido para consolidar una reputación que trasciende fronteras: la de una artista que no solo retrata la realidad sino que construye, con cada disparo, un universo simbólico que interpela a espectadores de cualquier cultura.

 

El Premio Princesa de las Artes reconoce ahora no solo la potencia estética de su obra, sino también

su capacidad para tender

puentes entre la historia y la contemporaneidad, entre lo íntimo y lo colectivo, entre México y el mundo. Con Graciela Iturbide, la fotografía deja de ser un simple acto técnico para convertirse en un acto poético de memoria y revelación.

'El baño de Frida',

Coyoacán, México

(2006). Curiosa serie

de fotografías

dedicadas a Frida Kahlo,

icono mexicano

por excelencia

‘Sahuaro', desierto

de Sonora, México

(1979)

La fotógrafa mexicana Graciela Iturbide (Ciudad de México, 1942) ha sido distinguida con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2025, en reconocimiento a una trayectoria que ha sabido transformar la realidad en un lenguaje visual cargado de simbolismos, sentimientos y emociones. El jurado destacó su:

«Mirada innovadora, profunda y cargada de simbolismo»

con la que ha retratado la naturaleza humana en toda su amplitud, desde lo primitivo hasta lo contemporáneo, desde la crudeza de la realidad social hasta la magia espontánea de un instante.

Formada inicialmente en cine en la UNAM, Iturbide descubrió su verdadera vocación cuando conoció al maestro Manuel Álvarez Bravo, con quien trabajó como asistente a principios de los años setenta. Esa cercanía le abrió un horizonte estético que pronto hizo suyo: el blanco y negro como lenguaje esencial, el detalle cotidiano elevado a símbolo y la búsqueda de lo humano a través de lo ritual y lo íntimo. Desde entonces, su obra ha crecido hasta convertirse en uno de los pilares de la fotografía internacional y latinoamericana.

Curación na catedral, (1992).

Una de las diez imágenes

que captó la fotógrafa

dentro del marco del

proyecto Vigovisións

‘Mujer Ángel’ es una

de sus fotos más

conocidas y puede

que la que mejor

resume el México

de Graciela Iturbide (1979)

MESÍAS EN SU

PROPIA TIERRA

Su cámara ha recorrido

el mundo con una mirada siempre atenta y respetuosa. En México, documentó las comunidades indígenas seri y zapotecas de Juchitán,

series que dieron lugar a algunos de sus trabajos más icónicos, como el volumen ‘Juchitán de las mujeres’ (1989). Allí retrató la fuerza, la independencia y la centralidad femenina en la vida comunitaria, creando imágenes que, más

que documentos, son mitologías contemporáneas.

Zobeida Díaz, de

Juchitán, Oaxaca,

fue inmortalizada

en el retrato 'Nuestra

señora de las iguanas' (1979)

En paralelo, Iturbide viajó a Cuba, Alemania Oriental, India, Madagascar, Hungría, Francia y Estados Unidos, siempre con la voluntad de escuchar con la cámara, de integrarse en los diferentes ecosistemas que observaba antes de pulsar el disparador. Esa búsqueda incesante de lo humano la llevó también a espacios más íntimos y simbólicos, como el baño de Frida Kahlo, donde captó la huella del cuerpo ausente a través de los objetos y prótesis de la pintora. Cada territorio visitado se convirtió en un espejo de sus obsesiones: identidad, memoria, ritual, vida y muerte.

Iturbide concibe la fotografía como

un ritual. Ella misma lo explica

con palabras que son casi

un manifiesto poético:

«Salir con la cámara, observar, fotografiar los aspectos más mitológicos de las personas, luego ir

a la oscuridad, revelarse, seleccionar las imágenes más simbólicas»

Sus imágenes

crudas, siempre

en blanco y negro,

retratan rostros

que se entrecruzan

con la vida y la muerte

En este proceso, la realidad nunca es un mero registro: es un espacio de revelación, un tránsito entre lo visible

y lo invisible. Esa dimensión espiritual dota a su obra de una trascendencia que va más allá de la anécdota documental

y la sitúa en el terreno de lo universal.

La relevancia de su mirada ha sido reconocida por los principales centros de arte del mundo. Ha protagonizado exposiciones en el Centro Pompidou de París, el San Francisco Museum of Modern Art, el Philadelphia Museum of Art, el Getty Museum de Los Ángeles, el Fotomuseum Winterthur y la Barbican Art Gallery de Londres, entre otros. Cada exposición ha sido la confirmación de que su obra trasciende lo local para insertarse en un diálogo global sobre la identidad, la cultura y la condición humana.

‘¿Ojos para volar?’,

Coyoacán, México, 1991.

Una de las fotografías

en que Graciela Iturbide

se autorretrata

A lo largo de su carrera ha recibido algunos de los galardones más prestigiosos de la fotografía internacional: el W. Eugene

Smith Memorial Fund (1987), la Guggenheim Fellowship (1988), el Grand Prize Mois de la Photo

(1988), el Hugo Erfurth (1989), el International Grand Prize de Japón (1990), el Premio Nacional de Ciencias y Artes de México (2008), el Premio PHotoEspaña (2010), el Lucie Award (2010), el Cornell Capa Infinity Award (2015) o el William Klein Award (2023), entre muchos otros. Cada uno de ellos ha servido para consolidar una reputación que trasciende fronteras: la de una artista que no solo retrata la realidad sino que construye, con cada disparo, un universo simbólico que interpela a espectadores de cualquier cultura.

 

El Premio Princesa de las Artes reconoce ahora no solo la potencia estética de su obra, sino también

su capacidad para tender

puentes entre la historia y la contemporaneidad, entre lo íntimo y lo colectivo, entre México y el mundo. Con Graciela Iturbide, la fotografía deja de ser un simple acto técnico para convertirse en un acto poético de memoria y revelación.

'El baño de Frida',

Coyoacán, México

(2006). Curiosa

serie de fotografías

dedicadas a Frida Kahlo,

icono mexicano por

excelencia

‘Sahuaro', desierto

de Sonora, México (1979)

Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales

Douglas Massey

El sociólogo y demógrafo estadounidense Douglas Steven Massey (Washington, 1952) ha sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2025 en reconocimiento a su enfoque multidisciplinar que ha ilustrado temas fundamentales como la migración internacional, la segregación residencial y la estratificación social.

«Ha construido un modelo teórico del más exigente rigor

académico, que nos permite interpretar

las sociedades contemporáneas —en

las que las migraciones

se han vuelto un factor estructural— con

una mirada sosegada, racional y empática»

Massey se licenció en 1974 en Sociología, Psicología y Español por la Western Washington University, y obtuvo su máster (1977) y doctorado (1978) en Sociología

por la Universidad de Princeton.

Es profesor Henry G. Bryant de Sociología y Asuntos Públicos

en Princeton, donde también ha dirigido el Office of Population Research y el Programa de Estudios de Población.

 

Una de sus aportaciones más influyentes es la participación

en proyectos como el Mexican Migration Project (desde 1982)

y el Latin American Migration Project, iniciativa que lidera junto con Jorge Durand para generar datos empíricos sobre los flujos migratorios entre México, otras naciones latinoamericanas y Estados Unidos. Estas bases de datos, resultado de encuestas detalladas y trabajo de campo prolongado, han permitido observar rutas migratorias, decisiones familiares, redes sociales y cómo las políticas de migración impactan vidas reales.

«La mayor amenaza

para una política migratoria exitosa

y para el bienestar de las naciones

es el auge de los demagogos que retratan a los inmigrantes

como criminales

o parásitos»

Activistas protestan contra las

políticas del Gobierno estadounidense

frente a las oficinas del Servicio

de Inmigración y Control de Aduanas,

en Nueva York (26 de julio del 2018).

 

DREW ANGERER / AFP

Entre sus obras más reconocidas

se encuentra ‘American Apartheid: Segregation and the Making of the Underclass’ (1993), escrita junto con Nancy A. Denton, que examina cómo la segregación residencial

en Estados Unidos entre razas no

es solo un reflejo de desigualdad económica, sino una estructura

que reproduce la pobreza. También ‘Beyond Smoke and Mirrors: Mexican Immigration in an Era

of Economic Integration’ (2002), junto con Jorge Durand y

Nolan Malone, que analiza

cómo las políticas migratorias

estadounidenses en tiempos de globalización, a menudo, no se corresponden con las realidades sociales. Otro libro significativo

es ‘Return to Aztlan’ (1987), que explora los procesos sociales detrás de las migraciones desde México hacia EE. UU.

 

Massey ha ocupado altos cargos institucionales: fue presidente

de la Population Association of America en 1996, de la American Sociological Association en

2000-2001, y de la American Academy of Political and Social Science entre 2006 y 2015.

Es miembro de prestigiosas academias como la Academia Nacional de Ciencias de EE. UU.,

la Academia Americana de

Artes y Ciencias, la Academia Europea y la Sociedad Filosófica Estadounidense.

