Eduardo Mendoza y la sátira como espejo de España


El escritor catalán Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) ha sido distinguido con
el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2025, en reconocimiento a su decisiva aportación a la literatura en lengua española durante el último medio siglo.
El jurado destacó su:
«voluntad de
innovación»
combinada con:
«la capacidad
de llegar a
un público muy amplio»
Una prosa clara que
transita sin esfuerzo entre
lenguaje popular y culto, con un humor muy característico
y destacable de su escritura,
y una visión desenfadada
y profundamente
humanista de la existencia.
Licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona en 1965, Mendoza amplió su formación
en sociología en Londres (1966), trabajó como abogado y luego como traductor en la ONU en Nueva York (1973–1982), desempeñando también funciones docentes en la Universidad Pompeu Fabra a partir de 1995. Esta experiencia le otorgó una mirada excéntrica y cosmopolita que encontramos plasmada en sus obras.
Firma de libros
en el día de
Sant Jordi (2024)
Su debut con ‘La verdad sobre el caso Savolta’ (1975) marcó un hito al ser considerada la primera gran novela de la Transición española: una novela que agita los géneros —gótico, novela negra, satírica— con un estilo directo, culto y popular a la vez, que encendió la narrativa de la época. Ambientada en la Barcelona industrial de principios del siglo XX, rompió moldes al introducir en la narrativa española la conflictividad social, la corrupción empresarial y la violencia política en un momento en que aún persistía la censura franquista. Su título original, ‘Los soldados de Cataluña’, fue vetado por considerarse demasiado explícito, lo que ya refleja el contexto de su publicación.
La novela sorprendió por su estructura innovadora, que combina fragmentos judiciales, testimonios, prensa y narración omnisciente, ofreciendo un mosaico que rompía con el realismo tradicional. Supuso un soplo de libertad en el ámbito literario, al tiempo que conquistó a lectores y críticos, hasta el punto de ser premiada con el Premio de la Crítica en 1976.
Con ella, Mendoza abrió una nueva senda para la narrativa española, al aunar literatura, mirada social y un estilo fresco capaz de conectar con un público amplio.

El escritor catalán Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) ha sido distinguido con
el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2025, en reconocimiento a su decisiva aportación a la literatura en lengua
española durante el último medio siglo.
El jurado destacó su:
«voluntad de
innovación»
combinada con:
«la capacidad
de llegar a
un público muy amplio»
Una prosa clara que transita sin esfuerzo entre lenguaje popular y culto, con un humor muy característico y destacable de su escritura, y una visión desenfadada y profundamente humanista de la existencia.
Licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona en 1965, Mendoza amplió su formación en sociología en Londres (1966), trabajó como abogado y luego como traductor en la ONU en Nueva York (1973–1982), desempeñando también funciones docentes en la Universidad Pompeu Fabra a partir de 1995. Esta experiencia le otorgó una mirada excéntrica y cosmopolita que encontramos plasmada en sus obras.
Firma de
libros en el día de
Sant Jordi (2024)
Su debut con ‘La verdad sobre el caso Savolta’ (1975)
marcó un hito al ser considerada la primera gran novela de la Transición española: una novela que agita los géneros —gótico, novela negra, satírica— con un estilo directo, culto y popular a la vez, que encendió la narrativa de la época. Ambientada en la Barcelona industrial de principios del siglo XX, rompió moldes al introducir en la narrativa española la conflictividad social, la corrupción empresarial y la violencia política en un momento en que aún persistía la censura franquista. Su título original, ‘Los soldados de Cataluña’’, fue vetado por considerarse
demasiado explícito, lo que ya refleja el contexto de su
publicación. La novela sorprendió por su estructura innovadora, que combina fragmentos judiciales, testimonios, prensa y narración omnisciente, ofreciendo un mosaico que rompía con el realismo tradicional. Supuso un soplo de libertad en el ámbito literario, al tiempo que conquistó a lectores y críticos, hasta el punto de ser premiada con el Premio de la Crítica en 1976. Con ella, Mendoza abrió una nueva senda para la narrativa española, al aunar literatura, mirada social y un estilo fresco capaz de conectar con un público amplio.

