Gijón celebra su día grande
El espectáculo pirotécnico reinó sobre la bahía tras la amenazante lluvia de la tarde
i.villar
Miércoles, 15 de agosto 2012, 15:40
En la Escalerona, en el Tostaderu, en primera línea de la marea de San Lorenzo, en la terraza del Acuario, en la arena de Poniente, en La Providencia e incluso en el mar. Miles de gijoneses y visitantes volvieron a buscar anoche su lugar perfecto para contemplar un espectáculo pirotécnico que, un año más, hizo explotar el Cerro en la víspera de Begoña. Algunos empezaban a tomar posiciones dos horas antes de la medianoche. Otros apuraban hasta el último momento. Y entre la multitud, 400 efectivos de la Policía Local, Protección Civil, bomberos, Salvamento Marítimo, Capitanía Marítima, Cruz Roja y Cuerpo Nacional de Policía, incluidos agentes de paisano y un equipo de los Tedax encargado de supervisar la ignición, una tarea asumida por segundo año consecutivo por la Pirotecnia Pablo.
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Aunque la tarde se cerró con orbayu, a la hora de la cita predominaba el bochorno. Tras cuatro disparos de aviso, la traca arrancó a las doce en punto con una de las novedades que más habían destacado los autores del espectáculo, una 'nube multidetonante' formada por explosiones de color a distintos niveles que alcanzaban hasta 150 metros de altura. A partir de ahí empezaron a sucederse dibujos de fuego y luz, entre aros, espirales y molinos de viento, entre otras formas. Llegó después el homenaje a Gijón, con fogatas de un vivo color rojo acompañados de corazones que estallaban en rojo y blanco. Hubo colas de caballo, que caían ardiendo lentamente recordando la imagen de un sauce, dalias de colores, lluvias de chispas que parpadeaban como cientos de pequeños flashes y pequeños 'platillos volantes' que subían, bajaban y volvían a trepar hacia el cielo y un conjunto de volcanes amarillos y cometas azules en honor a la bandera de Asturias. El protagonismo en el último tramo fue para el estruendo de 4.400 bombas que recordaban a la popular descarga canguesa, con un 'terremoto' final que cerraba 24 minutos y medio de explosiones.
24 minutos y medio
Cuando al fin concluyó el estruendo en el cielo, la fiesta se trasladó a Poniente. Allí, sobre el escenario, se vivió un auténtico homenaje al rock asturiano con un concierto en el que actuaron los grupos más destacados de los años 60 y 70. Sonaron desde Los Juniors hasta Los Linces, pasando por Stukas, Archiduques, 2+2 y Los Surcos. En Begoña, mientras, la música corrió a cargo de la orquesta Versión Original.
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