Espanyol - Sporting | La Mareona baña Cornellá

El Sporting estaba este jueves lejos de casa pero, ni mucho menos, solo. Cerca de un millar de aficionados se desplazaron desde Asturias a Barcelona para arropar a su equipo ante el que era el partido más importante de la temporada. Una auténtica 'Mareona' que hizo con gusto los 862 kilómetros de recorrido, ya fuera en autocar, coche o avión, para volver a lanzar el mensaje de que el Sporting nunca camina solo.

Los seguidores rojiblancos se dejaron ver desde primera hora. Hasta el hotel de concentración de la plantilla del Sporting se desplazaron varios aficionados, con Gustavo Alonso, presidente de Unipes, entre ellos, para dar ánimos a los jugadores. Diferentes miembros de la plantilla se acercaron a los seguidores para fotografiarse con ellos, recibiendo mucho cariño para lo que estaba por venir.

Uno de los espacios donde más se hicieron notar los seguidores rojiblancos fue en la plaza La Sardana. A las 18 horas estaban convocados por la Peña Quini de Barcelona, que ejerció de anfitriona para la 'Mareona'. Con una tarde soleada y una temperatura agradable, cientos de sportinguistas se juntaron para ir tomando fuerzas de cara al partido. Por allí se dejaron ver integrantes de la Peña Sentimiento Rojiblanco La Regence, Portería Sur y Los Escalones, entre muchos otros. También estuvo presente Juan Luegos, vicepresidente de la Federación de Peñas Sportinguistas, que fletó un autocar para que los seguidores se desplazaran a Barcelona.

Roberto Canella, quien fuera capitán rojiblanco, acudió a la plaza La Sardana junto a un grupo de amigos. Nada más acercarse al lugar de reunión de la afición, los sportinguistas comenzaron a corear su nombre. También se pudo ver a Marcos Trabanco, exjugador del Sporting B.

El Stage Front Stadium cuenta con 40.000 asientos y en este caso todo el papel estaba vendido. Pero, aunque en minoría, los gritos y los ánimos de los cerca de 1.000 sportinguistas desplazados a Cornellá se dejaron sentir durante todo el encuentro, tratando de empujar a los jugadores. En el palco, además de David Guerra, presidente ejecutivo del club, y de Gerardo García y Joaquín Alonso, se encontraban José Riestra, Israel Villaseñor, Luis Miguel Pérez, Aleco y Fernanda Irarragorri y Dante Elizalde, todos ellos integrados en el Grupo Orlegi.

La despedida ayer en Mareo fue cuanto menos emocionante. A las cinco de la tarde, casi no cabía un alma más. Unas 400, decían desde el club. Algunos aguardando sitio desde una hora antes para no perderse, primero, el paseillo de sus ídolos desde su coches particulares hasta los vestuarios y, posteriormente, la salida del autocar.

La irrupción de los futbolistas fue una fiesta repleta de gritos, mensajes de apoyo, firma de autógrafos, fotografías y mucho, mucho, sportinguismo. Cote fue el primero en llegar. Le siguieron otros como Insúa, Yáñez, Zarfino, Guille, Izquierdoz, Diego Sánchez... El último en aparecer, Christian Rivera. Nadie dribló a los aficionados. Al contrario. A todos se les escapó una sonrisa y un gesto de comprensión ante los seguidores, muchos pequeños, de poca edad, orgullosos de la camiseta que lucían, que se fue, progresivamente, llenando de firmas.

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