El escritor catalán Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) ha sido distinguido con el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2025, en reconocimiento a su decisiva aportación a la literatura en lengua española durante el último medio siglo.
El jurado destacó su:
«voluntad de
innovación»
combinada con:
«la capacidad
de llegar a
un público muy amplio»
Una prosa clara que transita sin esfuerzo entre lenguaje popular y culto, con un
humor muy característico y destacable
de su escritura, y una visión desenfadada y profundamente humanista de la existencia.
Licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona en 1965, Mendoza amplió su formación en sociología en Londres (1966), trabajó como abogado y luego como traductor
en la ONU en Nueva York (1973–1982), desempeñando también funciones docentes en
la Universidad Pompeu Fabra a partir de 1995. Esta experiencia le otorgó una mirada excéntrica y cosmopolita que encontramos plasmada en sus obras.
Firma de
libros en el día
de Sant Jordi
(2024)
Su debut con ‘La verdad sobre el caso Savolta’ (1975) marcó un hito al ser considerada la primera gran novela de la Transición española: una novela que agita los géneros —gótico, novela negra, satírica— con un estilo directo, culto y popular a la vez, que encendió la narrativa de la época. Ambientada en la Barcelona industrial de principios del siglo XX, rompió moldes al introducir en la narrativa española la conflictividad social, la corrupción empresarial y la violencia política en un momento en que aún persistía la censura franquista. Su título original, ‘Los soldados de Cataluña’, fue vetado por considerarse demasiado explícito, lo que ya refleja el contexto de su publicación. La novela sorprendió
por su estructura innovadora, que combina fragmentos judiciales, testimonios, prensa y narración omnisciente, ofreciendo un mosaico que rompía con el realismo tradicional. Supuso un soplo de libertad en el ámbito literario, al tiempo que conquistó a lectores
y críticos, hasta el punto de ser premiada con el Premio de la Crítica en 1976. Con ella, Mendoza abrió una nueva senda para la narrativa española, al aunar literatura, mirada social y un estilo fresco capaz de conectar con un público amplio.
Algunas de sus obras
La verdad sobre el caso Savolta
Premio Planeta 2010
Riña de gatos. Madrid 1936
Sin noticias de Gurb
Transbordo en Moscú


Tras este debut decisivo, Mendoza fue consolidando un corpus narrativo tan diverso como reconocible. Obras como ‘El misterio de la cripta embrujada’ (1979) y ‘El laberinto de las aceitunas’ (1982) desplegaron su veta más humorística y paródica, mientras que ‘La ciudad de los prodigios’ (1986) se convirtió
en una de sus novelas más emblemáticas, retratando la transformación urbana en la Barcelona de finales del XIX con humor y crítica social. A ellas se suman títulos como ‘La isla inaudita’ (1989), la célebre sátira extraterrestre ‘Sin noticias de Gurb’ (1991), o ‘El año del diluvio’ (1992), que fue llevada al cine. Ya en el
siglo XXI, Mendoza continuó
experimentando con registros narrativos diversos: desde la novela histórica (‘Riña de gatos’. Madrid 1936, Premio Planeta 2010) hasta la fábula humorística (‘El asombroso viaje de Pomponio Flato’, 2008), pasando por la reciente trilogía
‘Las tres leyes del movimiento’
(‘El rey recibe’, 2018; ‘El negociado del yin y el yang’, 2019; ‘Transbordo en Moscú’, 2021) o ‘Tres enigmas para la Organización’ (2024).
Su obra ha sido traducida a múltiples idiomas, convertida
en cine y celebrada tanto por la crítica como por los lectores.
El escritor catalán recibe
el Premio Planeta (2010)
por su obra ‘Riña de gatos’.
EFE / TONI ALBIR
Tal y como reconoció
el jurado del Princesa de las Letras:
«Eduardo Mendoza es un proveedor de felicidad para los lectores, y su
obra tiene el mérito
de llegar a todas
las generaciones,
que hoy se reconocen
en sus luminosas páginas»

El escritor catalán recibe
el Premio Planeta (2010)
por su obra ‘Riña de gatos’
EFE / TONI ALBIR
Tal y como reconoció el
jurado del Princesa
de las Letras:
«Eduardo Mendoza es
un proveedor de felicidad para los lectores, y
su obra tiene el mérito
de llegar a todas las generaciones, que hoy
se reconocen en sus luminosas páginas»

Tras este debut decisivo, Mendoza fue consolidando un corpus narrativo tan diverso como reconocible. Obras como
‘El misterio de la cripta embrujada’ (1979)
y ‘El laberinto de las aceitunas’ (1982) desplegaron su veta más humorística y paródica, mientras que ‘La ciudad de los prodigios’ (1986) se convirtió en una de sus novelas más emblemáticas, retratando la transformación urbana en la Barcelona de finales del XIX con humor y crítica social. A ellas se suman títulos como ‘La isla inaudita’ (1989), la célebre sátira extraterrestre ‘Sin noticias de Gurb’ (1991), o ‘El año del diluvio’ (1992), que fue llevada al cine. Ya en el siglo XXI, Mendoza continuó experimentando con registros narrativos diversos: desde la novela histórica (‘Riña de gatos’. Madrid 1936, Premio Planeta 2010) hasta la fábula humorística (‘El asombroso viaje de Pomponio Flato’, 2008), pasando por la reciente trilogía ‘Las tres leyes del movimiento’ (‘El rey recibe’, 2018; ‘El negociado del yin y el yang’, 2019; ‘Transbordo en Moscú’, 2021) o ‘Tres
enigmas para la Organización’ (2024).
Su obra ha sido traducida a múltiples idiomas, convertida en cine y celebrada tanto por la crítica como por los lectores.
El escritor catalán recibe el Premio
Planeta (2010) por su obra ‘Riña de gatos’
EFE / TONI ALBIR
Tal y como reconoció el
jurado del Princesa
de las Letras:
«Eduardo Mendoza es
un proveedor de felicidad para los lectores, y
su obra tiene el mérito
de llegar a todas las generaciones, que hoy
se reconocen en sus luminosas páginas»
Eduardo Mendoza, es
aplaudido tras recibir el
Premio Cervantes (2016) de
manos de Felipe VI, en
presencia de Doña Letizia y
el resto de autoridades
EFE / JUAN CARLOS HIDALGO