19 horas a la intemperie para un Antroxu a tope

El Antroxu es pura pasión. Y si no, que se lo digan a Marcos González, presidente de La Última y Marchamos, que estuvo desde las dos y media de la tarde de ayer haciendo cola en la puerta de la taquilla del Jovellanos (abre hoy a las 9.30 horas) para hacerse con más de 100 entradas para el concurso de charangas que se celebra este fin de semana. «Salí de currar y vine directo para acá», explica mientras se muestra dispuesto a pasar 19 horas a la intemperie junto al resto de sus compañeros carnavaleros. Llevaron hamacas, sillas de camping y sacos de dormir a sabiendas de que el frío no se lo pondría fácil. «No nos hace mucha gracia pasar la noche aquí», reconocía entre risas.

Para Iván Morala, de Kop'a Vino, todo esto es nuevo. Es su primer año en la charanga y cuenta que, cuando llegó a Begoña a las cuatro y cuarto de la tarde de ayer pensó que iba a ser «el primero o el más loco», pero se encontró con que ya había tres grupos delante de él. «Aluciné», indicó asombrado. Por oídas, sabía que los suyos siempre habían ido «a eso de las ocho y media o nueve de la noche». Junto a otros cuatro miembros, se preparaban para resistir la noche con «café o cacao caliente» y «juntándonos unos con otros». Todo con tal de conseguir las 20 entradas que van buscando, aunque siguen pensando que «este año la gente se ha vuelto un poco loca».

Y no le falta razón, aquello era un no parar. A las cinco y media de la tarde llegaron Los Acoplaos. Se nota que ya se conocen bien la jugada porque llevaron hasta una mesa para cenar y jugar a las cartas. «Menos tienda de campaña traemos de todo», presumía Mateo Martínez. ¿Su entretenimiento? Ver a la gente pasar. «Nos miraban, se paraban y nos preguntaban... Hay muchas ganas de carnaval». Lo dice sorprendido porque este año «bajamos pronto» y había una cola, aunque toda espera vale la pena para lograr una entrada para ver a las charangas.