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CARMEN DEL SOTO
Domingo, 9 de mayo 2021, 02:18
Gijonés de nacimiento, Antonio Martínez Ortiz también se siente canario de adopción, ya que, con sólo 7 años, se trasladó a vivir con sus padres a Las Palmas donde cursó estudios y se licenció en Derecho. Allí comenzó a ejercer como abogado en un despacho laboralista, aunque, sin dejar de lado la colaboración con la empresa familiar dedicada a la promoción de viviendas.
Sería de esa implicación en los procesos de construcción donde surgiría su interés por la decoración. Formación autodidacta que le ha proporcionado los conocimientos necesarios para desempeñar su trabajo como interiorista, al que se ha venido dedicando de pleno desde 2008. Ya, por aquel entonces, afincado en Asturias, adonde regresó con el cambio de siglo y la firme decisión de que sus hijos creciesen en esta tierra.
Y aquí aparece la figura del chef Nacho Manzano al que, además de gran amigo, considera su padrino por haber creído en sus proyectos para Casa Marcial, los Gloria -de Oviedo y Gijón- y el Palacio de la Riega. Casa Milagros (Villaviciosa), Farragua (Gijón) y los locales madrileños del empresario Cristopher Golding (gastrobar Bó Finn) son otros ejemplos de su obra en el sector de la hostelería, encargándose en la actualidad de darle una vuelta a El Corral del Indiano de José Antonio Campoviejo.
Se siente muy cómodo en todos los estilos siendo su preferido el rústico renovado y es un apasionado de Marruecos, país al que viaja para hacer acopio de objetos decorativos como lámparas microperforadas que reparten los destellos y suscitan la intimidad y el claroscuro; alfombras de lana realizadas a mano en sus telares; y cerámicas con las que ensambla lucidos bodegones.
En su casa hay un auténtico muestrario. Se trata de una vivienda con dos siglos de antigüedad, que en origen fue una casa mariñana con cuadra y tenada. Su esencia ha sido conservada manteniendo muros originales y paredes maestras siendo tratada la fachada con pigmentos naturales obtenidos en Marruecos hasta conseguir su color terracota. Para los suelos, pizarra y madera de roble francés teñida en color ébano. Su porche acristalado, orientado a un hermoso jardín con inmensos tilos y variada flora facilita su encuentro con la naturaleza y permite el paso de la luz solar.
En el interior conviven diversos estilos, desde el contemporáneo de la cocina al de influencia asiática con los armarios de ajuar chinos sobre los que lucen tibores, esculturas, fotos y artesanía de diversas partes del mundo. Con soluciones originales y prácticas como incluir en el hueco de la escalera un baño de cortesía y un office que hace las funciones de comedor con una mesa de Tulip Saarinen y sillas de Harry Bertoia. A destacar la lámpara del salón de lágrimas de cristal del siglo XIX, misma antigüedad de los espejos venecianos del tocador del baño; las colecciones de máscaras y de soperas; y dos sillas mauritanas talladas a mano.
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J. Arrieta | J. Benítez | G. de las Heras | J. Fernández, Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras y Julia Fernández
Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras, Miguel Lorenci, Sara I. Belled y Julia Fernández
Samantha Acosta | Gijón y Sara Pérez | Gijón
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