El socavón causado por las fuertes lluvias en Blimea lleva tres meses sin arreglarse

Llevan tres meses así, desde que la canalización subterránea del reguero La Güeria reventó por las fuertes lluvias e inundó cocheras, dejando además serios desperfectos en las comunicaciones de la zona. Cien familias de las calles Langreo, Bimenes y El Cid, en Blimea, están indignadas porque conviven, desde entonces, con un enorme socavón en la intersección de estas vías. A diario se las tienen que ingeniar para transitar con sus vehículos. Bien utilizando la zona semipeatonal, bien realizando cambios de dirección imposibles.

El socavón está vallado, pero tanto los residentes como los transportistas insisten en que es peligroso, porque «es un punto por el que pasan muchos niños para ir al colegio. Además, tan solo se han instalado unas vallas». Reclaman una solución y confiesan estar cansados de que «unos y otros se disculpen con nosotros. El Ayuntamiento nos dice que es la Confederación Hidrográfica quien tiene que arreglarlo, pero aquí nadie hace nada». Por eso, llaman a la responsabilidad y a que «alguien haga algo con el fin de que podamos volver a la normalidad después de tres meses». Además, con la llegada del buen tiempo temen que comiencen los malos olores y se unan a la incomodidad del tráfico diario.