«Sois un sector imprescindible para el desarrollo de Asturias»

La primera empresa premiada fue Urbastur, dedicada al mundo de la construcción desde hace treinta y cinco años. Carmen Moreno quiso resaltar de su dueño, Laudelino Suárez, que «es una persona muy inquieta y muy emprendedora, ya que ha creado otras empresas más del comercio minorista». El propio Laudelino subió al estrado para recibir este reconocimiento tan especial de la mano de Nieves Roqueñí, consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico del Principado de Asturias.

Los mismos años que pasaron desde el origen de Urbastur son los que tiene la joyería Marta Ortiz. Este negocio regentado por Marta Estrada, recibió el segundo homenaje del día por parte de la asociación de comerciantes. El momento fue especialmente emotivo, ya que Estrada se jubilará este mes y su hijo asumirá los mandos de la joyería de diseño, que también tiene tienda en Oviedo. «Ya hay relevo generacional», apuntó Moreno.

Otra tienda galardonada fue Deportes Montico. Antes de que su titular subiera al estrado, Carmen Moreno quiso recordar la curiosa historia de este local deportivo. «En 1998 Juan Guillermo Solís compró un bajo comercial con la intención de convertirlo en un garaje, pero varios problemas de gestión y administrativos le hacen cambiar de opinión», señaló. Finalmente, decidió abrir una tienda de deportes; atendiendo a las necesidades de su barrio, El Natahoyo.

También tuvo su galardón Atlantic Aquiarium, local especializado en productos para mascotas que abrió sus puertas en 1967. No obstante, al principio, los padres de la actual dueña se dedicaron a vender productos minerales y reptiles que adquirían en Europa, lo que supuso una novedad para Gijón. Con el paso del tiempo supo adaptarse a los cambios y las nuevas demandas y cambió la orientación comercial que tenía inicialmente.

Calzados Riaño, penúltimo local premiado por la Unión de Comerciantes del Principado, va por la tercera generación de propietarios. Comenzaron, allá por el lejano 1968, la madre y el abuelo del actual propietario. Carmen Moreno recalcó que «siguen teniendo el comercio en el mismo sitio que siempre, en la calle Magnus Blisktad». Algo que no es muy frecuente, sobre todo en este contexto tan cambiante y volátil.

El último local en ser homenajeado fue la Óptica Muiña, ubicado en el barrio de La Calzada. En su discurso de presentación, Moreno quiso tener unas palabras de memoria al fundador de la tienda, el abuelo del actual dueño. «Fue el abuelo de Guillermo, a quien hoy conocemos con su óptica, el que fundó una joyería y que, además, inculcó a su nieto su interés por la óptica; profesión que el abuelo quería pero no había podido estudiar. Guillermo sigue fiel al barrio y su empresa, hoy Opticalia Muiña, está en la avenida de la Argentina», explicó.

Esto supuso el colofón ideal a un acto lleno de discursos sobre el papel de los comerciantes, la necesidad del apoyo institucional en las medidas implementadas y sobre el futuro más inmediato de este sector. Estas seis empresas vivieron un reconocimiento por «su trayectoria intachable de varias décadas» y su trabajo en «la construcción de un Gijón mejor para toda la ciudadanía».