UN PENSADOR

CRÍTICO

Su investigación no se ha quedado en la teoría y ha llegado a tener repercusiones políticas: mantiene una crítica constante

a las políticas migratorias que

criminalizan a los migrantes y aboga por visiones basadas en evidencia, ética y justicia social. Su modelo permite entender cómo la migración no es

un fenómeno marginal sino

estructural, ligado al fallo

de ciertos mercados laborales, a la desigualdad, a la segregación residencial, a

la discriminación

racial y a las barreras

estructurales de integración.

Una persona golpea

una piñata con la imagen

del presidente estadounidense

Donald Trump durante una

protesta con motivo del Día

del Trabajo en Chicago, Illinois,

(1 de septiembre de 2025).

 

REUTERS/JIM VONDRUSKAP

Este enfoque cobra especial relevancia en el contexto actual

de Estados Unidos, donde

las políticas migratorias

han experimentado un

endurecimiento sin

precedentes.

Desde comienzos de

2025, la población inmigrante total del

país ha disminuido

por primera vez en

más de medio

siglo, pasando de

millones

en enero

millones

en junio

Esta caída, superior a

1,4 millones depersonas, se atribuye tanto a deportaciones como

a salidas voluntarias

ante el incremento

de las restricciones

legales y administrativas.

Las deportaciones y arrestos también se han disparado:

en los primeros cien días del nuevo mandato de Trump, se registraron más de 151.000 arrestos de personas indocumentadas y 135.000 deportaciones, según el Transactional Records Access Clearinghouse de la Universidad

de Syracuse. Además, se han endurecido los procesos de inmigración legal, con el aumento de tasas, la ralentización de visados y la revocación de protecciones como el Temporary Protected Status (TPS), que amparaba a miles de personas procedentes de países latinoamericanos y del Caribe.

Dentro de este escenario, las investigaciones de Massey adquieren una perspectiva renovada. Sus modelos

teóricos explican cómo las migraciones responden a dinámicas estructurales de

interdependencia económica, desigualdad y demanda laboral, desmontando los discursos políticos que las presentan como

una amenaza. Desde su análisis empírico y su compromiso ético, Massey ofrece una lectura

racional y humanista frente a

un clima político dominado por

la desinformación y el miedo.

El sociólogo y demógrafo estadounidense Douglas Steven Massey (Washington, 1952) ha sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2025 en reconocimiento a su enfoque multidisciplinar que ha ilustrado temas fundamentales como

la migración internacional, la segregación residencial

y la estratificación social.

«Ha construido un modelo teórico del

más exigente rigor académico, que nos permite interpretar

las sociedades contemporáneas —en las que las migraciones

se han vuelto un factor estructural— con

una mirada sosegada, racional y empática»

Massey se licenció en 1974 en Sociología, Psicología y Español por la Western Washington University, y obtuvo su máster (1977) y doctorado (1978) en Sociología por

la Universidad de Princeton. Es profesor Henry G. Bryant de Sociología y Asuntos Públicos en Princeton, donde también ha dirigido el Office of Population Research y el Programa de Estudios de Población.

 

Una de sus aportaciones más influyentes es la participación en proyectos como el Mexican Migration Project (desde 1982) y el Latin American Migration Project, iniciativa que lidera junto con Jorge Durand para generar datos empíricos sobre los flujos migratorios entre México, otras naciones latinoamericanas y Estados Unidos. Estas bases

de datos, resultado de encuestas detalladas y trabajo

de campo prolongado, han permitido observar rutas migratorias, decisiones familiares, redes sociales y cómo las políticas de migración impactan vidas reales.

«La mayor amenaza

para una política migratoria exitosa y

para el bienestar de las naciones es el auge de los demagogos que retratan a los inmigrantes como criminales o parásitos»

Activistas protestan contra las políticas del Gobierno

estadounidense frente a las oficinas del Servicio de

Inmigración y Control de Aduanas, en Nueva York

(26 de julio del 2018). DREW ANGERER / AFP

Entre sus obras más reconocidas se encuentra ‘American Apartheid: Segregation and the Making of the Underclass’ (1993), escrita junto con Nancy A. Denton, que examina cómo la segregación residencial

en Estados Unidos entre razas no es solo un reflejo de desigualdad económica, sino una estructura que reproduce la pobreza. También ‘Beyond Smoke and Mirrors: Mexican Immigration in an Era of Economic Integration’ (2002), junto con Jorge Durand y Nolan

Malone, que analiza cómo las políticas migratorias estadounidenses

en tiempos de globalización, a menudo, no se corresponden con las

realidades sociales. Otro libro significativo es ‘Return to Aztlan’ (1987), que explora los procesos sociales detrás de las migraciones desde México hacia EE. UU.

 

Massey ha ocupado altos cargos institucionales: fue presidente de la Population Association of America en 1996, de la American Sociological Association en 2000-2001, y de la American Academy of Political

and Social Science entre 2006 y 2015. Es miembro de prestigiosas academias como la Academia Nacional de Ciencias de EE. UU., la Academia Americana de Artes y Ciencias, la Academia Europea

y la Sociedad Filosófica Estadounidense.

UN PENSADOR

CRÍTICO

Su investigación no se ha quedado en la teoría y ha llegado a tener repercusiones políticas: mantiene una crítica constante a las políticas

migratorias que criminalizan a los migrantes y aboga

por visiones basadas en evidencia, ética y justicia social. Su modelo permite entender cómo la migración no es un fenómeno marginal sino estructural, ligado al fallo de ciertos mercados laborales, a la desigualdad, a la segregación residencial, a la discriminación racial y a las barreras estructurales de integración.

Una persona golpea

una piñata con la imagen

del presidente estadounidense

Donald Trump durante una

protesta con motivo del Día

del Trabajo en Chicago, Illinois,

(1 de septiembre de 2025).

 

REUTERS/JIM VONDRUSKAP

Personas participan en una protesta

contra el ICE en Chicago, Illinois, el 9

de septiembre de 2025. El Servicio de

Inmigración y Control de Aduanas de

Estados Unidos (ICE) ha puesto en marcha

operaciones en Chicago para perseguir

a los inmigrantes indocumentados que

han cometido delitos. EFE/EPA/ABLE URIB

Este enfoque cobra especial relevancia en el contexto actual

de Estados Unidos, donde las políticas migratorias han experimentado un endurecimiento sin precedentes.

Desde comienzos de 2025, la población inmigrante total del país ha disminuido

por primera vez en más

de medio siglo, pasando de

millones

en junio

millones

en enero

Esta caída, superior a

1,4 millones de personas,

se atribuye tanto a

deportaciones como a

salidas voluntarias ante

el incremento de las restricciones legales

y administrativas.

El sociólogo y demógrafo estadounidense

Douglas Steven Massey (Washington, 1952) ha

sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias

de Ciencias Sociales 2025 en reconocimiento a su enfoque multidisciplinar que ha ilustrado temas fundamentales como la migración internacional, la segregación residencial y la estratificación social.

«Ha construido un modelo teórico

del más exigente rigor académico, que nos permite interpretar las sociedades contemporáneas —en las que las migraciones se han vuelto un factor estructural— con una mirada sosegada, racional y empática»

Massey se licenció en 1974 en Sociología, Psicología y Español

por la Western Washington University, y obtuvo su máster (1977) y doctorado (1978) en Sociología por la Universidad de Princeton. Es profesor Henry G. Bryant de Sociología y Asuntos Públicos en Princeton, donde también ha dirigido el Office of Population Research y el Programa de Estudios de Población.

 

Una de sus aportaciones más influyentes es la participación

en proyectos como el Mexican Migration Project (desde 1982) y

el Latin American Migration Project, iniciativa que lidera junto con Jorge Durand para generar datos empíricos sobre los flujos migratorios entre México, otras naciones latinoamericanas

y Estados Unidos. Estas bases de datos, resultado de encuestas detalladas y trabajo de campo prolongado, han permitido observar rutas migratorias, decisiones familiares, redes sociales

y cómo las políticas de migración impactan vidas reales.

«La mayor amenaza

para una política migratoria exitosa y

para el bienestar de las naciones es el auge de los demagogos que retratan a los inmigrantes como criminales o parásitos»

Activistas protestan contra las políticas del Gobierno

estadounidense frente a las oficinas del Servicio de

Inmigración y Control de Aduanas, en Nueva York

(26 de julio del 2018). DREW ANGERER / AFP

Entre sus obras más reconocidas se encuentra ‘American Apartheid: Segregation and the Making of the Underclass’ (1993), escrita junto con Nancy A. Denton, que examina cómo la segregación residencial en Estados Unidos entre razas no es solo un reflejo de desigualdad económica, sino una estructura que reproduce la pobreza. También ‘Beyond Smoke and

Mirrors: Mexican Immigration in an Era of Economic Integration’ (2002), junto con Jorge Durand y Nolan Malone, que analiza cómo las políticas migratorias estadounidenses en

tiempos de globalización, a menudo, no se corresponden con las realidades sociales. Otro

libro significativo es ‘Return to Aztlan’ (1987), que explora los procesos sociales detrás de

las migraciones desde México hacia EE. UU.

 

Massey ha ocupado altos cargos institucionales: fue presidente de la Population Association

of America en 1996, de la American Sociological Association en 2000-2001, y de la American Academy of Political and Social Science entre 2006 y 2015. Es miembro de prestigiosas academias como la Academia Nacional de Ciencias de EE. UU., la Academia Americana de

Artes y Ciencias, la Academia Europea y la Sociedad Filosófica Estadounidense.

