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Un trabajador de Ateca Administraciones en la sala de calderas de un edificio con calefacción central. ÁLEX PIÑA

40.000 asturianos con calefacción central temen que la factura se dispare «un 700%» este invierno

La situación es crítica en muchas comunidades de vecinos, donde ya barajan alternativas como ajustar las horas de uso o llevar a cabo derramas

CLARA SANTOS

GIJÓN.

Domingo, 25 de septiembre 2022, 01:12

En Asturias hay cerca de 40.000 familias que viven en un edificio con calefacción central Y todo ellos están en vilo estos días ante el temor de que la próxima factura de gas o gasóleo que tengan que pagar se dispare. Hasta «un 700%», se estima que pueda encarecerse por el encarecimiento del precio de los combustibles y energía. Serían los casos más extremos, pero lo que está claro que poner la calefacción este otoño e invierno dolerá, y mucho, en los bosillos.

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Un ejemplo se ve en un edificio de la de la calle de Rafael Altamira en Oviedo, donde la calefacción es central. En este bloque pasarán de pagar 500 euros al mes de media por su factura de gas a más de mil a partir de noviembre, momento en el que vence el anterior contrato y la tarifa de gas pasará a ser libre, es decir, a estar regida por las fluctuaciones del mercado. Será solo un 50% en este primer recibo, pero las previsiones que barajan desde el Colegio de Administradores de Fincas es que haya momentos donde la factura se vea incrementada «hasta un 600 o 700%». Como es el caso de una comunidad en la zona del Puerto de Gijón. Cada propietario venía pagando unos 800 euros al año. A partir de la próxima primavera, cuando deberán renovar el contrato ya tienen asumido que deberán desembolsar unos 4.000 euros.

En un contexto como este de subidas desorbitadas, la rebaja del IVA del gas del 21 al 5% anunciada por el Gobierno Central parece insuficiente para hacer frente a los gastos de los hogares con calefación central. Y es que, coinciden los administradores, el IVA representa una mínima parte de la tarifa total. La más cuantiosa está sujeta a la fluctuación del mercado y este -marcado por el corte del suministro de gas ruso- se ha disparado en toda Europa. Antes, el precio del kilovatio por hora para los clientes con un consumo superior a los 50.000 kilovatios anuales estaba en 0,035 euros. Ahora, los contratos se están fijando a 0,24 euros el Kw/h. En otras palabras, comunidades que el año pasado pagaban unos 25.000 euros por la calefaccion, pagarán en 2023 más de 125.000 euros. «Es una barbaridad», opina el vicepresidente del Colegio de Administradores de Fincas de Asturias, Juan Carlos Bachiller. «En 2020 empezó la deriva alcista de los precios, pero se ha alcanzado un extremo que resulta insostenible para las familias», puntualiza.

Tarifa regulada

Los administradores asturianos creen que es el momento para que el Gobierno intervenga de forma contundente. «La rebaja del IVA está bien, pero es insuficiente para las comunidades con calefacción central que están viendo como sus gastos se quintuplican», precisa Bachiller. De ahí que los administradores asturianos insistan en que, al menos mientras continúe la crisis energética, se extienda una tarifa regulada para estas comunidades de vecinos.

«Lo que no puede ser es que el propietario de un chalet en una zona pudiente de Gijón u Oviedo pague el gas siete veces más barato que los vecinos de un barrio obrero que dispongan de calefacción central», advierten desde Ateca Administraciones. De hecho, precisan, muchos de los edificios que se contruyeron entre los los años 70 y los 90 del pasado siglo disponen de este tipo de equipamiento, pues en aquella época «se animaba a instalar calefacción central porque se creía que contaminaba menos».

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En Ateca llevan la administración de distintos inmuebles, entre ellos, el de Rafael Altamira donde es probable que la subida del gas acabe duplicando las cuotas ordinarias de la comunidad. Por ello, los vecinos cuentan con instalar repartidores de costes individuales a lo largo de este mes. Algo que, en realidad, es ya una obligación desde hace unos años, aunque en algunos inmuebles no se hubiese efectuado aún. Otras fórmulas que barajan las comunidades con calefacción central es restringir el uso. Es decir, establecer unas franjas horarias de encendido de calefacción para ahorrar costes.

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