Guppy conecta España a la movilidad sostenible

Convertirse en una referencia de interconexión entre ciudades a media y larga distancia. Este es uno los retos que se ha fijado Guppy, la empresa gijonesa que ofrece el primer servicio de 'carsharing' en Asturias y Cantabria y que este año avanza en su plan de expansión por el territorio nacional. Su fundador, Pablo Campos-Ansó, responsable de innovación y desarrollo del Grupo Junquera Marítima, asegura que el objetivo es «demostrar que podemos conectar toda la península con este modelo y seguir reforzando servicios en lugares como los aeropuertos, donde aún hay curiosas barreras de entrada».

La carrera por la movilidad sostenible de la compañía comenzó en Asturias, donde el servicio ya está implementado en Gijón, Oviedo, Avilés, Llanera, Siero y el propio aeropuerto. La primera salida por el territorio español fue hacia Cantabria, donde ya opera en Santander y Torrelavega. Y, a lo largo de este año, su crecimiento le llevará a otras cuatro nuevas provincias. Concretamente las ciudades a las que será posible llevar un Guppy o cogerlo serán Bilbao, Madrid, Santiago de Compostela y Valladolid.

En la capital vizcaína, el punto de partida está localizado en el barrio de Indautxu; en Madrid habrá dos referencias de aparcamiento, en Colón y Serrano. Quienes lo quieran utilizar desde Santiago, podrán hacerlo desde una ubicación cercana a la histórica catedral compostelana; mientras que en Valladolid, aún no se ha determinado una ubicación exacta. «Queremos ayudar a la descarbonización de la movilidad en el transporte urbano, aunque aún hay muchas ciudades y ayuntamiento que, a pesar de las recomendaciones europeas, no ponen nada fácil la viabilidad de estos proyectos. Para llevarlo a cabo hacen falta fondos y respaldo económico», apunta Campos-Ansó.

En cualquier caso, en Guppy están empeñados en seguir marcando tendencia en el sector a nivel nacional y, por ello, acaban de hacer una incorporación revolucionaria a su flota. Se trata de 40 vehículos Tesla Model 3 con los que se pretende fomentar esos alquileres interprovinciales a media y larga distancia. Se trata, explican, de uno de los vehículos eléctricos más populares del mercado, con una autonomía de más de 460 kilómetros. A ello se suma, tal y como advierten desde la empresa, el poco tiempo que tardan en cargarse, gracias a unos 'supercargadores', que facilitan la carga de la batería en menos tiempo que los convencionales: 400 kilómetros en 20 minutos. «El tiempo de media en tomar un café y estirar las piernas», apuntan gráficamente.

La flota actual de Guppy supera los 260 vehículos 100% eléctricos, con los que esperan cerrar el año con más de 200.000 alquileres anuales, lo que se traduciría en unos dos millones de kilómetros recorridos. Otra perspectiva interesante es que ese uso, calculan desde la empresa gijonesa, evita la emisión de un total 280.000 kilos de CO2 a la atmósfera.

La disponibilidad de los vehículos, asegura Pablo Campos-Ansó, resuelve también un «miedo» cada vez más confesable entre las familias: la de no tener un coche a mano, a pesar de no necesitarlo en el día a día. «Cuántas veces nos han dicho que no lo quieren, o que está muerto de risa en una plaza de garaje (que cuesta dinero y ocupa un sitio valioso) en el centro de la ciudad solo para el fin de semana o solo para bajar a Madrid o Cádiz», comenta. Con esta expansión interprovincial, se facilita esa transformación de sus hábitos de movilidad, posibilitando un viaje solo de ida o de ida y vuelta a cualquiera de las ciudades españolas donde están o estarán próximamente.

Cabe recordar que esta misma semana, Guppy y TotalEnergies presentaron un acuerdo de colaboración para impulsar esa movilidad compartida e interregional por el territorio nacional. De esta manera, la compañía energética facilita a la empresa gijonesa, el acceso a los más de 14.000 puntos de recarga que existen en su plataforma digital.

Garantizar la autonomía de estos vehículos para esos desplazamientos a medio y largo plazo es uno de los grandes hándicaps. Y a ello dedican tiempo e inversión en Guppy, que ha sido uno de los beneficiados de los fondos europeos del plan Moves Proyectos Singulares II, que deben ejecutarse en un plazo de 18 meses. La empresa gijonesa ha destinado esas partidas, que ya han superado el 50% de ejecución, a mejorar su flota.

No obstante, queda otro reto importante para seguir avanzando: la unificación de las normas municipales. «Cada Ayuntamiento está regulando de un modo diferente y eso complica mucho la escalabilidad, encontrando normativas muy diferentes, costes muy diferentes y sistemas de control muy diferentes».

Eso sí, Pablo Campos-Ansó se queda con lo positivo: «El simple hecho de que esté en boca de tantas conversaciones del día a día la reflexión de la movilidad, la decisión de compra de un coche por valorar su verdadera necesidad es un gran paso». Queda mucho aún por hacer, pero el camino está ya marcado.