Adif estudia ensanchar andenes en dos túneles para facilitar las evacuaciones

A la espera de organizar el simulacro de rescate y la formación de maquinistas, la variante de Pajares es una infraestructura de alta velocidad lista para abrir al tráfico comercial cuando lo determine la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF). Sin embargo, no todo está hecho o, para ser precisos, hay cosas que admiten mejoras.

La ladera de Campomanes por ejemplo, hace tiempo que cumple los parámetros de seguridad que permiten el tráfico comercial. Sin embargo y fuera de la traza ferroviaria ha cogido ritmo una obra ladera arriba, que se prolongará hasta el año que viene, y que consiste en hincar en el terreno una serie de pantallas de pilotes para terminar de afianzarlo. La explicación que dan desde Adif es que el tramo ya es seguro, pero que esta actuación facilitará el mantenimiento y alargará la vida útil de la infraestructura.

No es el único caso. El 17 de julio Tragsa, empresa que actúa como medio propio de la administración y al que Adif tiene reclutado para las últimas labores de la variante, licitó un contrato para el suministro y montaje de una estructura metálica para el ensanche de los andenes en los túneles de Vega de Ciego y Pico de Siero, ambos en la vertiente asturiana de la variante y de tipología monotubo.

El encargo estimaba en cuatro meses lo que el fabricante debía tardar en aportar e instalar ese recrecido de soportes metálicos de tubo de acero laminado, soldados a placas de anclaje y atornillados. En total y por 205.277 euros se planteaba ensanchar 1.344 metros lineales de andenes. En Vega de Ciego la idea era dotar con entre 20 y 25 centímetros más de superficie 333 metros del andén en vía derecha, y 151 del ubicado a la izquierda. En Pico de Siero los ensanches eran de entre 20 y 35 centímetros, en 485 metros del andén derecho y 375 del izquierdo.

Tres empresas se postularon al encargo pero el 7 de agosto Adif mandó parar. Según justifica la resolución de desestimiento del contrato, detectó que «la solución constructiva de la estructura metálica que se ha trasladado al encargo se ha proyectado en otros túneles de tráfico exclusivo de viajeros, pero no en la variante de Pajares». Dado que la infraestructura alternará trenes de viajeros y otros de mercancías «se presenta un riesgo no evaluado de que el desplazamiento de la carga de un mercante pudiera afectar a la estructura de recrecido, arrancándola, y esto a su vez a la seguridad del resto de trenes que circulen por la misma vía con posterioridad».

Una vez reevaluado el diseño los especialistas detectaron «que el problema» afectaría, «en el peor de los casos» a todo el recrecido de andén, y en el mejor de los casos, obligaba a un reajuste de precios del proyecto. De ahí que se cancelara.

Preguntados sobre el asunto, fuentes de Adif aseguran que «Pajares es el primer túnel de gran longitud para tráfico mixto que se ejecuta en España. Durante el proceso de ejecución se ha verificado el cumplimiento de la normativa y, en concreto, la incluida en la Instrucción de gálibos». Además de ello, «dentro del proceso de validación y puesta en servicio de una línea de alta velocidad, el organismo notificado/designado verifica dicho cumplimiento normativo».

El suplemento metálico encargado tenía por finalidad «facilitar una posible evacuación de viajeros en esa zona». «Una vez llevado a cabo un prototipo de la actuación y analizada su viabilidad en el ámbito de construcción y mantenimiento, se desestimó fundamentalmente por las características particulares de esta línea (línea de tráfico mixto)», indican. «Este ámbito, además, no es un elemento imprescindible para la explotación así que se ha creído oportuno seguir con el análisis», subrayan.

Dicho de otra manera, el gestor de la infraestructura asegura que el diseño actual cumple la normativa legal, si bien detectó márgenes de mejora que son posibles, pero no imprescindibles para la apertura de la variante. El caso recuerda al del túnel de Santa Marina, también monotubo, hechos según la normativa, pero que obligan a Renfe a llevar a personal a bordo para colocar rampas en caso de evacuación. El túnel está abierto, los trenes pasan todos los días, si bien Adif estudia un recrecido para ahorrarle a Renfe ese gasto adicional.