Esta vez nadie espera quedarse en tierra

La pasada temporada una treintena de aficionados oviedistas sufrió una doble decepción de la que esta se esperan resarcir también por duplicado esta noche en el Carlos Tartiere viendo ascender al Real Oviedo, aunque saben que no va a ser fácil y por ello las horas previas están siendo de nervios.

Se trata de los seguidores azules que se quedaron en el Aeropuerto de Bilbao por la anulación del vuelo que les tenía que llevar a Barcelona para estar en Cornellá. La solución que les ofrecían era viajar por la noche y por eso iniciaron viaje de vuelta para llevar la mayor decepción de la jornada por la televisión.

Esta noche pueden tomarse la revancha la mayoría de ellos, porque hay un caso de fuerza mayor. Se trata de Juan Carlos Bachiller, uno de los 30 de Bilbao, que parte hoy hacia París para celebrar las bodas de plata de su matrimonio, con un viaje que tenía cerrado desde hace nueve meses. «No sé cómo lo voy a hacer, pero me va a tocar buscar un sitio donde estar pegado al teléfono móvil a las nueve de la noche para poder verlo», comentaba a las puertas del Carlos Tartiere donde se reunió con otros cuatro de los que se perdieron el partido de la pasada temporada, en presencia de EL COMERCIO.

Miguel Angel Fernández, Alberto Lavandera, Arturo Requejo y Manuel 'Lito' Vidal, fueron otros de los que se quedaron en tierra en Bilbao y recuerdan la angustia inicial y la tristeza al final de la jornada. Miguel Ángel recuerda que «había una pareja del Espanyol que estaba como nosotros, pero al menos ellos llegaron para celebrar», ironizó.

La hora prevista para despegar eran las 15.15 horas y una antes se les avisó de un retraso de una hora, mientras que poco después de la anulación. Juan Carlos lamentó que «inicialmente nosotros íbamos a ir en coche» y al conocer la suspensión la primera idea de muchos de ellos fue «alquilar uno y salir por carretera hacia Barcelona a toda prisa», explicó Arturo Requejo, que discrepaba con Lito sobre la posibilidad de llegar a tiempo para poder presenciar el encuentro.

Todos ellos regresaron a Oviedo para ver el encuentro por televisión. En el caso de Alberto Lavandera junto a su esposa, Yolanda Calvo, coinciden que en el viaje de ida a Bilbao todo era «fiesta, con risas, con bromas, con chanzas y desde Bilbao hasta Oviedo no hablaba ni el tato, se podía cortar el ambiente con un cuchillo», rememoran.

Arturo Requejo recuerda que vivió «una decepción enorme, había llevado a mi nieto porque era una ocasión única para poder ver ascender al Real Oviedo». Junto con Lito es habitual desde hace muchas temporadas en los desplazamientos del conjunto ovetense «este año solo nos perdimos dos partidos… bueno y el de El Molinón, que a ese nunca vamos», explicó

Ahora todos, menos Juan Carlos Bachiller, que estará sufriendo en la 'Ciudad de luz', coinciden en la esperanza de poder vivir lo que se les truncó el pasado año. Miguel Ángel cree que «después de tantos años, yo creo que ya es el momento que nos toca», aunque ninguno oculta que están «un poquitín asustados».

El principal motivo para confiar en el equipo es la buena temporada y que «creo que somos superiores por lo que vimos en el partido de ida, pero también vimos que nos pueden ganar», asegura Arturo Requejo. Como abonados todos disponen de la entrada para estar esta noche en el Carlos Tartiere y reconocen que esta semana se está haciendo especialmente larga a la espera de que llegue el encuentro.

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