Los campamentos urbanos se mudan a la piscina
«A los monitores estas temperaturas nos causan preocupación, hay que estar muy pendientes en todo momento»
A. FUENTE
MIERES.
Sábado, 4 de agosto 2018, 02:05
El verano es para los niños diversión, sol y, sobre todo, agua. Más ahora que llega el buen tiempo que no se pudo disfrutar el pasado julio. «Pero para los monitores de los campamentos estivales este calor supone preocupación; tenemos que estar muy pendientes de que estén bien hidratados en todo momento y que no sufran quemaduras solares», explicaba ayer la coordinadora de este tipo de actividades en Mieres, Jeniffer Fernández.
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Eran las diez de la mañana y a la puerta del colegio Liceo entraban los setenta chavales que participan en el tercer turno de este campamento de verano. En julio ya hubo dos -uno por cada quincena- en el que pasaron unos 140 niños. «La verdad es que no hay más que mirar cómo están», decía la monitora señalando al nutrido grupo. «Con la llegada de la ola de calor, vamos a ir a la piscina municipal a pasar allí la mañana, y están muy ilusionados», añadía.
El jueves la temperatura en el concejo llegó a los 33 grados, y la de ayer fue muy similar. «Tenemos muy claro lo que hay que hacer con estos registros porque hay que tener mucho cuidado con los menores»; en el campamento urbano hay niños desde los seis hasta los 16 años, separados en dos grupos. «Lo primero, tienen que venir de casa con la crema protectora solar ya de casa; también con ropa cómoda y con una gorra para proteger la cabeza del sol», comentaba la coordinadora.
A media mañana es importante, continuaba, comer una pieza de fruta «y, por supuesto, bebe mucha agua». La piscina ya es el colofón para combatir las altas temperaturas de la región. Pero no siempre se puede acudir. «Entonces hay otras alternativas, que son juegos con agua; contamos con una fuente y los niños disfrutan con las actividades que hacemos».
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