Vuelven los recreos compartidos y sin mascarilla si hay distancia de seguridad

Decía este viernes la consejera Lydia Espina que era un «día muy importante» y no le faltaba razón. Porque tras 18 meses duros, la comunidad educativa de Asturias podrá recuperar gran parte de la normalidad que el coronavirus se llevó. El final de las restricciones que el Consejo de Gobierno aprobó en Asturias supondrá que los niños y niñas podrán salir al patio, a partir del lunes, todos juntos. Se acabaron los recreos zonificados, el jugar solo con los compañeros del grupo burbuja en la zona señalizada. Era una de las demandas más reiteradas por los centros. Incluso se deja la puerta abierta a que los escolares salgan al patio sin la mascarilla, aunque no será esta una medida sencilla: solo se podrá hacer si se mantiene la distancia de seguridad de 1,5 metros. Garantizar eso en un recreo normal es complicado, por lo que muchos directores avanzaban ya este viernes que no será posible eliminar esa restricción. Quizás sí se pueda hacer para determinadas actividades y juegos al aire libre con grupos más reducidos.

Hay más novedades. Aunque se mantienen los grupos burbuja, como hasta ahora, hasta sexto de Primaria y «otras etapas educativas cuando tengan dificultades para mantener la distancia de seguridad», a partir de ahora es posible juntar a grupos de dos niveles distintos para hacer actividades conjuntas o materias optativas en interiores, manteniendo el resto de medidas de seguridad. Hay numerosas actividades del día a día de los centros que estaban limitadas por la imposibilidad de mezclar grupos.

Más buenas noticias. Adiós a las entradas y salidas escalonadas, aunque se insta a los centros a «establecer medidas organizativas que eviten las aglomeraciones» y a mantener si es posible los accesos por espacios diferenciados. Es posible, por lo tanto, que las direcciones opten por mantener entradas y salidas tal y como estaban organizados hasta ahora, para evitar esas aglomeraciones.

El que arranca oficialmente el sábado (el lunes, en realidad, para los centros escolares) es un «nuevo escenario», se felicitó Lydia Espina. Un nuevo escenario que supone la vuelta de las familias a los centros, ya que sus reuniones con los docentes volverán a ser presenciales, salvo que la propia familia pida lo contrario o que la dirección no lo estime seguro. Como también volverán a ser presenciales las reuniones de los propios docentes, hasta ahora telemáticas, también salvo decisión del director.

Y como personal ajeno al centro podrá volver a entrar regresarán también las actividades complementarias y los talleres, así como «para las prácticas de taller en los centros de Formación Profesional».

Normalidad también para las actividades extraescolares y complementarias, para las excursiones, salidas y viajes de estudios, intercambios escolares y la propia Semana Blanca. Todas están permitidas y «únicamente tendrán como requisito el cumplimiento de las medidas de seguridad del lugar en el que se organicen». En las actividades deportivas individuales en exterior no se exigirá la mascarilla. Incluso se elimina en el transporte escolar la necesidad de cada alumno deba ocupar un asiento fijo o que estén vinculados a un grupo estable de convivencia.

En Educación Física, los alumnos de un grupo burbuja podrán compartir material y en Música se mantiene la prohibición del uso de instrumentos de viento.

Junto con todas estas novedades, es evidente que las medidas de seguridad básicas se mantienen. Las más importantes, el uso de la mascarilla en el interior, la ventilación cruzada y los detectores de CO2 en todas las aulas.

Justo después del consejo de gobierno, Lydia Espina trasladó en persona todas las novedades a los sindicatos de la pública y los representantes de la privada y la concertada para que fueran informados «en tiempo y forma».

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