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CARMEN DEL SOTO
Domingo, 8 de agosto 2021, 00:19
A Begoña González Menéndez los apellidos no la identifican más que en los papeles. Ella es, para todos, Begoña 'Carro' desde su matrimonio con Francisco Carballude Carro. Dándose el caso de que él también ha ido perdiendo el primero de ellos hasta ser conocido, sencillamente, como Paco Carro, al ser ese el nombre de su salón de peluquería en Mieres, de donde es natural. El matrimonio tiene dos hijos: una chica que es maestra en Gijón y un chico que vive en Estados Unidos, concretamente en la ciudad de Seattle, donde trabaja como ingeniero informático para Amazon. Sin olvidar a la perrita Cloe, a la que miman como a una más de la familia.
Curiosidades aparte y siendo su residencia habitual la villa del Caudal, siempre han tenido a Gijón como ciudad de referencia y veraneo, ya que Begoña sí que nació en ella. Circunstancias familiares la llevaron a cursar sus estudios con las monjas salesianas en Málaga y Palencia, regresando a Gijón para iniciarse en el Derecho con Don Fermín en su 'Universidad de Cimadevilla'. Llegaría luego la oposición al funcionariado de la Seguridad Social y, con ella, su destino en las oficinas de Mieres hasta su jubilación.
Es por ello que ahora tiene más tiempo para disfrutar de su piso gijonés y de sus vistas, que abarcan los alrededores y, sobre todo, la playa de San Lorenzo, condición indispensable a la hora de buscarlo y que fueron a encontrar en la zona del Náutico.
Su reforma comenzó por eliminar alguna puerta y dar anchura al resto, huyendo de las medidas estándar. En lacado blanco, sus noventa centímetros permitirían, en caso de ser necesario, que una silla de ruedas pudiera desplazarse sin problema por la vivienda.
Para el suelo se eligió laminado vinílico en acabado mate, siguiendo en las paredes con tonalidades blancas y colocando óculos led por toda la vivienda salvo en los dormitorios, que llevan lámparas de techo. En estos se ha optado por una decoración funcional, a base de cabecero con mesitas integradas, que simulan madera de haya, con la singularidad de que, en uno de ellos, una de las paredes ha sido empapelada con un mural de superhéroes americanos.
Un mobiliario que en su totalidad lleva la firma de Fhoa y al que hay que sumar el mueble del recibidor, cuyas puertas recuerdan a un reloj, y el conjunto del salón-comedor, con especial atención a su mesa, que consta de tablero de cristal sobre pie lacado en forma de ola.
Paco Carro es coleccionista de obras de arte y en esta su casa gijonesa hay buena muestra de ello. Así, al lado de cuadros de mayor formato firmados por Orlando Pelayo y Kiker, cuelgan de sus paredes pinturas de Viola, Piñole, Gomila y Úrculo. Lombardía, Aurelio Suárez, Rodolfo Pico y Alejandro Mieres también se suman a la lista, al igual que artistas más jóvenes como es el caso de Edgar Plans y Hugo Fontela. Sin olvidar las esculturas en madera de Pablo Maojo, y la de Juan Cruz en bronce dorado. O lo que lucen unos zapatos fabricados por encargo para Begoña con motivos taurinos.
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Samantha Acosta | Gijón
Fernando Morales y Sara I. Belled
Jessica M. Puga | Gijón y Samantha Acosta
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