UN PENSADOR

CRÍTICO

Una persona golpea

una piñata con la imagen

del presidente estadounidense

Donald Trump durante una

protesta con motivo del Día

del Trabajo en Chicago, Illinois,

(1 de septiembre de 2025).

 

REUTERS/JIM VONDRUSKAP

Su investigación no se ha quedado

en la teoría y ha llegado a tener repercusiones políticas: mantiene

una crítica constante a las políticas migratorias que criminalizan a

los migrantes y aboga por visiones basadas en evidencia, ética

y justicia social.

Su modelo permite entender cómo

la migración no es un fenómeno marginal sino estructural, ligado

al fallo de ciertos mercados laborales, a la desigualdad, a

la segregación residencial, a

la discriminación racial y

a las barreras estructurales

de integración.

Personas participan

en una protesta contra

el ICE en Chicago, Illinois,

el 9 de septiembre de 2025.

El Servicio de Inmigración

y Control de Aduanas de

Estados Unidos (ICE) ha

puesto en marcha operaciones

en Chicago para perseguir

a los inmigrantes indocumentados

que han cometido delitos.

 

EFE/EPA/ABLE URIB

Este enfoque cobra especial

relevancia en el contexto actual

de Estados Unidos, donde las políticas migratorias han experimentado un endurecimiento sin precedentes.

Desde comienzos de 2025, la población inmigrante total del país ha disminuido

por primera vez en más

de medio siglo, pasando de

millones

en junio

millones

en enero

Esta caída, superior a 1,4 millones de personas, se atribuye tanto a deportaciones como

a salidas voluntarias ante el incremento de las restricciones legales y administrativas.

 

Las deportaciones y arrestos también se han disparado: en los primeros cien días

del nuevo mandato de Trump, se registraron más de 151.000 arrestos de personas

indocumentadas y 135.000 deportaciones, según el Transactional Records Access Clearinghouse de la Universidad de Syracuse. Además, se han endurecido los procesos de inmigración legal, con el aumento de tasas, la ralentización de visados y la revocación de protecciones como el Temporary Protected Status (TPS), que amparaba a miles de personas procedentes de países latinoamericanos y del Caribe.

 

Dentro de este escenario, las investigaciones de Massey adquieren una perspectiva renovada. Sus modelos teóricos explican cómo las migraciones responden a dinámicas estructurales de interdependencia económica, desigualdad y demanda laboral, desmontando los discursos políticos que las presentan como una amenaza. Desde su análisis empírico y su compromiso ético, Massey ofrece una lectura racional y humanista frente a un clima político dominado por la desinformación y el miedo.

Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica

Mary-Claire King

La genetista estadounidense Mary-Claire King (Chicago, 1946) ha sido distinguida con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2025 por su:

«Contribución pionera en la aplicación de la genética al estudio

y prevención del cáncer, la similitud entre especies y

la defensa de los derechos humanos»

Su carrera científica ha estado marcada por descubrimientos fundamentales que han transformado la medicina, la biología evolutiva y la comprensión de la genética humana.

Desde su tesis doctoral, King demostró que los humanos compartimos un 99% de nuestro material genético con los chimpancés, un hallazgo que desafió ideas previas sobre la singularidad humana y consolidó su reputación como pionera en biología evolutiva.

 

Su contribución más emblemática llegó en 1990, cuando identificó

el gen BRCA1, ubicado en el cromosoma 17, asociado al desarrollo hereditario de

cáncer de mama y ovario.

 

Este descubrimiento supuso

un cambio de paradigma en la medicina genética, pues por primera vez se estableció un vínculo concreto entre un gen y el riesgo de cáncer hereditario. Gracias a ello se desarrollaron pruebas genéticas preventivas, se pudieron implementar estrategias de tratamiento personalizadas y se abrió una nueva vía para terapias dirigidas, incluyendo inhibidores específicos que actúan sobre células con mutaciones en BRCA1.

Mary-Claire King

(izq.), junto a

líderes de Abuelas

de Plaza de Mayo,

en una imagen

sin datar.

 

ABUELAS DE

PLAZA DE MAYO

En sus

estudios

King combina

estadística,

genética

poblacional

y biología

evolutiva con

aplicaciones

clínicas y sociales

Este gen

codifica

una proteína

esencial para

la reparación

del ADN, y King

demostró que

las mutaciones

en el BRCA1

comprometen

esta función,

provocando

una acumulación

de errores

genéticos que

incrementa

el riesgo de

tumores

Auditorio del Centro

Cultural de la Ciencia (CCC).

Mary-Claire King, la genetista

estadounidense visitó Argentina

después de casi 30 años y fue

homenajeada por ayudar a las

Abuelas de Plaza de Mayo con

su aporte científico en 2023.

EL RASTRO

QUE SE

DEJA

Además de sus logros científicos, King ha utilizado la genética como herramienta para la justicia social. En colaboración con las Abuelas de Plaza de Mayo, una organización argentina fundada durante la dictadura militar para localizar e identificar a los niños desaparecidos y restituirlos a sus familias, desarrolló el índice de abuelidad, una técnica de identificación genética que ha permitido la reunificación de 138 familias hasta la fecha.

El trabajo de King ha recibido un reconocimiento internacional amplio y constante. Entre sus distinciones destacan la Medalla Nacional de Ciencias de Estados Unidos (2016), el Premio Shaw en Ciencias de la Vida y Medicina (2018), el Premio Internacional Gairdner (2021) y la Public Welfare Medal de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. (2025).

 

Actualmente, la genetista es profesora en la Universidad de Washington y miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Su legado se extiende más allá de la ciencia: combina su rigor científico con un profundo compromiso ético y social, demostrando que la genética puede ser una herramienta tanto para salvar como para reparar vidas.

 

La concesión del Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2025 reconoce la magnitud de su carrera y consolida a Mary-Claire King como una de las científicas más influyentes del siglo XXI, capaz de traducir la complejidad del ADN y de la historia humana en avances concretos para la sociedad.

La genetista estadounidense Mary-Claire King (Chicago, 1946) ha sido distinguida con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2025 por su:

«Contribución pionera

en la aplicación de la genética al estudio

y prevención del cáncer,

la similitud entre

especies y la defensa de

los derechos humanos»

Su carrera científica ha estado marcada por descubrimientos fundamentales que han transformado la medicina, la biología evolutiva y la comprensión de la genética humana.

Desde su tesis doctoral, King demostró que los humanos compartimos un 99% de nuestro material genético con los chimpancés, un hallazgo que desafió ideas previas sobre la singularidad humana y consolidó su reputación como pionera en biología evolutiva.

 

Su contribución más emblemática llegó en 1990, cuando identificó el

gen BRCA1, ubicado en el cromosoma 17, asociado al desarrollo hereditario de cáncer de mama y ovario.

 

Este descubrimiento supuso un cambio de paradigma en la medicina genética, pues por primera vez se estableció un vínculo concreto entre un gen y el riesgo de cáncer hereditario. Gracias a ello se desarrollaron pruebas genéticas preventivas, se pudieron implementar estrategias de tratamiento personalizadas y se abrió una nueva vía para terapias dirigidas, incluyendo inhibidores específicos que actúan sobre células con mutaciones en BRCA1.

Mary-Claire King

(izq.), junto a

líderes de Abuelas

de Plaza de Mayo,

en una imagen

sin datar.

 

ABUELAS DE

PLAZA DE MAYO

En sus

estudios

King combina

estadística,

genética

poblacional

y biología

evolutiva con

aplicaciones

clínicas y sociales

Este gen

codifica una

proteína esencial

para la reparación

del ADN, y King

demostró que

las mutaciones

en el BRCA1

comprometen

esta función,

provocando

una acumulación

de errores

genéticos que

incrementa

el riesgo

de tumores

Auditorio del Centro

Cultural de la Ciencia (CCC).

Mary-Claire King, la genetista

estadounidense visitó Argentina

después de casi 30 años y fue

homenajeada por ayudar a las

Abuelas de Plaza de Mayo con

su aporte científico en 2023.

EL RASTRO

QUE SE

DEJA

Además de sus logros científicos, King ha utilizado la genética como herramienta para la justicia social. En colaboración con las Abuelas de Plaza de Mayo, una organización argentina fundada durante la dictadura militar para localizar e identificar a los niños desaparecidos y restituirlos a sus familias, desarrolló el índice de abuelidad, una técnica de identificación genética que ha permitido la reunificación de 138 familias hasta la fecha.

El trabajo de King ha recibido un reconocimiento internacional amplio y constante. Entre sus distinciones destacan la Medalla Nacional de Ciencias de Estados Unidos (2016), el Premio Shaw en Ciencias de la Vida y Medicina (2018), el Premio Internacional Gairdner (2021) y la Public Welfare Medal de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. (2025).

 

Actualmente, la genetista es profesora en la Universidad de Washington y miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Su legado se extiende más allá de la ciencia: combina su rigor científico con un profundo compromiso ético y social, demostrando que la genética puede ser una herramienta tanto para salvar como para reparar vidas.

