El PP de Asturias investiga la vacunación de la teniente de alcalde de Cangas de Onís

Efectivamente, según el alcalde cangués, José Manuel González Castro (PP), confirmaba ayer, «ya se remitió toda la documentación que demuestra que Marifé Gómez está trabajando directamente en la gestión de la residencia y, por tanto, se siguió el protocolo establecido por el Gobierno central».

Dichos documentos, a los que tuvo acceso este diario, son las directrices del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud en las que se indica que se deben vacunar «todas las personas que trabajan en estos centros, incluidos los que desempeñan otras funciones distintas a la prestación de servicios sanitarios»; y los estatutos de la fundación, redactados en 1997.

En estos se indica que «si la comunidad religiosa abandonara la fundación -como así sucedió-, el Patronato asumirá íntegramente la representación de esta, encargándose del gobierno del hogar y de la administración de los bienes». «La concejala está manteniendo continuamente reuniones con trabajadores y representantes sindicales de la residencia y gestionando la misma, por lo que habría sido una irresponsabilidad no vacunarse», aseveró González Castro.

El PSOE de Cangas de Onís solicitaba este lunes la convocatoria de la Comisión Informativa Permanente para que «el alcalde explique los criterios que se siguieron para la inclusión de la edil en el listado aportado por la Consejería de Salud», en el que solamente deberían constar trabajadores y residentes, según apuntó el gerente del Área Sanitaria VI, José Manuel Llera.

«Es necesario que el regidor aclare si en algún momento se falsearon los datos para la vacunación», insistió la portavoz municipal socialista, Vanesa González, y anunció que ella y sus compañeros renuncian a las dietas de dicha comisión, que tendrá lugar el lunes a las nueve de la mañana.

También desde Unidas Podemos criticaron ayer «la falta de acierto y transparencia» en los criterios para organizar la vacunación y exigieron explicaciones, pues «cada vacuna administrada incorrectamente atenta contra los derechos de alguien vulnerable».

Por otro lado, ayer se celebró la reunión del Comité Asesor de Vacunaciones, donde se mostró la preocupación por las alteraciones que se están produciendo en la llegada de las vacunas. Ismael Huerta, jefe de Vigilancia Epidemiológica, explicó que «tenemos que ver cómo vamos adaptando la planificación, porque trabajamos con pautas de tres semanas para la primera dosis y otros tres para la segunda».

Otro aspecto que pretenden «adaptar» es que se tarde lo mismo en todas las áreas sanitarias en aplicar las vacunas porque «las más pequeñas acaban más rápido que las grandes», aunque hay que tener en cuenta que «no se hace de la misma manera en todas las áreas por sus circunstancias y el personal». Además, preocupan las limitaciones de la vacuna de AstraZeneca, sobre todo en cuanto a la edad límite.