'Batchcooking', por qué es una gran idea organizar una tarde de cocina para toda la semana

Un poco de ejercicio regular, añadir algo más de movimiento al día a día, caminar más para llegar al destino, dejar el coche aparcado y optar por el transporte público. Los pequeños gestos se van colando en las rutinas diarias para mejorar la salud. Pero además, hay que comer sano y eso a veces se complica.

La solución es planificar y organizarse. Organizar las comidas de toda la familia para que nadie caiga en la tentación de comer cualquier cosa, que pueda aparecer en cualquier sitio, en cualquier momento.

No es tan complicado aunque sí, se necesita un poco de disciplina para conseguirlo, sobre todo al principio. Una vez que se ha cogido el ritmo y la costumbre, todo fluye mucho más rápido y sencillo de lo que parece en un primer momento.

En primer lugar, hay que buscar un momento a lo largo del día en el que no se tenga hambre para organizar un plan de comidas. Un calendario o la agenda habitual puede ser la herramienta perfecta donde anotar el menú de comidas de una semana. Desayuno, media mañana, comida, media tarde y cena para cada día durante siete días.

Es importante tener en cuenta que por ejemplo, muchas personas desayunan lo mismo varios días a la semana, eso es una ayuda a la hora de organizar el plan semanal.

Una vez que está diseñado el calendario y que se tiene organizada la semana de comidas, hay que encontrar el momento de ir a hacer la compra de todos los ingredientes que se necesitarán para cumplir los objetivos.

Y finalmente hay que buscar el mejor momento para dedicarse a cocinar. A lo mejor es una mañana del fin de semana o una tarde a mitad de la semana. Dependiendo de las elaboraciones llevará más o menos tiempo pero con dos horas, bien organizadas, es probable que consigas platos para toda la semana.

Comer saludable no significa que haya que hacer preparaciones complicadas, las cenas fáciles, sencillas y saludables son un comodín a la hora de planificar las comidas.

Es muy práctico preparar suficientes raciones para que sobren y se pueda hacer un día de «retales» en el que cada miembro de la familia elige lo que quiere comer o cenar de las preparaciones que se han tomado en días anteriores.

Toda esta planificación es como una muleta que ayuda a conseguir que la alimentación sea variada, más equilibrada y por tanto más saludable. Ya está listo, ya están los ingredientes y el momento de ponerse a cocinarlos.

Lo interesante es que las preparaciones se puedan calentar sin problemas cuando vayan a consumirse. Por eso los platos de cuchara son tan agradecidos. Preparar unas lentejas en la olla a presión mientras que en otra cacerola tienes las verduras necesarias para hacer un puré, significa que ya tienes dos elaboraciones para dos días distintos o una comida y una cena.

Hervir algo de arroz blanco como acompañamiento y preparar unos huevos cocidos también son dos comodines cuando se cocina una tarde para toda la semana. Los huevos después podrán acompañar al puré picados por encima y el arroz, siempre es una buena guarnición de un guiso de carne que se puede preparar bien en el horno o en la olla cuando terminen de cocer las lentejas.

Las posibilidades son enormes, dependerán de los gustos de los comensales y de lo buena que sea la organización de las preparaciones. La primera vez seguro que tendrá margen de mejora, pero las siguientes serán más eficaces y más sencillas.

Además, el cocinado se puede plantear como un trabajo en equipo, en familia con niños incluidos que para ir fregando los utensilios de cocina no hace falta ser un experto cocinero y es un buen momento para compartir charlas alrededor de los fogones.