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El consejero Alejandro Calvo y el alcalde de Cangas del Narcea, José Víctor Rodríguez, con los ganaderos. D. A.

Los cortes por el argayo en la AS-15 y la rampa de Pajares no se levantarán antes del lunes

Otro desprendimiento a la altura de Pilotuerto limita aún más el uso de la principal arteria del suroccidente y obliga a usar una carretera local

R. MUÑIZ

GIJÓN.

Jueves, 2 de diciembre 2021, 00:53

Asturias tardará en recuperar sus comunicaciones. En la rampa de Pajares los trabajos para retirar el bobinero que se estrelló en un túnel en la madrugada del lunes continúan, a golpe de soplete y desguace. Hay muchas toneladas de hierro que apartar. La locomotora, de 138 toneladas de peso, quedó doblada y extraerla hasta Campomanes obliga a pasar por varios túneles todavía. Renfe ya tiene asumida la situación y su plan de transporte por carretera lo ha organizado ya hasta el lunes.

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En la red viaria la situación se complica en la AS-15. Al argayo caído el sábado por la noche cerca de Soto de la Barca (Tineo) se suma un desprendimiento en la zona de Pilotuerto que amenaza con echar el material a la calzada. Por precaución se ha cortado el lugar y establecido desvíos por la AS-217 y la TI-6.

Respecto al argayo del sábado, sigue teniendo tres fragmentos de macizo que a 200 metros de altura amenazan con caer. Ese peligro es el que retrasa las labores para retirar el argayo que el sábado cayó sobre un vehículo matando a una vecina de Allande, y arruinando el firme. «Una vez pudo volar el dron está trabajando la ingeniería que hace los estudios geológicos», explicó el consejero Alejandro Calvo.

El problema es que «no hay acceso rodado» hasta esos trozos de roca, por lo que los especialistas «están subiendo con arnés y cuerda» a la cima problemática, explicó. Su misión es derribar el material inestable, para lo que es posible que haya que proceder a una voladura controlada.

La Agencia Estatal de Meteorología tiene activado hoy un aviso naranja ante el riesgo de nieve por encima de los mil metros. La señal obligó ayer a interrumpir los trabajos, indicó el consejero. Con todo la previsión con la que trabaja el departamento es la de tener «la próxima semana un carril operativo», avanzó.

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El consejero reconoció que los argayos son «un problema recurrente» pero quiso diferenciar el evento de Soto de la Barca. Según subrayó, el desprendimiento tuvo su origen «fuera del dominio público de la carretera». Una vez sea saneada la carretera se «valorará actuaciones para minimizar el riesgo frente a una situación como esta, que es imprevista». Eso sí, Calvo matiza que «el riesgo es imposible eliminarlo» al 100%.

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