El Airbnb del deporte al aire libre

Clases de esquí, surf, kitesurf o windsurf, alquiler de mountain bikes o rutas de montaña. En Baqueira, Tarifa o Salinas. Estas son algunas de las opciones que ofrece Vivra, la startup creada por dos asturianos, Carlos Arboleya y Carlos Saro, y por el madrileño Alberto Ballarín, y que acaba de levantar su primera ronda de financiación por 145.000 euros.

«Nuestro objetivo es ser el Airbnb de las clases y actividades deportivas», asegura Arboleya. Profesor de esquí desde los 19 años, el ovetense tomó noto de la organización y las problemáticas que se planteaban en las escuelas en las que trabajaba (Navacerrada o Baqueira). Junto a Saro y Ballarín fueron analizando otras actividades deportivas al aire libre que repetían patrones de dificultad, tanto desde el punto de vista del consumidor, como de las propias escuelas o tiendas de alquiler. Así que pensaron que «si era tan fácil contratar alojamientos o vuelos 'online', por qué no clases o actividades deportivas». Y el año pasado lanzaron Vivra con su primer proyecto piloto en Baqueira «y este año hemos multiplicado la facturación por tres, invierno sobre invierno».

Pero antes de adentrarnos en la plataforma, sepamos quiénes son sus ideólogos. Tras estudiar Derecho y ADE, Arboleya trabajó en un despacho de abogados en Madrid para, a continuación, dar el salto a las startups, trabajando como analista de negocio para el emprendedor Martín Varsavsky (fundador de Jazztel). Fue ahí, relata, donde decidió su enfoque hacia los fondos de capital riesgo y la incubación de nuevos negocios. También estudió Derecho y trabajó en otro despacho de abogados Alberto Ballarín. Su vena emprendedora ya la puso en práctica durante la carrera con una agencia de viajes especializada en interrailes con la que llegó a facturar 500.000 euros al año. El otro asturiano, Carlos Saro, es ingeniero industrial, y trabajó como ingeniero de software en GMV (empresa destacada en el ámbito de los satélites).

Son las tres cabezas pensantes de una plataforma que ha conseguido levantar esa primera ronda de financiación de 145.000 euros, en la que se encuentran relevantes 'business angels' con vinculación a la industria deportiva. Entre ellos Pablo Carro, fundador de Playtomic -«han hecho una solución muy buena donde reservar pistas de pádel y encontrar gente par jugar es muy sencillo»-, o Marc Bigas, cofundador de Skitude. Junto a ellos otros nombres como Boro Mas, cofundador de GPTAdvisor, Finametrix y Openfinance; Juanjo Mostazo, cofundador de Homa Games y venture partner de K Fund; Joaquín Mencía, Chief Innovation Officer de Chalhoub; Diego Ballesteros, cofundador de BEWE y de Sindelantal, y Carlos Otermin, CEO de Lazada Filipinas.

-¿Qué tiene de diferencial la empresa? ¿Qué modelos pueden ser los referentes a nivel nacional e internacional?

-Somos una empresa muy centrada en la experiencia de usuario. Nos focalizamos en hacer las cosas fáciles tanto para el cliente como para la escuela o el profesor. Por eso estamos también trabajando en soluciones tecnológicas para la industria, para automatizar procesos, ahorrar trabajo y hacer que todo sea mucho más fácil, tanto para el cliente como para la escuela. Un modelo que es referente para nosotros es el de Playtomic, ellos han hecho una solución muy buena para el mundo del pádel. Nosotros buscamos conseguir un resultado similar para las clases y actividades deportivas. En Europa hay otras empresas que tienen un enfoque parecido como Checkyeti o Tripaneer, pero se quedan más en la superficie de conseguir el 'match' entre el cliente y la escuela.

Hasta el momento han conseguido crear una plataforma con presencia, en el ámbito del esquí, en Baqueira, Cerler y Sierra Nevada. También en las principales zonas de surf o kitesurf como Tarifa, Fuerteventura y Zarautz. En Asturias, cuentan ya con 'partners' como Tablas, en Gijón, o Salinas Surf Camp, en Castrillón, y se encuentran en conversaciones con escuelas de Ribadesella, Llanes y Tapia, entre otras.

Aunque el lanzamiento de su plataforma se ha hecho desde Madrid, donde comenzaron sus trayectorias profesionales, ni Arboleya ni Saro dejan de mirar a Asturias donde destacan el cada vez más interesante ecosistema emprendedor, tanto de gente que monta sus proyectos en la región como de otras personas que teletrabajan desde el Principado en startups de alto rendimiento. «Sí que de momento el ecosistema que hay en Madrid, Valencia o Barcelona es mucho más maduro, pero hay sitios como Málaga que están haciendo cosas muy interesantes y se están posicionando muy bien a nivel nacional. Al final se trata de atraer talento, tanto local como nacional o regional. Y para eso, además de tener una buena tierra, también hay que incentivar que ese talento venga, sobre todo cuando también tienen otras buenas opciones para elegir», señalan.