Comienzan las obras «altruistas» para arreglar las piscinas de Turón

Los primeros trabajos para arreglar y modernizar las piscinas de Turón comenzaron el pasado lunes, 17 de febrero. El objetivo de la asociación vecinal Mejoras del Valle es tenerlo todo listo para el inicio de la próxima temporada de baños, a mediados junio. Estas obras –que están presupuestadas en unos 40.000 euros que afronta el colectivo– tienen un componente especial: la mano de obra totalmente «altruista», ya que los operarios son voluntarios y miembros de la entidad que gestiona las instalaciones. De hecho, destaca la presidenta, Silvia Suárez, «nadie se lleva un solo euro por estas labores», cuyo único objetivo es «proporcionar un servicio a la ciudadanía».

La primera fase de los trabajos consiste en el levantamiento de las baldosas que rodean a los vasos. La intención es buscar las posibles fugas que incrementarían el consumo de agua. Con ello, la entidad –que tal y como publicó EL COMERCIO conoció a principios de año que deberá comenzar a abonar, incluso con efecto retroactivo, la tasa de agua que hasta ahora no pagaba– pretende reducir al máximo los costes para poder mantener un servicio cuya continuidad llegó a verse comprometida. Además, el material actual, que requiere mucho mantenimiento, se sustituirá por hormigón inyectado.

La presidenta de la entidad hace un llamamiento a la participación vecinal para poder ejecutar este proyecto y completarlo en el plazo previsto. «Si tenemos que pagar la mano de obra, el coste se nos dispararía hasta los 70.000 euros», indicó Silvia Suárez.

El respaldo de la ciudadanía ya se está notando y las donaciones para poder salvar estas instalaciones están llegando a los tres números de cuenta abiertas a tal efecto. Aunque el riesgo de clausura sigue latente, los responsables de la asociación han anunciado que van a hacer todo lo posible por mantenerlas, dada su importancia social.

Las alarmas saltaron el pasado mes a raíz del requerimiento del Ayuntamiento de Mieres que urgía a la asociación que gestiona las piscinas a abonar cerca de 100.000 euros en concepto de la factura del agua de los últimos cinco años, algo «inasumible» para un colectivo que desde entonces ha hecho todo lo posible por evitar su cierre. De hecho, tras reunirse con el equipo de gobierno local se alcanzó el compromiso de recalcular la cuantía con una nueva lectura que podría reducir el gasto final. Asimismo, dado el carácter de «servicio público» de la instalación, para garantizar su mantenimiento el colectivo verá incrementada la subvención que recibe.