La amenaza de lluvia no quita las ganas de fiesta en Trasona

Y la folixa volvió a Trasona, aunque pocos se animaron a disfrutarla desde primera hora. El día amaneció despejado, pero la amenaza de lluvia y las nubes negras que de vez en cuando se cernían sobre Corvera hicieron que todas las miradas durante la jornada estuvieran puestas en el cielo y en las aplicaciones del tiempo. No llovió y la Jira al Embalse de Trasona lució todos sus colores, especialmente por la tarde, porque por la mañana quienes se animaron a la romería fueron menos debido al viento. No obstante, eso no impidió que las 5.000 personas repartidas entre Overo y Gabitos volvieran un año más a disfrutar de esta tradición del primero de mayo en Corvera, que a las 10 horas daba el pistoletazo de salida gracias al Club Arkeros Corvera que llevaron a cabo una exhibición en el área de Gabitos, donde todo estaba preparado para dar inicio ya por la tarde al Pantanazo.

En Overo la jornada arrancó un poco después con la tradicional Regata Primero de Mayo, organizada por el Club Náutico Ensidesa, la cual sirvió de excusa a más de uno para acercarse a la zona. A lo largo de la mañana cientos de personas ocuparon la pasarela y las orillas del embalse para no perder detalle de las pruebas deportivas.

Las mesas, fueron otra historia, pues aunque tardaron en ocuparse fueron llenándose poco a poco por familias y grupos de amigos que no temieron a que el tiempo se torciera. María José Ceniza y su marido Javier Hernando fueron de los más madrugadores. A mediodía llegaban con sus empanadas y neveras a Overo para colocar por primer año un toldo que les resguardara bien del sol o bien de la lluvia. «Es una fiesta a la que venimos todos los años y no nos asusta el pronóstico de lluvia. Hace unas semanas lo compramos (el toldo) y llueva o haga sol lo usamos», contaba María José junto a sus dos hijos, Carlos y Martín, para quienes los hinchables eran la diversión del día.

Muy cerca de ellos, Juan Diego Sánchez, de Oviedo, ultimaba los preparativos de sus mesas, la de adultos y la de los niños, constituidas por unas doce personas de Corvera y de Gijón. «Venimos siempre, es una tradición para nosotros», comentaba junto a la corverana Patricia Valencia, que destacaba de la Jira «el buen ambiente y el carácter familiar», además de ser «de las pocas fiestas que se celebran por el día».

También en grupo, aunque más numeroso si cabe, aterrizaron en el pantano unas veinte personas del grupo de Por tu Salud, Camina, que ayer organizó expresamente una ruta a pie desde Avilés hasta la Jira. Manuela Flórez, Lucía Tejedor, María Fernández, José y Sandra Viesca, Gonzalina Mesa y María Luisa González decidieron a su llegada hacerse con una de las mesas de Overo para reponer fuerzas con una comida improvisada. «No traemos tortilla ni nada porque como daban lluvia, por si tenemos que recogerlo corriendo», explicaba Manuela Flórez, feliz por volver a vivir la Jira aunque desde otra perspectiva. Otra parte del grupo decidió hacerlo en la terraza del bar El Muro, desde donde Constantino Álvarez aprovechó para pedir una extensión entre la senda de Corvera y la de La Magdalena.

Pero no todo fueron grandes grupos, sino que la Jira dejó también alguna historia de recuerdos. Así fue el caso del matrimonio de Ana María del Río García y Florentino García Balsera, de 77 y 84 años, respectivamente, quienes llevan asistiendo a la Jira «desde solteros, cuando veníamos andando desde Avilés», hace 50 años. Posteriormente comenzaron a acudir con sus hijos y hace unos años con sus nietos. Ayer por la mañana volvían a hacerlo solos, como en los viejos tiempos, aunque con la misma ilusión.

En el otro lado, Lucía López, Celia Santiago, Claudia Castro y Sofía García, de 14 y 15 años todas ellas, disfrutaban de la mañana en una parte «más tranquila». Asiduas a la cita en su corta vida, aseguraban que «pensamos venir todos los años, no la cambiamos por nada».

Y mientras, en Overo se congregaron las familias y algunos de los pequeños de la casa demostraron sus habilidades artísticas en el concurso de dibujo. Participaron en el certamen 49 niños y sus ganadores fueron Irene Fernández, Alba Arroyo, Eva Arias, Guillermo Fernández, Marwan Ben y Sara Rodríguez.

En Gabitos nuevamente fueron los jóvenes los que disfrutaron por la tarde del Pantanazo con Bastian Bux como cabeza de cartel. Y a pocos metros se vivía otro ambiente bien distinto en la romería con la orquesta The Players, que sacó a muchos a echar el primer baile de la primavera calentando ya motores para que la folixa no pare hasta que termine el verano.

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