 

La concesión del Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2025 reconoce la magnitud de su carrera y consolida a Mary-Claire King como una de las científicas más influyentes del siglo XXI, capaz de traducir la complejidad del ADN y de la historia humana en avances concretos para la sociedad.

La genetista estadounidense Mary-Claire King (Chicago, 1946) ha sido distinguida con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2025 por su:

«Contribución pionera en

la aplicación de la genética al estudio y prevención del cáncer, la similitud entre especies y la defensa de

los derechos humanos»

Su carrera científica ha estado marcada por descubrimientos fundamentales que han transformado la medicina, la biología evolutiva y la comprensión de la genética humana.

Mary-Claire King

(izq.), junto a

líderes de Abuelas

de Plaza de Mayo,

en una imagen

sin datar.

 

ABUELAS DE

PLAZA DE MAYO

Desde su tesis doctoral, King demostró que los humanos compartimos un 99% de nuestro material genético con los chimpancés, un hallazgo que desafió ideas previas sobre la singularidad humana y consolidó su reputación como pionera en biología evolutiva.

En sus estudios King

combina estadística,

genética poblacional

y biología evolutiva

con aplicaciones

clínicas y sociales

Este gen codifica una

proteína esencial para

la reparación del ADN,

y King demostró que

las mutaciones en el

BRCA1 comprometen

esta función, provocando

una acumulación de

errores genéticos

que incrementa el

riesgo de tumores

Su contribución más emblemática llegó en 1990, cuando identificó el gen BRCA1, ubicado en el cromosoma 17, asociado al desarrollo hereditario de cáncer de mama y ovario.

 

Este descubrimiento supuso un cambio de paradigma en la medicina genética, pues por primera vez se estableció un vínculo concreto entre un gen y el riesgo de cáncer hereditario. Gracias a ello se desarrollaron pruebas genéticas preventivas, se pudieron implementar estrategias de tratamiento personalizadas y se abrió una nueva vía para terapias dirigidas, incluyendo inhibidores específicos que actúan sobre células con mutaciones en BRCA1.

Auditorio del Centro Cultural de

la Ciencia (CCC). Mary-Claire King,

la genetista estadounidense visitó

Argentina después de casi 30

años y fue homenajeada por ayudar

a las Abuelas de Plaza de Mayo con

su aporte científico en 2023.

EL RASTRO

QUE SE

DEJA

Además de sus logros científicos, King ha utilizado la genética como herramienta para la justicia social. En colaboración con las Abuelas de Plaza de Mayo, una organización argentina fundada durante la dictadura militar para localizar e identificar a los niños desaparecidos y restituirlos a sus familias, desarrolló el índice de abuelidad, una técnica de identificación genética que ha permitido la reunificación de 138 familias hasta la fecha.

El trabajo de King ha recibido un reconocimiento internacional amplio y constante. Entre sus distinciones destacan la Medalla Nacional de Ciencias de Estados Unidos (2016), el Premio Shaw en Ciencias de la Vida y Medicina (2018), el Premio Internacional Gairdner (2021) y la Public Welfare Medal de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. (2025).

 

Actualmente, la genetista es profesora en la Universidad de Washington y miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Su legado se extiende más allá de la ciencia: combina su rigor científico con un profundo compromiso ético y social, demostrando que la genética puede ser una herramienta tanto para salvar como para reparar vidas.

 

La concesión del Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2025 reconoce la magnitud de su carrera y consolida a Mary-Claire King como una de las científicas más influyentes del siglo XXI, capaz de traducir la complejidad del ADN y de la historia humana en avances concretos para la sociedad.

Premio Princesa de Asturias de las Letras

Eduardo Mendoza

El escritor catalán Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) ha sido distinguido con

el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2025, en reconocimiento a su decisiva aportación a la literatura en lengua española durante el último medio siglo.

El jurado destacó su:

«voluntad de

innovación»

combinada con:

«la capacidad

de llegar a

un público muy amplio»

Una prosa clara que

transita sin esfuerzo entre

lenguaje popular y culto, con un humor muy característico

y destacable de su escritura,

y una visión desenfadada

y profundamente

humanista de la existencia.

Licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona en 1965, Mendoza amplió su formación

en sociología en Londres (1966), trabajó como abogado y luego como traductor en la ONU en Nueva York (1973–1982), desempeñando también funciones docentes en la Universidad Pompeu Fabra a partir de 1995. Esta experiencia le otorgó una mirada excéntrica y cosmopolita que encontramos plasmada en sus obras.

Firma de libros

en el día de

Sant Jordi (2024)

Su debut con ‘La verdad sobre el caso Savolta’ (1975) marcó un hito al ser considerada la primera gran novela de la Transición española: una novela que agita los géneros —gótico, novela negra, satírica— con un estilo directo, culto y popular a la vez, que encendió la narrativa de la época. Ambientada en la Barcelona industrial de principios del siglo XX, rompió moldes al introducir en la narrativa española la conflictividad social, la corrupción empresarial y la violencia política en un momento en que aún persistía la censura franquista. Su título original, ‘Los soldados de Cataluña’, fue vetado por considerarse demasiado explícito, lo que ya refleja el contexto de su publicación.

La novela sorprendió por su estructura innovadora, que combina fragmentos judiciales, testimonios, prensa y narración omnisciente, ofreciendo un mosaico que rompía con el realismo tradicional. Supuso un soplo de libertad en el ámbito literario, al tiempo que conquistó a lectores y críticos, hasta el punto de ser premiada con el Premio de la Crítica en 1976.

Con ella, Mendoza abrió una nueva senda para la narrativa española, al aunar literatura, mirada social y un estilo fresco capaz de conectar con un público amplio.

El escritor catalán Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) ha sido distinguido con

el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2025, en reconocimiento a su decisiva aportación a la literatura en lengua

española durante el último medio siglo.

El jurado destacó su:

«voluntad de

innovación»

combinada con:

«la capacidad

de llegar a

un público muy amplio»

Una prosa clara que transita sin esfuerzo entre lenguaje popular y culto, con un humor muy característico y destacable de su escritura, y una visión desenfadada y profundamente humanista de la existencia.

Licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona en 1965, Mendoza amplió su formación en sociología en Londres (1966), trabajó como abogado y luego como traductor en la ONU en Nueva York (1973–1982), desempeñando también funciones docentes en la Universidad Pompeu Fabra a partir de 1995. Esta experiencia le otorgó una mirada excéntrica y cosmopolita que encontramos plasmada en sus obras.

Firma de

libros en el día de

Sant Jordi (2024)

Su debut con ‘La verdad sobre el caso Savolta’ (1975)

marcó un hito al ser considerada la primera gran novela de la Transición española: una novela que agita los géneros —gótico, novela negra, satírica— con un estilo directo, culto y popular a la vez, que encendió la narrativa de la época. Ambientada en la Barcelona industrial de principios del siglo XX, rompió moldes al introducir en la narrativa española la conflictividad social, la corrupción empresarial y la violencia política en un momento en que aún persistía la censura franquista. Su título original, ‘Los soldados de Cataluña’’, fue vetado por considerarse

demasiado explícito, lo que ya refleja el contexto de su

publicación. La novela sorprendió por su estructura innovadora, que combina fragmentos judiciales, testimonios, prensa y narración omnisciente, ofreciendo un mosaico que rompía con el realismo tradicional. Supuso un soplo de libertad en el ámbito literario, al tiempo que conquistó a lectores y críticos, hasta el punto de ser premiada con el Premio de la Crítica en 1976. Con ella, Mendoza abrió una nueva senda para la narrativa española, al aunar literatura, mirada social y un estilo fresco capaz de conectar con un público amplio.

El escritor catalán Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) ha sido distinguido con el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2025, en reconocimiento a su decisiva aportación a la literatura en lengua española durante el último medio siglo.

El jurado destacó su:

«voluntad de

innovación»

combinada con:

«la capacidad

de llegar a

un público muy amplio»

Una prosa clara que transita sin esfuerzo entre lenguaje popular y culto, con un

humor muy característico y destacable

de su escritura, y una visión desenfadada y profundamente humanista de la existencia.

Licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona en 1965, Mendoza amplió su formación en sociología en Londres (1966), trabajó como abogado y luego como traductor

en la ONU en Nueva York (1973–1982), desempeñando también funciones docentes en

la Universidad Pompeu Fabra a partir de 1995. Esta experiencia le otorgó una mirada excéntrica y cosmopolita que encontramos plasmada en sus obras.

Firma de

libros en el día

de Sant Jordi

(2024)

Su debut con ‘La verdad sobre el caso Savolta’ (1975) marcó un hito al ser considerada la primera gran novela de la Transición española: una novela que agita los géneros —gótico, novela negra, satírica— con un estilo directo, culto y popular a la vez, que encendió la narrativa de la época. Ambientada en la Barcelona industrial de principios del siglo XX, rompió moldes al introducir en la narrativa española la conflictividad social, la corrupción empresarial y la violencia política en un momento en que aún persistía la censura franquista. Su título original, ‘Los soldados de Cataluña’, fue vetado por considerarse demasiado explícito, lo que ya refleja el contexto de su publicación. La novela sorprendió

por su estructura innovadora, que combina fragmentos judiciales, testimonios, prensa y narración omnisciente, ofreciendo un mosaico que rompía con el realismo tradicional. Supuso un soplo de libertad en el ámbito literario, al tiempo que conquistó a lectores

y críticos, hasta el punto de ser premiada con el Premio de la Crítica en 1976. Con ella, Mendoza abrió una nueva senda para la narrativa española, al aunar literatura, mirada social y un estilo fresco capaz de conectar con un público amplio.

