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Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica

Mary-Claire King, la genetista que cambió vidas

Lunes, 20 de octubre 2025, 19:45

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La genetista estadounidense Mary-Claire King (Chicago, 1946) ha sido distinguida con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2025 por su:

«Contribución pionera en la aplicación de la genética al estudio

y prevención del cáncer, la similitud entre especies y

la defensa de los derechos humanos»

Su carrera científica ha estado marcada por descubrimientos fundamentales que han transformado la medicina, la biología evolutiva y la comprensión de la genética humana.

Desde su tesis doctoral, King demostró que los humanos compartimos un 99% de nuestro material genético con los chimpancés, un hallazgo que desafió ideas previas sobre la singularidad humana y consolidó su reputación como pionera en biología evolutiva.

 

Su contribución más emblemática llegó en 1990, cuando identificó

el gen BRCA1, ubicado en el cromosoma 17, asociado al desarrollo hereditario de

cáncer de mama y ovario.

 

Este descubrimiento supuso

un cambio de paradigma en la medicina genética, pues por primera vez se estableció un vínculo concreto entre un gen y el riesgo de cáncer hereditario. Gracias a ello se desarrollaron pruebas genéticas preventivas, se pudieron implementar estrategias de tratamiento personalizadas y se abrió una nueva vía para terapias dirigidas, incluyendo inhibidores específicos que actúan sobre células con mutaciones en BRCA1.

Mary-Claire King

(izq.), junto a

líderes de Abuelas

de Plaza de Mayo,

en una imagen

sin datar.

 

ABUELAS DE

PLAZA DE MAYO

En sus

estudios

King combina

estadística,

genética

poblacional

y biología

evolutiva con

aplicaciones

clínicas y sociales

Este gen

codifica

una proteína

esencial para

la reparación

del ADN, y King

demostró que

las mutaciones

en el BRCA1

comprometen

esta función,

provocando

una acumulación

de errores

genéticos que

incrementa

el riesgo de

tumores

Auditorio del Centro

Cultural de la Ciencia (CCC).

Mary-Claire King, la genetista

estadounidense visitó Argentina

después de casi 30 años y fue

homenajeada por ayudar a las

Abuelas de Plaza de Mayo con

su aporte científico en 2023.

EL RASTRO

QUE SE

DEJA

Además de sus logros científicos, King ha utilizado la genética como herramienta para la justicia social. En colaboración con las Abuelas de Plaza de Mayo, una organización argentina fundada durante la dictadura militar para localizar e identificar a los niños desaparecidos y restituirlos a sus familias, desarrolló el índice de abuelidad, una técnica de identificación genética que ha permitido la reunificación de 138 familias hasta la fecha.

El trabajo de King ha recibido un reconocimiento internacional amplio y constante. Entre sus distinciones destacan la Medalla Nacional de Ciencias de Estados Unidos (2016), el Premio Shaw en Ciencias de la Vida y Medicina (2018), el Premio Internacional Gairdner (2021) y la Public Welfare Medal de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. (2025).

 

Actualmente, la genetista es profesora en la Universidad de Washington y miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Su legado se extiende más allá de la ciencia: combina su rigor científico con un profundo compromiso ético y social, demostrando que la genética puede ser una herramienta tanto para salvar como para reparar vidas.

 

La concesión del Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2025 reconoce la magnitud de su carrera y consolida a Mary-Claire King como una de las científicas más influyentes del siglo XXI, capaz de traducir la complejidad del ADN y de la historia humana en avances concretos para la sociedad.

La genetista estadounidense Mary-Claire King (Chicago, 1946) ha sido distinguida con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2025 por su:

«Contribución pionera

en la aplicación de la genética al estudio

y prevención del cáncer,

la similitud entre

especies y la defensa de

los derechos humanos»

Su carrera científica ha estado marcada por descubrimientos fundamentales que han transformado la medicina, la biología evolutiva y la comprensión de la genética humana.

Desde su tesis doctoral, King demostró que los humanos compartimos un 99% de nuestro material genético con los chimpancés, un hallazgo que desafió ideas previas sobre la singularidad humana y consolidó su reputación como pionera en biología evolutiva.

 

Su contribución más emblemática llegó en 1990, cuando identificó el

gen BRCA1, ubicado en el cromosoma 17, asociado al desarrollo hereditario de cáncer de mama y ovario.

 

Este descubrimiento supuso un cambio de paradigma en la medicina genética, pues por primera vez se estableció un vínculo concreto entre un gen y el riesgo de cáncer hereditario. Gracias a ello se desarrollaron pruebas genéticas preventivas, se pudieron implementar estrategias de tratamiento personalizadas y se abrió una nueva vía para terapias dirigidas, incluyendo inhibidores específicos que actúan sobre células con mutaciones en BRCA1.

Mary-Claire King

(izq.), junto a

líderes de Abuelas

de Plaza de Mayo,

en una imagen

sin datar.

