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La princesa Leonor recibió esta mañana la Medalla de Asturias presumiendo de su ascendencia y sangre asturiana, de su orgullo por formar parte de esta tierra e incluso de su gusto por la gastronomía de esta región. «Llevo a Asturias en mi corazón y siempre será la patria querida que dice el himno», sentenció durante el breve pero emotivo discurso que pronunció tras recibir la máxima distinción del Principado de Asturias. «Tierra que da nombre al título que me designa como Princesa y, por tanto, servidora de España, y el lugar de origen de mi familia materna», indicó.
La heredera al trono quiso recordar durante el solemne acto en la Biblioteca del Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo que pertenece a una familia «muy asturianona», lo que le permitió visitar esta tierra muchas veces desde «bien pequeñina». Rememoró entonces sus paseos por los bosques del oriente, «entre carbayos y castaños que ya forman parte de mi infancia», en referencia a sus escapadas junto a sus padres, los ahora Reyes de España, a la localidad riosellana de Sardéu, donde residía su bisabuela, Menchu del Valle. «Nos contaba a Sofía y a mí cómo era la Asturias en la que vivió y formó su familia. Disfrutamos mucho con sus historias de la radio de aquella época», dijo en alusión a la profesión de la abuela paterna de la Reina Letizia. También hizo referencia a sus visitas a las playas «preciosas» de la región, los montes y los «pueblos increíbles» confesando entonces que, ya durante su niñez, se aficionó a los oricios «ante la cara de extrañeza de mi hermana, que es más de pantrucu». «Las dos hemos sido muy felices aquí», aseguró en su primera visita en solitario a la región, donde quiso también agradecer el calor recibido por parte de los asturianos en todos los importantes acontecimientos que le ha tocado vivir por su condición de heredera la Corona en esta región.
Citó su primer viaje oficial en 2018 para visitar a la Santina de Covadonga o sus primeras palabras en el teatro Campoamor con motivo de los premios que llevan su nombre. «Recibí un aplauso tan cálido, que fue como un abrazo», agradeció. «¡Cómo no voy a sentirme a gusto aquí!», exclamó ante la atenta mirada de unas doscientas personas con las que la princesa compartió un ágape en el emblemático patio central del Edificio Histórico tras finalizar el acto.
Tanto ella como previamente el presidente del Principado, Adrián Barbón, se encargaron de recordar que esta distinción también fue entregada hace ya 38 años al ahora rey Felipe que, al igual que su hija en estos momentos, realizaba su formación militar en la Escuela de Marín, por lo que en su caso acudió con el uniforme de marina. Hoy, con un traje de chaqueta azul celeste, la princesa dijo agradecer «de corazón» tanto la concesión de la Medalla de Asturias como el título de Alcaldesa Honorífica de Oviedo que había recibido minutos antes en el Ayuntamiento de Oviedo. «Los recibo con respeto y con la certeza de que, como sintió mi padre hace casi 40 años, significan algo muy importante: el compromiso que adquiero, que me guía y me guiará siempre, para ser merecedora de estos reconocimientos», dijo la Princesa de Asturias ante las máximas autoridades políticas, empresariales y eclesiásticas de la región, así como una amplia representación de la juventud y el deporte asturiano invitado al acto.
La ceremonia de entrega de la Medalla de Asturias comenzó con la intervención del presidente del Principado, quien se refirió a esta distinción como el «símbolo que renueva una relación de siglos entre Asturias y la Corona». Adrián Barbón hizo además un fuerte alegato en favor de la historia y del futuro de Asturias, pero también se refirió a «la calidez y afecto» del pueblo asturiano, del que destacó su vocación europeísta, el pasado emigrante, el acervo campesino y la fuerza industrial y proletaria de la minería y la siderurgia. «Tras resistir sucesivas crisis, encara un horizonte abierto hacia un modelo económico limpio, emprendedor, asentado sobre la protección de sus hermosos recursos naturales y la fortaleza de los servicios públicos», declaró el dirigente autonómico, convencido además de que la región «reúne la audacia suficiente para superar los obstáculos y hacerse dueña de su porvenir».
Por último, el jefe del Ejecutivo pidió a la heredera que lleve con orgullo la distinción que le fue entregada. «La medalla que recibís representa a este pueblo que tan bien conocéis. A lo largo de la vida merecéis muchas distinciones y reconocimientos. Entended que para nosotros esta entrega tenga, sobre todas, un especial valor. Con la convicción de su elevado significado histórico, os pido que siempre llevéis con orgullo la Medalla de Asturias. Porque esta también es vuestra tierra», señaló el presidente, para dar paso a la lectura del decreto de la concesión de la Medalla de Asturias por parte de la secretaria técnica de la Vicepresidenta del Principado, Andrea Suarez, quien hizo mención al acuerdo de gobierno con fecha 19 de diciembre de 2023. Un acuerdo en el no quiso estar presente el consejero de Ordenación del Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos, Ovidio Zapico, único representante de IU-Convocatoria por Asturias en el Consejo del Gobierno de coalición, quien se mostró contrario a la entrega de esta distinción a una representante de la monarquía española. De hecho, el también coordinador regional de IU en Asturias tampoco participó esta mañana en la entrega de la Medalla por «pertenecer a un espacio político republicano», justificó su grupo parlamentario.
El resto de los miembros del Consejo de Gobierno, así como los presidentes Pedro de Silva -quien condecoró al Rey Felipe de Borbón con esta misma medalla en 1986-, Juan Luis Rodríguez-Vigil, Antonio Trevín y Javier Fernández también encabezaron el acto, siendo Francisco Álvarez-Cascos el único presidente de Asturias ausente.
Como invitados de honor participaron en el acto los miembros de los clubes más laureados: Telecable Hockey Club, Bádminton Oviedo, Balonmano La Calzada y Gijón Mariners. También los representantes de los equipos del Real Oviedo y Sporting Liga Genuine, con discapacidad intelectual. Igualmente, estaba entre el público el gaitero que ganó el Festival Intercéltico de Lorient, Diego Lobo; y la Mujer Rural 2024, Lucía González. Asimimos, asistieron tres de las Medallas de Asturias de este año: Adonina Tardón, Consuelo Vallina y Mari Luz Ania, viuda del director de EL COMERCIO, Marcelino Gutiérrez.
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