Algunas de sus obras

La verdad sobre el caso Savolta

La verdad sobre el caso Savolta

Es considerada la primera gran novela de la Transición española

Riña de gatos. Madrid 1936

Premio Planeta 2010

Riña de gatos. Madrid 1936

Una sátira ambientada en el preludio de la Guerra Civil española

Sin noticias de Gurb

Sin noticias de Gurb

Una comedia de ciencia ficción narrada por un extraterrestre que caricaturiza la vida cotidiana

Transbordo en Moscú

Transbordo en Moscú

Es el último libro de la trilogía trilogía 'Las tres leyes del movimiento'

Tras este debut decisivo, Mendoza fue consolidando un corpus narrativo tan diverso como reconocible. Obras como ‘El misterio de la cripta embrujada’ (1979) y ‘El laberinto de las aceitunas’ (1982) desplegaron su veta más humorística y paródica, mientras que ‘La ciudad de los prodigios’ (1986) se convirtió

en una de sus novelas más emblemáticas, retratando la transformación urbana en la Barcelona de finales del XIX con humor y crítica social. A ellas se suman títulos como ‘La isla inaudita’ (1989), la célebre sátira extraterrestre ‘Sin noticias de Gurb’ (1991), o ‘El año del diluvio’ (1992), que fue llevada al cine. Ya en el

siglo XXI, Mendoza continuó

experimentando con registros narrativos diversos: desde la novela histórica (‘Riña de gatos’. Madrid 1936, Premio Planeta 2010) hasta la fábula humorística (‘El asombroso viaje de Pomponio Flato’, 2008), pasando por la reciente trilogía

‘Las tres leyes del movimiento’

(‘El rey recibe’, 2018; ‘El negociado del yin y el yang’, 2019; ‘Transbordo en Moscú’, 2021) o ‘Tres enigmas para la Organización’ (2024).

 

Su obra ha sido traducida a múltiples idiomas, convertida

en cine y celebrada tanto por la crítica como por los lectores.

El escritor catalán recibe

el Premio Planeta (2010)

por su obra ‘Riña de gatos’.

 

EFE / TONI ALBIR

Tal y como reconoció

el jurado del Princesa de las Letras:

«Eduardo Mendoza es un proveedor de felicidad para los lectores, y su

obra tiene el mérito

de llegar a todas

las generaciones,

que hoy se reconocen

en sus luminosas páginas»

El escritor catalán recibe

el Premio Planeta (2010)

por su obra ‘Riña de gatos’

 

EFE / TONI ALBIR

Tal y como reconoció el

jurado del Princesa

de las Letras:

«Eduardo Mendoza es

un proveedor de felicidad para los lectores, y

su obra tiene el mérito

de llegar a todas las generaciones, que hoy

se reconocen en sus luminosas páginas»

Tras este debut decisivo, Mendoza fue consolidando un corpus narrativo tan diverso como reconocible. Obras como

‘El misterio de la cripta embrujada’ (1979)

y ‘El laberinto de las aceitunas’ (1982) desplegaron su veta más humorística y paródica, mientras que ‘La ciudad de los prodigios’ (1986) se convirtió en una de sus novelas más emblemáticas, retratando la transformación urbana en la Barcelona de finales del XIX con humor y crítica social. A ellas se suman títulos como ‘La isla inaudita’ (1989), la célebre sátira extraterrestre ‘Sin noticias de Gurb’ (1991), o ‘El año del diluvio’ (1992), que fue llevada al cine. Ya en el siglo XXI, Mendoza continuó experimentando con registros narrativos diversos: desde la novela histórica (‘Riña de gatos’. Madrid 1936, Premio Planeta 2010) hasta la fábula humorística (‘El asombroso viaje de Pomponio Flato’, 2008), pasando por la reciente trilogía ‘Las tres leyes del movimiento’ (‘El rey recibe’, 2018; ‘El negociado del yin y el yang’, 2019; ‘Transbordo en Moscú’, 2021) o ‘Tres

enigmas para la Organización’ (2024).

 

Su obra ha sido traducida a múltiples idiomas, convertida en cine y celebrada tanto por la crítica como por los lectores.

El escritor catalán recibe el Premio

Planeta (2010) por su obra ‘Riña de gatos’

 

EFE / TONI ALBIR

Tal y como reconoció el

jurado del Princesa

de las Letras:

«Eduardo Mendoza es

un proveedor de felicidad para los lectores, y

su obra tiene el mérito

de llegar a todas las generaciones, que hoy

se reconocen en sus luminosas páginas»

Eduardo Mendoza, es

aplaudido tras recibir el

Premio Cervantes (2016) de

manos de Felipe VI, en

presencia de Doña Letizia y

el resto de autoridades

 

EFE / JUAN CARLOS HIDALGO

Premio Princesa de Asturias de la Concordia

Museo Nacional de Antropología de México

El Museo Nacional de Antropología (MNA) de México ha sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025,

En reconocimiento

a su papel

como espacio de reflexión sobre la herencia indígena de la nación mexicana, y como referente global

en la investigación, difusión y preservación del patrimonio cultural

El jurado valoró que sus colecciones y sus salas no

solo muestran cuánto debe recordarse del pasado, sino también cómo ese pasado configura identidades vivas, comunidades presentes y futuros compartidos.

Erigido como parte

del Instituto Nacional deAntropología e Historia (INAH),

Cuando se trasladaron al

Castillo de Chapultepec

fondos arqueológicos y

etnográficos del Museo

Nacional de Arqueología,

Historia y Etnografía

Se autorizó la construcción

del edificio actual en el

bosque de Chapultepec,

diseñado por el arquitecto

Pedro Ramírez Vázquez,

asistido por Rafael

Mijares, cuyo edificio se

inauguró en 1964 como

símbolo de modernidad

institucional en México

La Piedra del Sol, una de las piezas

clave del museo. También llamada

Calendario Azteca o el Sol Azteca,

es un disco monolítico de basalto

de olivino con inscripciones

alusivas a la cosmogonía

mexica y los cultos solares

Salas permanentes,

cientos de miles de

piezas arqueológicas

y etnográficas, y un

espacio expositivo

de decenas de miles

de metros cuadradoso

El MNA custodia iconos culturales como la Piedra del Sol, la

escultura de la diosa Coatlicue, la máscara de jade de Pakal, el Señor de las Flores de la cultura mexica, y muchas otras piezas fundamentales para la historia mesoamericana. Su alcance no se limita al pasado: año tras año se revisan exhibiciones temporales, proyectos de restitución, investigación antropológica, así como programas educativos y de divulgación para el público general.

 

En 2024 el museo alcanzó un récord histórico de visitantes, superando los tres millones

de visitantes en un año —exactamente 3.086.556 personas— siendo la primera vez que alcanza esa cifra desde 2019, lo que ratifica la relevancia social y cultural del museo para México y América Latina. Antonio Saborit García Peña, director del MNA, lo describió como:

«Un

reflejo del aprecio ciudadano»

por su misión: conservar, exhibir, investigar, difundir.

El Museo alberga también la célebre Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, que es uno de los centros de documentación más importantes del país en su campo. Su estructura arquitectónica, además, es emblemática: el diseño de Ramírez Vázquez, con salas interconectadas, patios y espacios para la contemplación, ha sido destacado como obra de arte por derecho propio y declarada Monumento Artístico por el gobierno mexicano.

 

El MNA no solo resguarda piezas antiguas: cuida de la identidad viva. A través del INAH, las colecciones se renuevan con hallazgos arqueológicos nacionales, iniciativas de repatriación, estudios etnográficos contemporáneos, y una política de exhibición que dialoga con comunidades indígenas y grupos culturales diversos de México.

Este galardón se suma a una lista de distinciones otorgadas al museo como institución, incluida la Medalla 1808 del Gobierno del Distrito Federal y reconocimientos nacionales en materia de conservación y excelencia cultural. El Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025 reconoce así no solo su valor patrimonial, sino también su capacidad para unir memoria, ciencia, cultura, sociedad y futuro.

El Museo Nacional de Antropología (MNA) de México ha sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025,

En reconocimiento

a su papel como espacio de reflexión sobre la herencia indígena de la nación mexicana, y como referente global en la investigación, difusión

y preservación del patrimonio cultural

El jurado valoró que sus colecciones

y sus salas no solo muestran cuánto debe recordarse del pasado, sino también cómo ese pasado configura identidades vivas, comunidades presentes y futuros compartidos.

