«Quería plasmar un ambiente festivo sin caer en topicazos que lo saturasen»

Javier Domingo Sierra (Gijón, 1998) dudó en su momento si estudiar Biología o Diseño. Al final, se decantó por lo segundo y estudió Diseño de Producto en la escuela Elisava de Barcelona. Tras hacer sus primeros pinitos como ilustrador para La Vanguardia y algún contenido para las charlas TED de Gijón, acaba de ganar el concurso de carteles del Antroxu 2023 de Gijón y su pieza lucirá durante el próximo mes por toda la ciudad.

-¿Cómo surgió la idea del cartel del Antroxu 2023?

-Probé diferentes versiones y en todas ellas se repetía el 'late motiv' de la sardina saliendo del agua. Pensé en el salto de un delfín y vi que la forma del dibujo transmitía positividad. Hacía su entrada triunfal y siempre dicen que lo que va hacia arriba es cosa de buen augurio. Digamos que fue una sucesión de decisiones, una me fue llevando a la otra.

-¿Y los demás elementos que la acompañan?

-Quería darle un giro al tema, que creo que es lo que proponen estas fiestas: tomarse todo con bastante humor, incluso lo doloroso. Como quería recalcar puse a la plañidera soltando el pañuelo, que sería un simbolismo de 'mira, soltamos la tristeza, que ya hemos tenido bastantes cosas negras en esta última temporada y no es el momento'. También me gustaba que fuese una señora mayor para mostrar que no hay edad para divertirse.

-¿En qué se inspiró?

-En los carteles de los años 60 y 70 que las marcas de publicidad utilizaban para anunciar sus productos. Eran unas ilustraciones con colores muy vivos que iban al punto. Carteles muy certeros, que tienen pocos elementos pero lo que tienen lo entiendes, así que intenté conseguir ese estilo. También me inspiré en las nadadoras de natación sincronizada saliendo del agua. Probé diferentes posiciones de las aletas y luego se me ocurrió ese gesto como dándole la mano a la otra. Me pareció gracioso, como una especie de colegueo entre ellas dos.

-¿Buscaba un diseño minimalista?

-No tanto minimalista en el sentido literal de la palabra, pero es cierto que no quería poner demasiados elementos que despistasen. Buscaba que lo que pusiese tuviera un por qué, ir al foco.

-La plañidera y la sardina son un poco divas. ¿Por qué?

-Desde el primer momento tuve claro que iba a poner a la sardina como una diva, con las gafas de sol, y de ahí salió después lo de la plañidera.

-También ha incluido el detalle de la iglesia de San Pedro...

-Había que hacer un detallín y decidí poner un elemento bastante icónico, aunque sea una silueta, para situarlo en el mapa. Además cuadraba perfecto.

-El azul recuerda un poco a Oviedo. ¿Por qué eligió ese color?

-Lo pensé. No sé por qué, tenía la sensación de que este cartel iba a ser azul. Probé diferentes colores pero ya estaba con eso en la cabeza. Lo que sí tenía claro era que el rojo tenía que aparecer aunque no estuviese de protagonista. Si todo es azul pero lo único que cambia es el rojo, te fijas más en el rojo, así que lo puse en los labios de la sardina y la plañidera, en el matasuegras, las salpicaduras del agua y el 2023. Lo quería poner en sitios clave porque es un color importante.

-Cambia mucho respecto a ediciones anteriores. ¿Cree que salir de lo habitual ha sido clave?

-Los trabajos tienen que tener un mensaje detrás, pero si no entran por los ojos la gente no lo quiere. Necesitas que comunique y que sea estético. Yo iba con la idea de imaginarlo en la ciudad y decir 'esto me gusta'. Son puntitos visuales que enganchan.

-¿Por qué el lema '¡No más lágrimas!'?

-Como en el dibujo, fui al grano. Vi que había que poner un título leyendo las bases, y como había hecho todos estos razonamientos, fue el nombre que me salió. No le di más vueltas porque es lo que me nació en el momento al ver el dibujo.

-¿Cómo se enteró del concurso?

-Se me había olvidado y me acordé porque estaba caminando por el Parchís y vi el cartel de Fetén, que es un yoyó rosa con un fondo blanco. Me acordé al filo, era un miércoles por la tarde y el concurso acababa el jueves por la mañana.

-Lo hizo en menos de 24 horas...

-Sí. Soy muy indeciso, así que el hecho de tener el tiempo acotado me dio una lección. A veces es mejor no pensar tanto las cosas.

-¿Es este premio un escaparate?

-Ojalá que pueda ser así y sirva para más cosinas porque yo estaría encantado. De hecho, fui hace unos meses a Divertia para preguntar si había alguna posibilidad de hacer algo con ellos y al final la manera de conseguirlo fue así.

-¿Está especializado en alguna rama del diseño?

-Si estoy enfocado en un estilo, no lo sé. Algunos de mis referentes para esta pieza fueron Hergé, el dibujante de Tintín, o Raymond Savignac, un diseñador francés de la primera mitad del siglo XX que hacía unas portadas bastante vivas y alegres pero muy sencillas. Eso me llamaba mucho la atención y quería intentar conseguir algo parecido. Yo tiendo a ese estilo más caricaturesco o cercano al cómic y lo que más me está saliendo últimamente es la ilustración. Al final diseñar es comunicar y eso es lo que realmente me gusta.