El Sella clama fiestón
Hay muchas ganas. La organización del Descenso y las peñas que le dan color afrontan una edición «como las de siempre» que se prevé multitudinaria, con cerca de 1.100 palistas inscritos
MARIO ÁLVAREZ
Domingo, 31 de julio 2022, 01:37
Tras tanto tiempo de espera, la llegada de uno de las fiestas más ansiadas por todos los asturianos es inminente. Las mariposas de los estómagos comienzan a revoletear. Es la sensación que combina los nervios con la ilusión y, en esta ocasión, con un tercer factor: los recuerdos, muchos recuerdos de una etapa que dejará marcada a la sociedad de por vida.«Hace ocho meses perdí a mi marido. Lo que más ilusión le haría desde el cielo sería que disfrutase del Descenso del Sella». Es el testimonio, entre lágrimas, de Isabel Cardín, viuda de Pedro Fuente 'el Mole', quien fuera presidente y fundador de la peña de Los Botijos y toda una institución en Cangas de Onís. Ostentaba el título de «el gran duque del Sella» y cada primer sábado de agosto era fiel a su cita con Les Piragües. La pandemia obligó a dejar de cumplir con la tradición durante dos veranos, algo inimaginable hasta entonces y, eso ha provocado que la gente tenga más ganas de esta edición que nunca. Sin embargo, el destino es caprichoso y el Mole la verá desde el cielo. La última que animó fue la de agosto de 2019. Eso sí, estará muy presente en cada representante de la peña y, de hecho, la vestimenta pretende perpetuar su recuerdo. Quizás sea el nombre propio más significativo, pero el ambiente festivo de esta edición también se mezcla con otros recuerdos de muchos seres queridos que se fueron durante la pandemia.
«Todos tenemos a alguien que desfilaba y que, esta vez, lo extrañaremos», señala Jorge Suco, presidente de los Selleros. En Arriondas falta también, por ejemplo, Pepito Fondón el de El Español. Por eso, y por el tiempo de espera, «no recuerdo unos días previos con tantas ganas de que llegue por fin el momento». Esa atmósfera también se respira a su alrededor, porque nadie quiere perderse la cita. Todas las peñas acreditan que están a tope. «Si un año sin desfilar da mucha rabia, ni que decir de no hacerlo durante dos años seguidos», reflexiona.
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Dónde Con salida en Arriondas y llegada en Ribadesella, todo el oriente asturiano se convierte en una fiesta. Los campistas empiezan a llegar ya a mediados de semana.
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Cuándo El próximo sábado. El desfile tendrá lugar hacia las 10 de la mañana por las calles de Arriondas. A las 12 horas se dará la salida a la carrera bajo el puente de Arriondas.
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Deporte Más de un millar de palistas toman el río, los primeros tardarán poco más de una hora en llegar a la meta. Tras ellos, salen cientos de aficionados en sus canoas.
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Indumentaria Se recomienda chaleco, montera picona, collar de flores y ganas de pasárselo bien, da igual en Arriondas que en Ribadesella. Bandera de Asturias, opcional.
Tal vez por esto, los preparativos se hayan adelantado. «No es que se nos haya olvidado organizar todo, es que estamos algo ansiosos», reconoce 'Kevi' Menéndez, de los Tritones de Infiesto. Y en su caso, como en el del resto, es tritón «por necesidad, porque lo que se vive estos días es algo muy grande». Aunque estas semanas adquiere mayor protagonismo, Kevi, cuyo nombre de pila es Ángel Luis, cuenta que los pueblos que baña el Sella, «ese ambiente se respira todo el año porque es una filosofía de vida».
Los que más veces han acudido a la cita lo hacen «porque es una de las fiestas en las que mejor se refleja la mentalidad abierta que tenemos los asturianos», valora. Afirma que la gente es muy solidaria y anima a que quien tenga oportunidad acuda, al menos, a verlo, «porque es un espectáculo que merece la pena».
Además, las distintas peñas creen que ahora la gente se divierte más que años atrás. Mientras antes la competición deportiva, que sigue muy consolidada, acaparaba todo el protagonismo, ahora la parte folklórica ha incrementado su presencia. «Esto es bueno para todos porque, al fin y al cabo, no deja de ser una fiesta», apunta. Además de los tradicionales Tritones, Selleros, los de Antaína de Ribadesella y los Botijos cangueses, desde Coya se han sumado los de El Roblón, con su permanente homenaje a Dionisio, y también ha nacido una agrupación folclórica más en Ponga. Y esta idea, se inculca a los más pequeños. Así surgió, por ejemplo, el grupo de 'tritoninos' de Piloña, que está formado por todos los menores de edad que, precisamente, por esa condición, no pueden participar con el resto el día de la fiesta. No obstante, eso no les impide probar su primera experiencia con el tridente.
El que anda ajetreado estos días es Juan Manuel Feliz, presidente del Comité Organizador del Descenso del Sella. De reunión en reunión, todo va tomando forma, como siempre sucede, como pasaba ya en tiempos de Dionisio. Y también espera con muchas ganas esta edición. «Ya era hora de que pudiésemos celebrar el Descenso», clamaba. Y, además, la participación es mayor de la esperada. «Con el precio de los viajes y la situación general, temía que vienese menos gente, pero tenemos más de 1.100 palistas inscritos», celebraba.
Alrededor de la fiesta nació un negocio, el de los descenso en canoa por el Sella. Y mientras llega la prueba, el río ve pasar miles de piragüistas aficionados, sobre todo en verano. Unas 200 personas salen cada día de la Escuela Asturiana de Piragüismo. Muchas de ellas, sin experiencia en canoa y, sin embargo, apenas hay incidentes. «Es una actividad segura en la que si se usa el sentido común y se siguen las recomedaciones, todo sale bien», afirma el gerente, Ricardo Soto, que junto a su hermano Antonio es uno de los pioneros de esta actividad en Arriondas. En parte, esto se debe a que el nivel de agua del río es muy bajo y la gente hace pie en casi todos sus tramos, así que anima a que la gente «pruebe una experiencia que es única».
Tras dos años sin la festividad, y aunque el gerente insiste en que la actividad funciona bien desde mayo hasta septiembre, en los últimos días sí ha habido un incremento de la demanda. «No son pocos los que en los días previos, pasan por aquí para practicar un poco. En primer lugar, porque siempre se disfruta de la experiencia y, en segunda instancia, porque hay quien se apunta para recordar la técnica». En esa escuela trabaja como monitor Adrián Toyos, quien insiste en que «si no se pretende hacer tiempo, es una actividad que no entraña gran dificultad y, además, la hacen de forma tutelada». En cualquier caso, a quien no baje con su piragua el primer fin de semana de agosto, se le recomienda acudir a verlo en directo. «Que no se lo cuenten. No es lo mismo que ver los vídeos. Hay que presenciarlo in situ, porque se respira felicidad», dice Jenifer Rodríguez, presidenta de Antaina, peña de Ribadesella.
Y ya se acerca el momento para que se oiga en todo el valle el 'Asturias patria querida', el himno de les piragües.