«Cada vez se sexualiza antes a las niñas»
Arte y mujer. Sheila Blanco, María Murnau y Mónica Iglesias hicieron ver el papel de la mujer, ahora que no es la musa, sino la creadora
ANA RANERA
Viernes, 3 de diciembre 2021, 03:44
En la música, en la literatura y en cualquier arte, la mujer ocupa un lugar secundario. Así, al menos, lo demuestran las cifras que ayer leyó Ruth Arias, la jefa de la Redacción de LA VOZ DE AVILÉS, durante la mesa redonda 'Visibilizar a la mujer mediante el arte', que guió en la jornada de Futuro en Femenino. «Las mujeres solo ocupan el 27% de los catálogos de las galerías», ejemplificó. Y eso que se refería al presente, si viajáramos en el tiempo, la situación empeoraría con creces, y eso debe ser porque «nos han vendido como completa una historia que está fragmentada», como aseguraba la cantante y compositora Sheila Blanco. Ella, junto a la activista María Murnau y a la librera Mónica Iglesias, analizó la realidad femenina en el arte.
«Ahora mismo, en mi presente, yo me siento libre para decidir cómo quiero llevar mi trayectoria y mi imagen, pero soy consciente de que no todas tienen esa libertad», apuntaba Blanco. «Un hombre puede ir en camiseta o en traje, ellos no tienen ninguna presión», señalaba. «Creo que siempre ha habido una mayor sexualización de la mujer y creo que, hoy en día, estamos yendo para atrás, cada vez se sexualiza a las niñas desde más pequeñas», añadía.
Por mucho que hayamos mejorado, han tenido que pasar demasiados siglos para que se deje de ver a la mujer como musa y sea ya la creadora. Lo sabe bien Blanco, que musicalizó, en uno de sus trabajos, los versos de las poetas de la Generación del 27. «Llevo cinco años con ese proyecto y, a día de hoy, los libros de texto siguen sin incluirlas», se lamentaba. «Las leyes deberían ampararnos, tiene que haber normas que beneficien ese tipo de aspectos», opinaba.
Sabía bien Mónica Iglesias de lo que estaba hablando Blanco. «El papel que se le asigna a la mujer en la sociedad es el de madre abnegada, pero todos los temas importantes y universales de la literatura los han escrito chicas», contaba esta librera, dueña de la gijonesa La Habitación Propia. «¿Por qué es más importante la experiencia de ellos?», se preguntaba.
Intervino entonces María Murnau, quien reconocía que sus libros apenas los leen hombres. «Algunos sí y otros lo hacen para impresionar a sus novias», se reía. «Cuando hago las presentaciones van muchos por ponerse la medallita de que lo han leído», proseguía. También en los conciertos de Blanco es mayoritario el público femenino. «A mis actuaciones van muchas más mujeres porque hay una sensibilidad en la que a nosotras se nos educa o se nos permite», pensaba.
La mayoría de mujeres se repite en la librería de Iglesias. «A mi tienda vienen muy pocos hombres y los que lo hacen vienen en busca de una novela de alguna autora muy consagrada», explicaba. Por eso, ella cree que «si los hombres no leen lo que piensan las mujeres y no conocen la idiosincrasia de la mujer, entonces las conocen a través de la idealización que ha hecho de ellas la literatura masculina», consideraba. Según eso, a sus ojos, las mujeres siguen siendo las modelos que aparecen en las obras que firman los de su mismo sexo. Pero deben saber que ellas hace tiempo que son las creadoras.
