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Una vaca con EHE en una ganadería de Llanes durante la ola de casos del pasado otoño. E. C.

«Máxima preocupación» en Asturias ante la expansión del virus de las vacas por Cantabria

El Principado afirma que «no se han detectado» casos en la región aunque recuerda que «ante cualquier sospecha» hay que ponerse en contacto con el veterinario. Los sindicatos critican «la ausencia de protocolos» de prevención y para combatir la EHE

Soraya Pérez

Gijón

Jueves, 22 de agosto 2024, 02:00

El sector ganadero asturiano vuelve a estar en alerta debido a la expansión de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) en Cantabria, que ya afectó ... a varias ganaderías tras detectarse recientemente nuevos brotes. En 2023 se registraron en Asturias 507 explotaciones afectadas por esta enfermedad, potencialmente mortal. De momento, según fuentes del Principado, este verano no se ha detectado ningún caso en la región.

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Y aunque el último brote ocurrió en septiembre del año pasado, no fue sino hasta el 4 de julio de este año cuando la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) informó sobre la autorización de uso de la primera vacuna en bovinos en Europa frente al serotipo 8 del virus de la EHE. Sin embargo, aunque ya existe esta vacuna, los ganaderos en Asturias no dejan de estar preocupados pues aseguran que el Principado «no cuenta con protocolos de actuación establecidos, ni está preparado para enfrentarse a una nueva ola de contagios».

Mercedes Cruzado, secretaria general de Coag Asturias, explica que está «angustiada porque aquí en Grandas de Salime hay varias vacas enfermas que tienen todos los síntomas del virus. Estamos desinfectando a los animales varias veces al día», comenta, al tiempo que añade que «el verano pasado toda la zona que colinda con Cantabria se vio afectada por este virus y tememos que vuelva a ocurrir lo mismo. En aquel momento no había vacuna, ahora sí la hay, pero es muy nueva y no conocemos los efectos secundarios, además de que la tenemos que pagar nosotros», explica la secretaria general de Coag.

Por su parte, Borja Fernández, de Unión Rural Asturiana (URA), asegura que desde el año pasado el Principado «se ha olvidado de este tema por completo, aún cuando prometieron hacer un seguimiento», recuerda el ganadero, que añade que, hasta la fecha «no se nos ha informado de nuevos protocolos en caso de que se registren nuevos casos de la enfermedad. No sabemos cómo tenemos que proceder», lamenta Borja Fernández.

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Para el secretario general de UCA, José Ramón García, la situación empieza a salirse de control pues «en el Oriente de Asturias recibimos muchas quejas de ganaderos que tienen a sus vacas enfermas, con los síntomas de este virus». Explica que el mayor de los problemas que tienen los ganaderos ahora es poder demostrar que sus vacas están contagiadas con la enfermedad hemorrágica «porque la Administración no envía a nadie para comprobar si el animal tiene la enfermedad o no y los veterinarios de la explotación tampoco te facilitan ningún informe explicando nada o dando un diagnóstico», declara José Ramón García.

También Ramón Artime, secretario general de Asaja, entiende que «la Consejería de Medio Rural debería estar al servicio de los ganaderos, pero no lo está». Para él el problema «es la desinformación, y que se actúa improvisadamente. No se toman las previsiones necesarias para que lo que ya ocurrió en 2023 no se vuelva a repetir», reprocha.

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«La vacuna es voluntaria»

Desde el Principado mantenían este miércoles en declaraciones a este periódico que «en Asturias no hay, hasta el momento, ningún caso de la enfermedad registrado este año y, por lo tanto, no hay por qué estar alarmados ante una situación que es inexistente». Sin embargo, la directora general de Ganadería, Rocío Huerta, ha asegurado esta mañana que, a pesar de la ausencia de casos positivos en la región, existe «máxima preocupación» ante la presencia de la enfermedad hemorrágica epizoótica en comunidades vecinas.

Huerta señaló que existe una vacuna desde julio de 2024, que es voluntaria y que es el mejor método de prevención de la enfermedad. «Para poder acceder a ella, el ganadero debe solicitar al veterinario una analítica en sangre (que es gratuita) y luego, si el veterinario lo considera necesario, otorga una receta médica para que el ganadero pueda vacunar al animal. Esta vacuna la costean los propios ganaderos», informó la directora general.

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Por último, Rocío Huerta indicó que el Principado tiene una partida económica de tres millones de euros destinada a indemnizar a todos los ganaderos para que, en el caso de que vuelva a haber un repunte de la enfermedad y mueran animales, puedan solicitar una compensación», subrayó, al tiempo que precisó que «esta enfermedad genera inmunidad una vez que se tiene. Los animales que ya la pasaron el año pasado, no les debería repetir».

La enfermedad hemorrágica epizoótica «produce fiebre y dificultad al deglutir»

El Principado explicó que la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) es una enfermedad vírica infecciosa no contagiosa transmitida por mosquitos que afecta a animales domésticos y salvajes, incluyendo ciervos, gamos y corzos.

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En el ganado vacuno se presenta con síntomas de fiebre, cojera, erosiones orales o dificultad para deglutir, particularmente al final del verano y el otoño y tiene un período de incubación de dos a diez días. El ganado ovino es susceptible a la infección pero poco a la enfermedad clínica y el caprino es muy poco susceptible a la infección.

Sin embargo, esta enfermedad no es una zoonosis, es decir, no se contagia a las personas. Por lo que no se establece ningún tipo de restricción a la explotación afectada ni al consumo de productos animales, ya sea carne o leche.

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Medio Rural recomienda el empleo de insecticidas y repelentes en los animales, así como el uso de larvicidas

Recomendaciones

Ante un posible repunte de la enfermedad, el Principado recomienda la vacunación, que aunque es voluntaria, es el mejor método para prevenir el contagio. «Se aplicará de forma voluntaria por parte del ganadero previa prescripción o receta de su veterinario», explicaron.

También recomiendan el empleo de insecticidas y repelentes en animales, medios de transporte e instalaciones, así como el uso de larvicidas para el control de las posibles zonas de cría.

Además, también es importante mantener a los animales protegidos de los vectores (mosquitos) en períodos de alta circulación viral en la zona y alta actividad. El Principado aconseja, además, que es necesaria la supervisión diaria de los animales, especialmente en los sistemas de producción extensivos, también la atención temprana de la enfermedad, asegurando disponibilidad diaria de agua y alimentación a los animales afectados clínicamente, evitando que estos pierdan su condición corporal, mantener al rebaño en buen estado sanitario y poner en marcha el tratamiento veterinario, lo antes posible, desde el inicio de los síntomas, siguiendo las indicaciones y prescripciones individualizadas realizadas por el veterinario para cada ejemplar según su situación.

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