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Recreación de Alfonso II El Casto en el 'Libro de los Testamentos'
El primer peregrino, un rey asturiano
HISTORIAS DEL CAMINO DE SANTIAGO

El primer peregrino, un rey asturiano

Alfonso II El Casto. Tras el hallazgo en el 813 de los restos del apostol Santiago, un emisario avisó al monarca, que decidió verlos con sus propios ojos

pablo antón marín estrada

Miércoles, 19 de enero 2022

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Desde Oviedo a Santiago de Compostela, el relato de las peregrinaciones a la tumba del apóstol Santiago está escrito en piedra: catedrales, iglesias, capillas, antiguos hospitales, cruceros y mojones del camino relatan el paso de los miles de hombres y mujeres que acometieron el trayecto siguiendo el otro camino: el de las estrellas. La memoria de ese largo viaje está escrita también en las historias que han ido quedado contadas y escritas en el curso del tiempo. Reales o inventadas, su testimonio perdura con la misma verdad que las piedras y recordar algunas de ellas acompaña a quien hoy emprende la ruta jacobea desde cualquier lugar del mundo, Europa o Asturias, donde comenzó todo.

Ficción y realidad se dan la mano en el origen del Camino para llegar al mismo punto de partida: el 'kilómetro cero' se sitúa en Oviedo y el primer peregrino oficial se dice que fue el Rey Alfonso II El Casto. El prólogo de la historia nos lleva algo más lejos, aunque no tanto si tenemos en cuenta que sucedió dentro de los dominios del reino asturiano. En su confín occidental, en el bosque de Libredón, próximo a Finisterre, recoge la leyenda que un anacoreta llamado Pelayo, en una madrugada del año 813, tras decir misa en la ermita de San Fiz de Solorio, vio iluminarse las estrellas del cielo sobre una colina y corrió a la cercana Iria Flavia para comunicarle el prodigio al obispo Teodomiro. En el lugar señalado por las luminarias se abría una cueva y en su interior un sepulcro de piedra que el prelado no dudó en identificar como el Arca Marmórica, de la que hablaba el 'Breviario de los Apóstoles', un texto latino de en torno al siglo VI, con la primera referencia a Santiago en Hispania.

Un hallazgo de tal magnitud debía ser puesto en conocimiento del rey Alfonso. Podemos imaginar que el obispo Teodomiro eligió a uno de sus mejores emisarios para llevar la noticia a Oviedo. Reconstruir su trayecto desde Iria Flavia invita igualmente a un ejercicio de imaginación. Actualmente, quienes recorren el camino primitivo a caballo, echan entre diez y doce días si hacen unos treinta kilómetros por etapa, aunque la dureza de algunos tramos en tierra asturiana obliga a reducir bastante ese promedio. En aquel viaje, la importancia del suceso podemos suponer que apremió al mensajero a forzar su montura o a ir reponiendo caballerías de refresco. A su llegada a la corte la noticia debió de impactar al piadoso Alfonso II, aunque no lo hubo de coger totalmente por sorpresa. Años antes, cuando su rival Mauregato ocupaba el trono que le usurpó, Beato de Liébana en sus 'Comentarios del Apocalipsis' se había hecho eco de la presencia de Santiago en la Península, referida en el 'Breviario de los Apóstoles', e incluso se le atribuía la autoría de un himno al apóstol. Historiadores como Sánchez Albornoz y otros consideran factible la posibilidad de que los versos del 'O dei verbum' salieran de la pluma del sabio monje lebaniego. Más allá de la devoción religiosa, si El Casto conocía esa fuente, como parece probable, pudo ver en el descubrimiento del sepulcro una buena baza política con la que afianzar su reino en pugna con los enemigos musulmanes.

La imaginación de nuevo nos lleva a fabular que cuando el monarca asturiano decidió viajar al Campus Stellae, abriendo su comitiva iba el mensajero del obispo Teodomiro guiándoles. Como desconocemos el trayecto que pudieron seguir desde Oviedo, vamos a confiar también en la tradición de por dónde transcurrían las rutas históricas entre el centro de Asturias y la actual Santiago, para acompañarlo en esa primera peregrinación. Los repechos del Escamplero y de La Espina debieron poner a prueba la calidad de sus caballerías antes de afrontar otros más duros en las sierras de Tineo y Allande. Si ascendieron por el Puerto del Palo, allí, en una noche despejada, el emisario de Teodomiro, al que como buen gallego no debía de faltarle la inclinación a fantasear sobre las maravillas de lo real, tal vez mirando al cielo, quiso acreditar sus méritos como guía señalando la estela blanquecina de la Vía Láctea: «No tenemos pérdida, las estrellas nos guían». Y que el comentario del gallego llegaría a oídos de El Casto.

En el Alto del Acebo, otra noche sin nubes, al sentirse ya cerca de la tierra propia, el de Iria Flavia, se vendría aún más arriba: «Ahora se ve más claro por dónde cae el lugar al que vamos» y, apuntando hacia la extensión de la Terra Chá, añadiría: «Ya casi se ven las murallas de Lugo y de allí al Campo de Estrellas, el tiro de una piedra». No viene en las crónicas, pero es bonito pensar que Alfonso II llegó al lugar de la peregrinación también de noche o entre lusco y fusco pudo ver las luminarias mostrarle el lugar del sepulcro de Santiago.

«El Camino de Santiago es uno de nuestros objetivos en materia turística»

Alfredo García Quintana, concejal de Turismo de Oviedo

P. A. M. E

«Para nosotros, el Camino de Santiago es uno de nuestros objetivos en materia turística. Tenemos que poner en valor todos los recursos relacionados con él que tiene nuestra ciudad. Son muchos, algunos desconocidos, y en eso tenemos que trabajar ahora y en el futuro». Son palabras del concejal de Turismo de la capital asturiana, Alfredo García Quintana, después de que su área se haya marcado como fin posicionar a Oviedo como la ciudad donde nació la ruta jacobea.

Fue Alfonso II El Casto el primer peregrino. Recorrió los kilómetros hasta llegar a Santiago de Compostela, creando así la ruta Primitiva que siguen cada año miles de peregrinos.

El punto de partida es la Catedral después de haber visitado la imagen del Salvador, y emprenden de esta forma su camino siguiendo los pasos del Rey asturiano.

Aprovechando que este es año Xacobeo, Oviedo ha preparado una programación con conciertos, recreaciones teatrales, un montaje que también recrea la llegada del Arca Santa, desde el Monsacro a la Catedral, entre otras actividades. «Hemos hecho una programación que presentamos en Fitur y vamos a ir incorporando más actuaciones», destaca Quintana, quien quiere aprovechar al máximo los dos años santos.

«Esta semana hemos firmado el protocolo para impulsar la cátedra de turismo 'Oviedo, Origen del Camino' con la Universidad y otras entidades como el Colegio de Médicos o de Abogados también quieren participar».

Todo, con el objetivo de crear un «estrategia a medio y largo plazo» para aprovechar los recursos turísticos únicos que hay en la ciudad como el Prerrománico y que eso sirva de ayuda para salir de la crisis económica provocada por la pandemia.

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