Erigido como parte

del Instituto Nacional deAntropología e Historia (INAH),

Cuando se trasladaron al

Castillo de Chapultepec

fondos arqueológicos y

etnográficos del Museo

Nacional de Arqueología,

Historia y Etnografía

Se autorizó la construcción

del edificio actual en el

bosque de Chapultepec,

diseñado por el arquitecto

Pedro Ramírez Vázquez,

asistido por Rafael

Mijares, cuyo edificio se

inauguró en 1964 como

símbolo de modernidad

institucional en México

La Piedra del Sol, una de las piezas

clave del museo. También llamada

Calendario Azteca o el Sol Azteca,

es un disco monolítico de basalto

de olivino con inscripciones

alusivas a la cosmogonía

mexica y los cultos solares

El MNA custodia iconos culturales como la Piedra del Sol, la escultura de la diosa Coatlicue, la máscara de jade de Pakal, el Señor de las Flores de la cultura mexica, y muchas otras piezas fundamentales para la historia mesoamericana. Su alcance no se limita al pasado: año tras año se revisan exhibiciones temporales, proyectos de restitución, investigación antropológica, así como programas educativos y de divulgación para el público general.

 

En 2024 el museo alcanzó un récord histórico de visitantes, superando los tres millones de visitantes en un año —exactamente 3.086.556 personas— siendo la primera vez que alcanza esa cifra desde 2019, lo que ratifica la relevancia social y cultural del museo para México y América Latina. Antonio Saborit García Peña, director del MNA, lo describió como:

«Un

reflejo del aprecio ciudadano»

por su misión: conservar, exhibir, investigar, difundir.

Salas permanentes,

cientos de miles de

piezas arqueológicas

y etnográficas, y un

espacio expositivo

de decenas de miles

de metros cuadradoso

El Museo alberga también la célebre Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, que es uno de los centros de documentación más importantes del país en su campo. Su estructura arquitectónica, además, es emblemática: el diseño de Ramírez Vázquez, con salas interconectadas, patios y espacios para la contemplación, ha sido destacado como obra de arte por derecho propio y declarada Monumento Artístico por el gobierno mexicano.

 

El MNA no solo resguarda piezas antiguas: cuida de la identidad viva. A través del INAH, las colecciones se renuevan con hallazgos arqueológicos nacionales, iniciativas de repatriación, estudios etnográficos contemporáneos, y una política de exhibición que dialoga con comunidades indígenas y grupos culturales diversos de México.

 

Este galardón se suma a una lista de distinciones otorgadas al museo como institución, incluida la Medalla 1808 del Gobierno del Distrito Federal y reconocimientos nacionales en materia de conservación y excelencia cultural. El Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025 reconoce así no solo su valor patrimonial, sino también su capacidad para unir memoria, ciencia, cultura, sociedad y futuro.

El Museo Nacional de Antropología (MNA) de México ha sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025,

En reconocimiento a su papel

como espacio de reflexión sobre

la herencia indígena de la nación mexicana, y como referente global en la investigación, difusión y preservación del patrimonio cultural

El jurado valoró que sus colecciones y sus salas no solo muestran cuánto debe recordarse del pasado, sino también cómo ese pasado configura identidades vivas, comunidades presentes y futuros compartidos.

Cuando se trasladaron al

Castillo de Chapultepec

fondos arqueológicos y

etnográficos del Museo

Nacional de Arqueología,

Historia y Etnografía

Erigido como parte del

Instituto Nacional de

Antropología e Historia (INAH),

Se autorizó la construcción

del edificio actual en el bosque

de Chapultepec, diseñado por

el arquitecto Pedro Ramírez

Vázquez, asistido por Rafael

Mijares, cuyo edificio se

inauguró en 1964 como

símbolo de modernidad

institucional en México

La Piedra del Sol, una de las piezas

clave del museo. También llamada

Calendario Azteca o el Sol Azteca,

es un disco monolítico de basalto

de olivino con inscripciones

alusivas a la cosmogonía

mexica y los cultos solares

El MNA custodia iconos culturales como la Piedra del Sol, la

escultura de la diosa Coatlicue, la máscara de jade de Pakal, el Señor de las Flores de la cultura mexica, y muchas otras piezas fundamentales para la historia mesoamericana. Su alcance no se limita al pasado: año tras año se revisan exhibiciones temporales, proyectos de restitución, investigación antropológica, así como programas educativos y de divulgación para el público general.

 

En 2024 el museo alcanzó

un récord histórico de visitantes, superando los tres millones

de visitantes en un año

—exactamente 3.086.556 personas— siendo la primera vez que alcanza esa cifra desde 2019, lo que ratifica la relevancia social y cultural del museo para México y América Latina. Antonio Saborit García Peña, director del MNA, lo describió como:

Salas permanentes,

cientos de miles de

piezas arqueológicas

y etnográficas, y un

espacio expositivo

de decenas de miles

de metros cuadradoso

«Un

reflejo del aprecio ciudadano»

por su misión: conservar, exhibir, investigar, difundir.

El Museo alberga también la célebre Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, que es uno de los centros de documentación más importantes del país en su campo. Su estructura arquitectónica, además, es emblemática: el diseño de Ramírez Vázquez, con salas interconectadas, patios y espacios para la contemplación, ha sido destacado como obra de arte por derecho propio y declarada Monumento Artístico por el gobierno mexicano.

 

El MNA no solo resguarda piezas antiguas: cuida de la identidad viva. A través del INAH, las colecciones se renuevan con hallazgos arqueológicos nacionales, iniciativas de repatriación, estudios etnográficos contemporáneos, y una política de exhibición que dialoga con comunidades indígenas y grupos culturales diversos de México.

 

Este galardón se suma a una lista de distinciones otorgadas al museo como institución, incluida la Medalla 1808 del Gobierno del Distrito Federal y reconocimientos nacionales en materia de conservación y excelencia cultural. El Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025 reconoce así no solo su valor patrimonial, sino también su capacidad para unir memoria, ciencia, cultura, sociedad y futuro.

Premio Princesa de Asturias de los Deportes

Serena Williams

La tenista estadounidense Serena Jameka Williams (Saginaw, 1981) ha sido distinguida con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2025 por una carrera considerada entre las más extraordinarias en la historia del tenis. Con 73 títulos individuales, incluidos 23 Grand Slam, y 4 medallas de oro olímpicas, Williams ha marcado récords históricos y ha dejado una huella imborrable en la élite deportiva mundial.

 

Su fortaleza física y mental, junto a una técnica impecable, le permitieron encabezar el ranking mundial en múltiples ocasiones, lograr un Golden Slam de carrera y superar marcas de leyendas como Steffi Graf y Roger Federer.

«Su impacto trasciende el deporte, al convertirse en

una voz clave en

la defensa de la igualdad de género

y las oportunidades para mujeres

en el deporte y

la sociedad»

,destacó el jurado

de los premios.

LOS INICIOS

DE UNA

LEYENDA

Richard Williams (centro) con sus

hijas Venus (izquierda) y Serena

(derecha) en 1991 en Compton,

California. GETTY IMAGES

Nació el 26 de septiembre de 1981 en Michigan, aunque creció en el suburbio californiano de Compton. Es la pequeña de cinco hermanos, siendo Venus la más conocida, quien también tiene una carrera brillante.

Empezó a jugar al tenis con solo tres años, su padre que estaba decidido en llevar a las dos hermanas a la cima, asumió el rol de entrenador, y se pasaban las horas en una pista de tenis que había cerca de su casa.

individuales

Cuatro medallas

de oro olímpicas

Desde sus inicios, Serena logró destacar en las pistas gracias a un estilo propio y su competitividad, logrando así, diversos triunfos a lo largo de su carrera.

VICTORIAS / DERROTAS

Victorias

Derrotas

INDIVIDUALES

858/156

DOBLES

192/35

Se inició en la competición a los cinco años, y enseguida comenzó a destacar, hasta que en 1995 se

hizo profesional, marcando así el comienzo de su implacable ascenso a lo más alto del deporte femenino.

 

La primera aparición olímpica de las Williams llegó en el año 2000. Por aquel entonces, Venus dominaba el tenis femenino y Serena despegaba, pues llegaba después de conseguir su primer Grand Slam en el 99 al ganar el US Open. Las hermanas completaron un torneo impecable en Sydney y ganaron la primera de sus tres medallas de oro en dobles. De hecho, Venus también ganó el oro individual en Sydney 2000.

La estadounidense Serena Williams levantando,

por segundo año consecutivo, la bandeja de plata

que corona a las campeonas de Wimbledon al

imponerse a su hermana Venus (2003).

 

EFE / SERGIO CARMONAL

Serena explotó como tenista en el 2002, ganó tres torneos de Grand Slam seguidos: Roland Garros, Wimbledon y el US Open. En París, se hizo con el título tras derrotar a las 3 mejores jugadoras del mundo, superando a la número 3, Martina Hingis, en los cuartos de final, la número 2 Venus Williams, en las semifinales, y la número 1 Jennifer Capriati, en el final. Más tarde, en Wimbledon, volvió a ganar a Venus en la final. Lo que la valió para convertirse por primera vez en la número 1 del mundo, donde aguanto durante 57 semanas consecutivas.