 

ABUELAS DE

PLAZA DE MAYO

En sus

estudios

King combina

estadística,

genética

poblacional

y biología

evolutiva con

aplicaciones

clínicas y sociales

Este gen

codifica una

proteína esencial

para la reparación

del ADN, y King

demostró que

las mutaciones

en el BRCA1

comprometen

esta función,

provocando

una acumulación

de errores

genéticos que

incrementa

el riesgo

de tumores

Auditorio del Centro

Cultural de la Ciencia (CCC).

Mary-Claire King, la genetista

estadounidense visitó Argentina

después de casi 30 años y fue

homenajeada por ayudar a las

Abuelas de Plaza de Mayo con

su aporte científico en 2023.

EL RASTRO

QUE SE

DEJA

Además de sus logros científicos, King ha utilizado la genética como herramienta para la justicia social. En colaboración con las Abuelas de Plaza de Mayo, una organización argentina fundada durante la dictadura militar para localizar e identificar a los niños desaparecidos y restituirlos a sus familias, desarrolló el índice de abuelidad, una técnica de identificación genética que ha permitido la reunificación de 138 familias hasta la fecha.

El trabajo de King ha recibido un reconocimiento internacional amplio y constante. Entre sus distinciones destacan la Medalla Nacional de Ciencias de Estados Unidos (2016), el Premio Shaw en Ciencias de la Vida y Medicina (2018), el Premio Internacional Gairdner (2021) y la Public Welfare Medal de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. (2025).

 

Actualmente, la genetista es profesora en la Universidad de Washington y miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Su legado se extiende más allá de la ciencia: combina su rigor científico con un profundo compromiso ético y social, demostrando que la genética puede ser una herramienta tanto para salvar como para reparar vidas.

 

La concesión del Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2025 reconoce la magnitud de su carrera y consolida a Mary-Claire King como una de las científicas más influyentes del siglo XXI, capaz de traducir la complejidad del ADN y de la historia humana en avances concretos para la sociedad.

La genetista estadounidense Mary-Claire King (Chicago, 1946) ha sido distinguida con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2025 por su:

«Contribución pionera en

la aplicación de la genética al estudio y prevención del cáncer, la similitud entre especies y la defensa de

los derechos humanos»

Su carrera científica ha estado marcada por descubrimientos fundamentales que han transformado la medicina, la biología evolutiva y la comprensión de la genética humana.

Mary-Claire King

(izq.), junto a

líderes de Abuelas

de Plaza de Mayo,

en una imagen

sin datar.

 

ABUELAS DE

PLAZA DE MAYO

Desde su tesis doctoral, King demostró que los humanos compartimos un 99% de nuestro material genético con los chimpancés, un hallazgo que desafió ideas previas sobre la singularidad humana y consolidó su reputación como pionera en biología evolutiva.

En sus estudios King

combina estadística,

genética poblacional

y biología evolutiva

con aplicaciones

clínicas y sociales

Este gen codifica una

proteína esencial para

la reparación del ADN,

y King demostró que

las mutaciones en el

BRCA1 comprometen

esta función, provocando

una acumulación de

errores genéticos

que incrementa el

riesgo de tumores

Su contribución más emblemática llegó en 1990, cuando identificó el gen BRCA1, ubicado en el cromosoma 17, asociado al desarrollo hereditario de cáncer de mama y ovario.

 

Este descubrimiento supuso un cambio de paradigma en la medicina genética, pues por primera vez se estableció un vínculo concreto entre un gen y el riesgo de cáncer hereditario. Gracias a ello se desarrollaron pruebas genéticas preventivas, se pudieron implementar estrategias de tratamiento personalizadas y se abrió una nueva vía para terapias dirigidas, incluyendo inhibidores específicos que actúan sobre células con mutaciones en BRCA1.

Auditorio del Centro Cultural de

la Ciencia (CCC). Mary-Claire King,

la genetista estadounidense visitó

Argentina después de casi 30

años y fue homenajeada por ayudar

a las Abuelas de Plaza de Mayo con

su aporte científico en 2023.

EL RASTRO

QUE SE

DEJA

Además de sus logros científicos, King ha utilizado la genética como herramienta para la justicia social. En colaboración con las Abuelas de Plaza de Mayo, una organización argentina fundada durante la dictadura militar para localizar e identificar a los niños desaparecidos y restituirlos a sus familias, desarrolló el índice de abuelidad, una técnica de identificación genética que ha permitido la reunificación de 138 familias hasta la fecha.

El trabajo de King ha recibido un reconocimiento internacional amplio y constante. Entre sus distinciones destacan la Medalla Nacional de Ciencias de Estados Unidos (2016), el Premio Shaw en Ciencias de la Vida y Medicina (2018), el Premio Internacional Gairdner (2021) y la Public Welfare Medal de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. (2025).

 

Actualmente, la genetista es profesora en la Universidad de Washington y miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Su legado se extiende más allá de la ciencia: combina su rigor científico con un profundo compromiso ético y social, demostrando que la genética puede ser una herramienta tanto para salvar como para reparar vidas.

 

La concesión del Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2025 reconoce la magnitud de su carrera y consolida a Mary-Claire King como una de las científicas más influyentes del siglo XXI, capaz de traducir la complejidad del ADN y de la historia humana en avances concretos para la sociedad.

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