Los Revoltosos vuelven a dar el cante

Vuelven con las pilas cargadas tras un año sin participar en el carnaval. Unos problemas de última hora hicieron que Los Revoltosos tuvieran que ver el espectáculo desde la barrera después de 18 años, pero los contratiempos no les han hecho perder las ganas. «Hemos luchado mucho para poder salir. Teníamos muy claro que queríamos volver», reconoce Dolores Blanco. A pesar de no participar en el antroxu del pasado año, el grupo no se disolvió. Una muestra de la dedicación que tiene esta charanga. Durante ese tiempo siguieron quedando una vez al mes «para mantener el contacto».

Fue tras los meses de verano cuando volvieron a ponerse manos a la obra. Tocaba pensar un nuevo tema y empezar a preparar las letras y los trajes. Entre todas las ideas, se decantaron por «temas candentes y del momento, con alguna reivindicación sobre el problema del paro». Y el disfraz lo basaron en uno de esos argumentos.

De todas las edades

En esta charanga la edad no importa. Todos son bienvenidos mientras no les importe dar el cante. «Otros grupos se centran más en la percusión o en hacer más teatro. Nuestro espectáculo se acerca más a una chirigota», explica Blanco. Ni siquiera los niños se libran. «Para ellos esto es un juego, aunque estén por ahí corriendo. Solo con escucharnos ensayar se les van quedando las letras. En ocasiones, incluso, se las acaban aprendiendo antes que nosotros», reconoce entre risas Blanco. «Les encanta subir a ensayar».

Para Los Revoltosos, la charanga es una forma de entretenimiento, de reunirse y de pasar tiempo juntos. «Es una razón para salir de casa los domingos que hace malo y no sabes que hacer. Pasas un buen rato en buena compañía y de la mejor forma posible».