SU PASO POR LOS GRAND SLAMS

Open Australia

Roland Garros

92

69

13

14

US Open

Wimbledon

107

98

14

15

Un gran comienzo para la joven americana, que doce años más tarde alcanzaría su momento de máxima gloria al ser ella la ganadora del oro en individual y dobles en los Juegos Olímpicos de Londres. En el 2012 Serena ya no era la joven promesa que aterrizó de Sydney, era el presente del tenis femenino. Su lista de logros profesionales había aumentado significativamente, incluyendo los cuatro títulos de Grand Slam, el denominado “Grand Slam Career” del que solo unos pocos privilegiados pueden presumir en su palmarés. Además de encabezar el Ranking WTA en varias ocasiones, contaba con cinco títulos del Abierto de Australia y Wimbledon; tres Abiertos de Estados Unidos y un Roland Garros.

Icono del tenis

internacional, Serena

usa su fundación

para financiar escuelas

en Jamaica y Kenia.

FUERZA

QUE INSPIRA

CAMBIO

Más allá de ser una de las mejores tenistas de todos los tiempos, Serena Williams ha consolidado una trayectoria marcada por su compromiso con la justicia social y la igualdad de oportunidades. A través de la Serena Williams Foundation ha financiado la construcción de escuelas en Kenia y Jamaica, convencida de que la educación es la base del progreso. En 2016, junto a su hermana Venus, creó el Williams Sisters Fund para impulsar proyectos comunitarios, y fundó también el Yetunde Price Resource Center, en honor a su hermana fallecida, que ofrece apoyo y recursos a víctimas de violencia y a sus familias.

 

Con la misma visión transformadora, lanzó Serena Ventures, una firma de inversión que respalda a empresas emergentes dirigidas mayoritariamente por mujeres y personas de minorías, buscando abrir espacios en sectores donde tradicionalmente han estado infrarrepresentadas. Su papel como Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF para la educación, nombrada en 2011, refuerza esa vocación global de tender puentes hacia un futuro más inclusivo.

La tenista estadounidense Serena Jameka Williams (Saginaw, 1981) ha sido distinguida con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2025 por una carrera considerada entre las más extraordinarias en la historia del tenis. Con 73 títulos individuales, incluidos 23 Grand Slam, y 4 medallas de oro olímpicas, Williams ha marcado récords históricos y ha dejado una huella imborrable en la élite deportiva mundial.

 

Su fortaleza física y mental, junto a una técnica impecable, le permitieron encabezar el ranking mundial en múltiples ocasiones, lograr un Golden Slam de carrera y superar marcas de leyendas

como Steffi Graf y Roger Federer.

«Su impacto trasciende el deporte, al convertirse en una voz clave en la defensa de la igualdad de género y las oportunidades para mujeres en el deporte y la sociedad»

,destacó el jurado de los premios.

Richard Williams

(centro) con sus hijas

Venus (izquierda)

y Serena (derecha)

en 1991 en Compton,

California.

 

GETTY IMAGES

LOS INICIOS

DE UNA LEYENDA

Nació el 26 de septiembre de 1981 en Michigan, aunque creció en el suburbio californiano de Compton. Es la pequeña de cinco hermanos, siendo Venus la más conocida, quien también tiene una carrera brillante.

Empezó a jugar al tenis con solo tres años, su padre que estaba decidido en llevar a las dos hermanas a la cima, asumió el rol de entrenador, y se pasaban las horas en una pista de tenis que había cerca de su casa.

El método Williams.

Richard Williams fue un

gran protector de sus hijas

y quien las educó para

volverse estrellas

Desde sus inicios, Serena logró destacar en las pistas gracias

a un estilo propio

y su competitividad, logrando así, diversos triunfos a lo largo de su carrera.

TÍTULOS DE

GRAND SLAM

individuales

Cuatro medallas

de oro olímpicas

VICTORIAS / DERROTAS

INDIVIDUALES

DOBLES

858/156

192/35

Victorias

Derrotas

La tenista durante

el National Bank

Open en Toronto, el

8 de agosto de 2022.

 

VAUGHN RIDLEY / AFP

Las hermanas Williams

durante un descanso en su

partido de primera ronda

de dobles en el Campeonato de

Tenis de Wimbledon de 2003.

 

EPA / SRDJAN SUKI

Se inició en la competición a los cinco años, y enseguida comenzó a destacar, hasta que en 1995 se hizo profesional, marcando así el comienzo de su implacable ascenso a lo más alto del deporte femenino.

 

La primera aparición olímpica de las Williams llegó en el año 2000. Por aquel entonces, Venus dominaba el tenis femenino y Serena despegaba, pues llegaba después de conseguir su primer Grand Slam en el 99 al ganar el US Open. Las hermanas completaron un torneo impecable en Sydney y ganaron la primera de sus tres medallas de oro en dobles. De hecho, Venus también ganó el oro individual en Sydney 2000.

La estadounidense Serena Williams levantando, por

segundo año consecutivo, la bandeja de plata que

corona a las campeonas de Wimbledon al imponerse

a su hermana Venus (2003). EFE / SERGIO CARMONAL

Serena explotó como tenista en el 2002, ganó tres torneos de Grand Slam seguidos: Roland Garros, Wimbledon y el US Open. En París, se hizo con el título tras derrotar a las 3 mejores jugadoras del mundo, superando a la número 3, Martina Hingis, en los cuartos de final, la número 2 Venus Williams, en las semifinales, y la número 1 Jennifer Capriati, en el final. Más tarde, en Wimbledon, volvió a ganar a Venus en la final. Lo que la valió para convertirse por primera vez en la número 1 del mundo, donde aguanto durante 57 semanas consecutivas.

SU PASO POR LOS GRAND SLAMS

Open Australia

Roland Garros

92

69

13

14

US Open

Wimbledon

107

98

14

15

Un gran comienzo para la joven americana, que doce años más tarde alcanzaría su momento de máxima gloria al ser ella la ganadora del oro en individual y dobles en los Juegos Olímpicos de Londres. En el 2012 Serena ya no era la joven promesa que aterrizó de Sydney, era el presente del tenis femenino. Su lista de logros profesionales había aumentado significativamente, incluyendo los cuatro títulos de Grand Slam, el denominado “Grand Slam Career” del que solo unos pocos privilegiados pueden presumir en su palmarés. Además de encabezar el Ranking WTA en varias ocasiones, contaba con cinco títulos del Abierto de Australia y Wimbledon; tres Abiertos de Estados Unidos y un Roland Garros.

Icono del tenis

internacional, Serena

usa su fundación

para financiar escuelas

en Jamaica y Kenia.

FUERZA QUE

INSPIRA CAMBIO

Más allá de ser una de las mejores tenistas de todos los tiempos, Serena Williams ha consolidado una trayectoria marcada por su compromiso con la justicia social y la igualdad de oportunidades. A través de la Serena Williams Foundation ha financiado la construcción de escuelas en Kenia y Jamaica, convencida de que la educación es la base del progreso. En 2016, junto a su hermana Venus, creó el Williams Sisters Fund para impulsar proyectos comunitarios, y fundó también el Yetunde Price Resource Center, en honor a su hermana fallecida, que ofrece apoyo y recursos a víctimas de violencia y a sus familias.

 

Con la misma visión transformadora, lanzó Serena Ventures, una firma de inversión que respalda a empresas emergentes dirigidas mayoritariamente por mujeres y personas de minorías, buscando abrir espacios en sectores donde tradicionalmente han estado infrarrepresentadas. Su papel como Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF para la educación, nombrada en 2011, refuerza esa vocación global de tender puentes hacia un futuro más inclusivo.

La tenista estadounidense Serena Jameka Williams (Saginaw, 1981) ha sido distinguida con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2025 por una carrera considerada entre las más extraordinarias en la historia del tenis. Con 73 títulos individuales, incluidos 23 Grand Slam, y 4 medallas de oro olímpicas, Williams ha marcado récords históricos y ha dejado una huella imborrable en la élite deportiva mundial.

 

Su fortaleza física y mental, junto a una técnica impecable, le permitieron encabezar el ranking mundial en múltiples ocasiones, lograr un Golden Slam de carrera y superar marcas de leyendas como Steffi Graf y Roger Federer.

«Su impacto trasciende el deporte, al convertirse en una voz clave en la defensa de la igualdad de género y las oportunidades para mujeres en el deporte y la sociedad»

,destacó el jurado de los premios.

LOS INICIOS

DE UNA LEYENDA

Richard Williams

(centro) con sus hijas

Venus (izquierda)

y Serena (derecha)

en 1991 en Compton,

California.

 

GETTY IMAGES

Nació el 26 de septiembre de 1981 en Michigan, aunque creció en el suburbio californiano de Compton. Es la pequeña de cinco hermanos, siendo Venus la más conocida, quien también tiene una carrera brillante.

Empezó a jugar al tenis con solo tres años, su padre que estaba decidido en llevar a las dos hermanas a la cima, asumió el rol de entrenador, y se pasaban las horas en una pista de tenis que había cerca de su casa.

El método Williams.

Richard Williams

fue un gran protector

de sus hijas y quien las

educó para volverse estrellas

Desde sus inicios, Serena logró destacar en las pistas gracias a

un estilo propio y su competitividad, logrando así, diversos triunfos

a lo largo de su carrera

individuales

TÍTULOS DE

GRAND SLAM

Cuatro medallas

de oro olímpicas

VICTORIAS / DERROTAS

INDIVIDUALES

DOBLES

858/156

192/35

Victorias

Derrotas

Las hermanas Williams durante un

descanso en su partido de primera

ronda de dobles en el Campeonato

de Tenis de Wimbledon de 2003.

