Salud advierte de que el virus ataca a los más vulnerables, «que ahora son los jóvenes»

El Principado viene alertando desde hace semanas de la explosión de casos entre los jóvenes de 15 a 25 años. Se ve rápidamente en la curva de evolución epidemiológica. Ayer mismo, la incidencia acumulada a 7 días (IA 7) en Asturias se quedó en los 79,50 casos. En dicha franja de edad, casi el doble: 146,379. Aunque la situación no es nueva, dado que se viene observando desde principios de marzo, no se había prolongado durante tanto tiempo desde el pico de la segunda ola. Sobre el total de contagios acumulados desde que se inició la pandemia, este grupo etario representa el 9,8% de los 50.155 notificados.

«La batalla contra el virus la está librando la juventud, como lo hicieran la gente mayor y los ancianos en las olas anteriores», apuntó ayer la coordinadora de Programas Covid de la Consejería de Salud, María José Villanueva. La justificación de esta tendencia es, a su juicio, «porque aún no están vacunados, y por su idiosincrasia tienen una vida socialmente más activa que una persona anciana». Villanueva añade que «el virus ataca a los más vulnerables y ahora mismo estos son los jóvenes».

La gráfica es clara. Si se toma como referencia los mayores de 80 años, de los que casi el 80% ya tienen la doble pauta de vacunación, la incidencia acumulada no solo tiene una línea descendente desde principios de año sino que desde mitad de febrero está por debajo de la media regional. Volviendo a esa IA 7 de 79 casos en los que se encontraba Asturias ayer, en los mayores de 80 años se quedó en 25. El avance de la campaña de vacunación en personas de 70 a 79 años también tiene ya reflejo en ese mismo indicador. Actualmente está en los 63,158 casos.

No obstante, las recomendaciones de las autoridades sanitarias van dirigidas a la totalidad de la población. En unas jornadas en las que se sigue transitando por una fase mesetaria, con el temor de que esa cuarta ola anunciada acabe por llegar, Salud pide que «se tenga cuidado en los encuentros sociales, las quedadas con amigos al aire libre donde se cree que no hay peligro y los encuentros sociales en domicilios». Estos últimos, uno de los principales campos de batalla desde el inicio de la pandemia, sigue siendo, según los datos que maneja Salud, el principal foco de brotes. También añaden «la práctica deportiva sin protección y sin tener cuidado».

Si uno se fija en los grandes municipios, las diferencias entre las incidencias acumuladas son más notorias. En Gijón, la IA 7 es de 86,85 casos, En la franja de 15 a 25 años sube hasta los 168,81 contagios, un 94,33% superior. En Oviedo la diferencia no es tan abultada. 109 frente a 190 positivos, un 74,13% más. En Avilés se estrecha aún más las diferencia. La incidencia acumulada global es de 69 casos por los 100 en ese grupo etario. «En esta carrera, el sprint final le toca a los jóvenes», recalca María José Villanueva quien les pide que «limiten su vida social, protejan su entorno y tengan mucho cuidado».

El Principado centra sus esfuerzos en concienciar a los jóvenes de 15 a 25 años porque, en cuanto se sube un escalón, a los que tienen entre 26 a 40 años, la situación ya cambia. Aquí la incidencia solo es un 6,55% superior al dato basal basal de Asturias y con una tendencia que prácticamente discurre en paralelo a la media regional desde la segunda ola. Con los de 41 a 60 años el escenario es prácticamente un calco, 77,65 casos.

De 60 a 69 años, que actualmente están siendo vacunados -el 45,56% ha recibido una dosis-, están en las mismas que los mayores de 80. La IA 7 de este grupo poblacional transcurre por debajo del total. Ayer se quedó en los 55,46 casos.

La coordinadora de Programas Covid explicó ayer que «el 40% de los casos nuevos que se detectan en Asturias ya eran un contacto estrecho y se encontraban cuarentenados». La consecuencia directa de esto es que, desde su contagio, no han generado más contactos estrechos. «Es un éxito del sistema», señaló Villanueva.

A pesar de esas buenas cifras, a Salud le sigue «preocupando» el número de posibles contagios que se siguen generando a partir de un positivo. Gracias al rastreo, la media ahora es más baja -antes era cero- pero se mantiene en los siete u ocho.