 

EPA / SRDJAN SUKI

Se inició en la competición a los cinco años, y enseguida comenzó a destacar, hasta que en 1995 se hizo profesional, marcando así el comienzo de su implacable ascenso a lo más alto del deporte femenino.

 

La primera aparición olímpica de las Williams llegó en el año 2000. Por aquel entonces, Venus dominaba el tenis femenino y Serena despegaba, pues llegaba después de conseguir su primer Grand Slam en el 99 al ganar el US Open. Las hermanas completaron un torneo impecable en Sydney y ganaron la primera de sus tres medallas de oro en dobles. De hecho, Venus también ganó el oro individual en Sydney 2000.

La estadounidense

Serena Williams

levantando, por

segundo año

consecutivo, la bandeja

de plata que corona

a las campeonas

de Wimbledon al

imponerse a su

hermana Venus (2003).

 

EFE / SERGIO CARMONAL

Serena explotó como tenista en el 2002, ganó tres torneos de Grand Slam seguidos: Roland Garros, Wimbledon y el US Open. En París, se hizo con el título tras derrotar a las 3 mejores jugadoras del mundo, superando a la número 3, Martina Hingis, en los cuartos de final, la número 2 Venus Williams, en las semifinales, y la número 1 Jennifer Capriati, en el final. Más tarde, en Wimbledon, volvió a ganar a Venus en la final. Lo que la valió para convertirse por primera vez en la número 1 del mundo, donde aguanto durante 57 semanas consecutivas.

SU PASO POR LOS GRAND SLAMS

US Open

Wimbledon

Open Australia

Roland Garros

107

98

92

69

14

13

14

15

Un gran comienzo para la joven americana, que doce años más tarde alcanzaría su momento de máxima gloria al ser ella la ganadora del oro en individual y dobles en los Juegos Olímpicos de Londres. En el 2012 Serena ya no era la joven promesa que aterrizó de Sydney, era el presente del tenis femenino. Su lista de logros profesionales

había aumentado

significativamente, incluyendo los cuatro títulos de Grand Slam, el denominado ‘Grand Slam Career’ del que solo unos pocos privilegiados pueden presumir en su palmarés. Además de encabezar el Ranking WTA en varias ocasiones, contaba con cinco títulos del Abierto de Australia y Wimbledon; tres Abiertos de Estados Unidos y un Roland Garros.

Más allá de ser una de las mejores tenistas de todos los tiempos, Serena Williams ha consolidado una trayectoria marcada por su compromiso con la justicia social y la igualdad de oportunidades.

A través de la Serena Williams Foundation ha financiado la construcción de escuelas en Kenia y Jamaica, convencida de que la educación es la base del progreso. En 2016, junto a su hermana Venus, creó el Williams Sisters Fund para impulsar proyectos comunitarios, y fundó también el Yetunde Price Resource Center, en honor a su hermana fallecida, que ofrece apoyo y recursos a víctimas de violencia y a sus familias.

 

Con la misma visión transformadora, lanzó Serena Ventures, una firma de inversión que respalda a empresas emergentes dirigidas mayoritariamente por mujeres y personas de minorías, buscando abrir espacios en sectores donde tradicionalmente han estado infrarrepresentadas. Su papel como Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF para la educación, nombrada en 2011, refuerza esa vocación global de tender puentes hacia un futuro más inclusivo.

FUERZA QUE

INSPIRA CAMBIO

Icono del tenis internacional, Serena

usa su fundación para financiar

escuelas en Jamaica y Kenia.

Ha sido reconocida por UNICEF y sigue

inspirando a través de su activismo.

Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional

Mario Draghi

El economista italiano Mario Draghi (Roma, 1947) ha sido distinguido con el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2025, en reconocimiento a su papel como figura clave en la defensa de la integración europea, el multilateralismo y la colaboración entre las diferentes naciones que ha marcado su trayectoria por más de cuatro décadas.

El jurado lo describe como un:

«símbolo

de una Europa unida, libre, fuerte y solidaria»

alabando su liderazgo firme y visión a largo plazo en favor de una UE resiliente.

El economista italiano Mario Draghi (Roma, 1947) ha sido distinguido con el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2025, en reconocimiento a su papel como figura clave en la defensa de la integración europea, el multilateralismo y la colaboración entre las diferentes naciones que ha marcado su trayectoria por más de cuatro décadas.

El jurado lo describe como un:

«símbolo de una Europa unida, libre, fuerte y solidaria»

alabando su liderazgo firme y visión a largo plazo en favor de una UE resiliente.

El economista italiano Mario Draghi (Roma, 1947) ha sido distinguido con el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2025, en reconocimiento a su papel como figura clave en la defensa de la integración europea, el multilateralismo y la colaboración entre las diferentes naciones que ha marcado su trayectoria por más de cuatro décadas.

El jurado lo describe como un:

«símbolo de una Europa unida, libre, fuerte y solidaria»

alabando su liderazgo firme y visión a largo plazo en favor de una UE resiliente.

Firma de Mario Draghi

Nace el 3 de septiembre en la capital italiana, en el seno de una familia de clase media. Crece en una Italia en proceso de reconstrucción económica y social como resultado de los estragos de la Segunda Guerra Mundial. La temprana muerte de sus padres lo obliga a asumir responsabilidades familiares siendo adolescente, una circunstancia que forja su carácter independiente y disciplinado.

Foto de Mario Draghi (en la fila superior, el segundo comenzando por la izquierda) durante sus años como estudiante.

Se licenció en Economía en la Universidad de Roma La Sapienza y pronto viajó a Estados Unidos para ampliar sus estudios.

Obtiene una beca para ampliar estudios en Estados Unidos y se doctora en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Allí se forma bajo la dirección de Franco Modigliani y Robert Solow, dos premios Nobel de Economía que ejercen una influencia decisiva en su manera de entender la política económica: estabilidad monetaria, responsabilidad fiscal y confianza en las instituciones como motores de prosperidad.

Mario Draghi, en el transcurso de una conferencia internacional. REUTERS / PETER PARKS

Se incorpora al Banco Mundial, donde adquiere experiencia en políticas de desarrollo y cooperación internacional. El contacto con economías emergentes y la dimensión global de la institución amplían su visión sobre los retos comunes de los Estados.

Guido Carli, ministro de Hacienda del gobierno de Andreotti, lo nombró Director General del Tesoro por recomendación del entonces gobernador del Banco de Italia, Carlo Azeglio Ciampi.

Durante una década, y bajo diez gobiernos de distinta ideología, asume la dirección del Tesoro en Italia. Se convierte en un referente técnico, garante de la estabilidad económica y artífice de las privatizaciones y reformas que modernizaron las finanzas públicas del país.

Da el salto al sector privado, donde fortalece sus vínculos con la gran banca internacional y adquiere experiencia en mercados financieros globalizados.

Propuesto por el gobierno de Berlusconi, es nombrado como gobernador del Banco de Italia en 2005. IPA/FOTOGRAMA

Regresa al sector público para dirigir el Banco Central italiano, consolidando su prestigio como figura independiente, con autoridad técnica y visión de largo plazo.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, pronuncia un discurso durante la ceremonia conmemorativa del vigésimo aniversario de la introducción del euro (2019). REUTERS / VINCENT KESSLER

Es nombrado presidente del Banco Central Europeo (BCE) en plena crisis de deuda soberana, cuando varios países del sur de Europa (especialmente Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia) afrontaban graves problemas para pagar su deuda pública y corrían el riesgo de quiebra. En ese momento crítico, pronuncia su célebre frase «haremos lo que sea necesario para preservar el euro», que devuelve la confianza a los mercados y marca un punto de inflexión. Posteriormente impulsa el llamado 'Plan Draghi' (2015-2018), con la compra masiva de activos públicos y privados para frenar la recesión y estimular la economía europea.

Draghi, tras recibir el encargo de formar gobierno (2021). EFE

El presidente de la República lo encarga formar Gobierno tras una etapa de inestabilidad política. Draghi lidera un ejecutivo de unidad nacional que gestiona la pandemia, impulsa reformas estructurales y canaliza los fondos europeos de recuperación.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sostiene el informe del expresidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, sobre la competitividad de la UE y sus recomendaciones (2024). REUTERS / YVES HERMAN

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, le encomienda elaborar un informe estratégico sobre el futuro económico de la UE. Draghi plantea tres ejes fundamentales para la competitividad: innovación, descarbonización y seguridad económica.

El jurado reconoce en Draghi a una figura clave para la integración europea, símbolo de multilateralismo y de un liderazgo que ha defendido la solidez institucional, la resiliencia y el papel global de Europa.

El jurado reconoce en Draghi a una figura clave para la integración europea, símbolo de multilateralismo y de un liderazgo que ha defendido la solidez institucional, la resiliencia y el papel global de Europa.

El jurado reconoce en Draghi a una figura clave para la integración europea, símbolo de multilateralismo y de un liderazgo que ha defendido la solidez institucional, la resiliencia y el papel global de Europa.

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